La empresa llegó a acumular cerca de 256 millones de seguidores en sus redes sociales y se apoyó en hasta ocho puntos de venta multimarca
María Pascual, la marca de joyería «de las influencers», lleva un tiempo sin actividad y un comunicado publicado en su web confirma que esto se debe al cierre de la empresa. Tras 10 años de actividad, la marca se despide a través de una nota en su página web en la que se da “gracias al público por el apoyo durante estos años”. El canal web propio de la compañía ya está inactivo, además de sus corners en marketplaces como Amazon.
La start up, fundada por María Pascual en 2013, fue una de las marcas que emprendieron su camino con el estallido de las redes sociales y con el apoyo de influencers para conquistar al cliente nacional. Sin presencia física (aunque con el tiempo llegó a abrir diferentes puntos de venta efímeros y multimarca), sin contenido propio ya que todas las publicaciones pertenecían a los influencers que lucían sus joyas, ni inversión en la publicidad tradicional, se hizo un hueco en la industria a golpe de like y en muy poco tiempo. Parecía un modelo de negocio exitoso, aunque el tiempo habló por sí sólo. La empresa llegó a acumular cerca de 256 mil de seguidores en sus redes sociales y se apoyó en hasta ocho puntos de venta multimarca, aunque el 90% de sus ventas se generaba en el canal online.
Con joyas diseñadas de latón chapado con oro de 18 y 24 quilates, fabricadas, como afirmaban desde la marca, en talleres artesanales de España, las piezas de María Pascual conquistaron a influencers nacionales como Dulceida y también internacionales, como Valentina Ferragni, hermana de la empresaria Chiara Ferragni.
Y es que, entre otros muchos aspectos que forman un negocio con éxito, la viralización en las redes sociales, aunque apunta a ser un gran punto de partida para las empresas emergentes, no equivale siempre a éxito en el negocio; de hecho Instagram lleva tiempo a la baja. Maria Pascual es un ejemplo de la nueva era que está por llegar.