La marca italiana experimenta nuevos territorios en su colección Venetian Princess, dando paso a una nueva técnica y una resultado completamente nuevo en el panorama de la alta joyería
Roberto Coin ya nos tiene acostumbrados a las idas y venidas en su colección Venetian Princess y es que, desde su primer diseño, en el que diamantes blancos y negros se mezclaban en un juego de luces y sombras tan misterioso como las leyendas venecianas que rodean la propia colección, hemos visto desfilar esta colección en versiones muy diferentes. Para la nueva temporada, Venetian Princess se reinventa a través de una nueva técnica inesperada y sorprendente.
El juego de experimentar nuevos territorios a través de la combinación de materiales o nuevas técnicas se ha convertido en una máxima del sector joyero que siempre encuentra la fórmula para sorprendernos una y otra vez. Así lo transmite Roberto Coin, que hoy nos desvela unos pétalos completamente nuevos, recubiertos de titanio.
El titanio es un material difícil de trabajar, ya que su color es inestable y cambia a la vez que varía la temperatura con la que entra en contacto. Y aquí es donde reside la magia de Roberto Coin. Después de años de trabajo, el equipo de la marca italiana logró trabajar el titanio con máquinas de alta precisión para luego oxidarlo a través de un proceso de estabiliza los 4 colores ultrabrillantes que encontramos en las joyas de la nueva colección, completamente nuevos en el panorama de la alta joyería.
Si el titanio es considerado uno de los materiales más resistentes del mundo, este proceso de fabricación también acentúa la resistencia de su colorida belleza. Una flor joya que supera el desafío de la fugacidad del tiempo y permanece «recién florecida» cada día.
Además, el detalle del hilo retorcido que decora todas las joyas está realizado en 3D, para garantizar la perfección y la máxima solidez, mientras que los diamantes están engastados a mano mediante un microscopio. En definitiva, estas joyas pueden considerarse una expresión de la perfecta armonía entre tecnología y arte: obras maestras en las que la inteligencia artificial y manos experimentadas trabajan juntas para crear belleza, donde el pasado se encuentra con el futuro bajo la mirada creativa de Roberto Coin.