Las riviere son, desde ahora, genderless
Charles Leclerc se apunta su primera victoria en casa tras celebrarse el Grand Prix de Mónaco. Para nosotros, lo importante, es ese gesto tan natural que tuvo el monegasco nada más acabar la carrera y antes de subirse al podio. Un gesto que, por supuesto, coloca a la joyería en un primer plano.
El mundo del deporte nunca había estado tan unido a la moda como ahora, lo mejor es que la joyería también está haciendo su papel; esta temporada el tenniscore tendrá mucha influencia en lo que llevaremos y, ahora, el Grand Prix de Mónaco también sirve como escenario para que tendencias y momentos especiales se alíen.
Charles Leclerc es embajador de la marca de joyas APM Monaco desde hace ya bastantes años, por lo que no es una sorpresa que todas sus joyas sean de la marca en cuestión. Tampoco lo es que, con todas las cámaras puestas en él, el piloto saque un momento para colocarse todas sus joyas después de la carrera. Pero sí podemos quedarnos con el gesto, con el mensaje, con la tendencia y con que, a partir de ahora, las riviere son genderless.
Al terminar la carrera, a Charles le dieron una especie de neceser en el que se encontraban todas sus joyas APM Monaco; mientras la cámara le grababa, justo en ese momento de espera hasta que toca subir al podio, Charles se las fue colocando una a una. Rivieres con circonitas azules y blancas, creando una fila de tres pulseras y anillos riviere en los mismo tonos y también en una línea de tres.
Una muy buena estrategia, sí, pero también un gesto natural que sirve como inspiración para todos sus seguidores; al fin y al cabo Charles siempre luce joyas y no se aprecia nada forzado en su estilo. Y un momento que confirma como las joyas continúan rompiendo con todos sus estereotipos para apostar por joyas genderless. Además, pase lo que pase, está claro que la joyería es protagonista.
