Desde que se hizo famosa por un momento clave, esta pulsera despertó un deseo de lujo discreto que los joyeros empezaron a hacer realidad; desde entonces, se ha colado en los joyeros más atemporales, en el mundo nupcial y ahora también como la pieza estrella de las nuevas generaciones
La pulsera Riviere es un clásico en el mundo de la joyería y quizás suene extraño considerarlo una tendencia pero el poder las nuevas generaciones, una vez más, tiene mucho que ver. Su deseo de hacer viral todo aquello que venga con la etiqueta de «clásico» para representar una estética que crece cada día, sobre todo en TikTok, es el motivo de que estas joyas se coloquen en primer plano esta temporada y, por lo tanto, para algunos se considere una tendencia. Hablamos del término #oldmoney que ha nacido en esta red social y que trae consigo joyas de siempre convertidas en algo nuevo.
Los diseños Riviere son ahora mismo los más buscados y con esta viralización no solo llegan nuevos códigos de estilo, si no que esta pulsera se reinterpreta en diferentes formas y trae consigo también collares y pendientes. Con esa connotación clásica, vuelven a convertirse en deseo diseños de siempre que perduran en el tiempo y mantienen su valor, sobre todo si tenemos en cuenta que la Pulsera Riviere tiene su historia, que se remonta a una época en la que se solían llevar apiladas, aunque su diseño se hizo realmente popular en un momento clave.
También conocida como pulsera de tennis, la pulsera Riviere recibe este nombre en parte gracias a la tenista norteamericana Chris Evert, una de las mejores tenistas de la historia que convirtió esta joya en un amuleto. Chris siempre lucía estas pulseras, incluso en sus partidos de tenis y en uno de esos torneos, concretamente en 1987, interrumpió el partido al haber perdido la pulsera durante un set, cuando el cierre de la pulsera se rompió en un golpe y se perdió por la pista. En la rueda de prensa que siguió a este evento, y tras recuperar la pulsera con el partido parado, la tenista explicó que la interrupción era inevitable porque nunca había perdido de vista su pulsera, que la llamó “mi pulsera tenis». Así, esta pulsera empezó su historia y se despertó un deseo de lujo discreto que los joyeros empezaron a hacer realidad; desde entonces se ha colado en los joyeros más atemporales, en el mundo nupcial y ahora también como la pieza estrella de las nuevas generaciones.
Una pulsera que se caracteriza por estar adornada con diamantes que pueden ser de distintas tallas, aunque su principal detalle es que siempre son iguales y en línea. Esta temporada, su diseño se reedita y encontramos versiones que combinan esta fila de diamantes con eslabones, piedras de colores, motivos geométricos, símbolos o la versión en pendientes y collares, que aunque es otro clásico de la joyería hasta ahora no generaba ese deseo, para crear un total look.
Hermosas piezas, gran diseño