Rafael Moneo diseña un nuevo reloj para la colección The Architects of Time Series de Cauny, una colección que alía arquitectura con el universo relojero a través de reconocidos artistas
Cauny lanza su segundo reloj de la colección The Architects of Time Series. Esta vez, el reloj ha sido diseñador por uno de los arquitectos más prestigiosos del mundo, el español Rafael Moneo (Premio Pritzker en 1996). Un nuevo reloj que se presentó oficialmente el pasado 21 de diciembre en un evento celebrado en el Museo Thyssen de Madrid.
Autor de edificios tan emblemáticos como la Ampliación del Museo del Prado y la Estación de Atocha, en Madrid, L’Illa Diagonal, en Barcelona, el Kursaal de San Sebastián, el Museo de Arte Romano, en Mérida, el Museo de la Universidad de Navarra, el Moderna Museet de Estocolmo o la Catedral de Los Ángeles, Rafael Moneo diseña un nuevo reloj para la colección The Architects of Time Series de Cauny, una colección que alía arquitectura con el universo relojero a través de reconocidos artistas.
«Cuando Cauny me pidió que diseñase un reloj no pude por menos de pensar en las dos ocasiones en que había dibujado uno: en el Ayuntamiento de Logroño y en la Estación de Atocha. En ambas, el reloj alude al significado de las horas asociadas al transcurrir del día: las doce — el mediodía — como cumbre de la jornada. Las horas relacionadas con la actividad cotidiana, distinguiendo entre mañana y tarde. No como una sucesión de instantes, algo que tan claramente ocurre con el latido de los relojes digitales. Y las horas en números romanos y sobre los ejes del cuadrado, figura que tantas veces vemos en los relojes de sol sobre los muros«, afirma Rafael Moneo.
Con tal punto de partida, «adentrarse en una experiencia como ésta — pasar del dibujo del reloj en un edificio al diseño de un reloj de pulsera — ha sido toda una sorpresa. Trabajar con milímetros y décimas de milímetro, acostumbrados a pensar en centímetros y metros, ha sido todo un disciplinado ejercicio al que no era ajena la presencia de la textura de los materiales, siempre haciéndose sentir en nuestra muñeca. No fue sin embargo sorpresa el comprobar, en una y otra ocasión, que el sentido de la proporción haya estado siempre presente y lleve a pensar que ambos relojes proceden de una misma mano«, añade.