Esta colección dedicada a la expansión internacional de la Casa iniciada en el siglo XIX celebra el espíritu de apertura del que Vacheron Constantin ha hecho gala desde sus inicios. Cada uno de los relojes ilustra las sucesivas etapas de esta odisea
Vacheron Constantin presenta novedades en la serie Les Cabinotiers – Récits de Voyage, inspiradas en diferentes lugares alrededor del mundo. Una colección que se lanza para descubrir el mundo y sus maravillas con el espíritu de apertura que caracteriza a Vacheron Constantin desde sus orígenes y una odisea relojera que rinde homenaje a las artes y las culturas del mundo. Descubrimos algunas de estos nuevos modelos, todos ellos distinguido por el Punzón de Ginebra.
La vocación de Vacheron Constantin siempre ha sido perfeccionar el arte de la relojería en Ginebra sin por ello renunciar a permanecer abierta al mundo en todo momento. El nieto del fundador, Jacques-Barthélémi Vacheron (1787-1864) fue el primero en recorrer de uno a otro confín los caminos de Francia e Italia, seguido por su socio François Constantin (1788-1854), viajero infatigable que supervisó el desarrollo comercial de la Casa. Estableció relaciones comerciales con Europa Central, Sudamérica, Escandinavia y Asia, en una época en la que Vacheron Constantin también se estaba asentando en Estados Unidos y China, así como en Brasil, Hong Kong y Cuba.
La correspondencia de François Constantin a lo largo de un cuarto de siglo perfila la imagen de una Casa de relojería abierta a una Europa en plena reconfiguración, tras las guerras napoleónicas y el Congreso de Viena. Este despliegue y proyección siguió ampliándose a medida que el nombre de Vacheron Constantin cruzaba fronteras y conquistaba nuevos mercados. Desde entonces, la propia idea de viaje ha estado inherentemente vinculada a los valores de la Casa, como elemento esencial de la aventura humana que caracteriza sus casi 270 años de historia. Siguiendo los pasos de sus fundadores, la Casa presenta esta serie Récits de Voyages como una odisea relojera a través del mundo y sus maravillas, en la que las artes decorativas y la mecánica elevada a la categoría de arte se emplean como medios de expresión.
Les Cabinotiers Tourbillon Armilar Homenaje al estilo art déco
Este reloj de marcada naturaleza técnica, que tiene un diámetro de 45 milímetros, está impulsado por el Calibre 1990. Este movimiento de manufactura destaca por su arquitectura calada, en perfecta armonía con los acabados aplicados y la decoración con grabados y guilloché. En este reloj se han aplicado varias técnicas de grabado: la carrura y las asas, así como la platina y los puentes del movimiento, han sido delicadamente esculpidos con la técnica del bajorrelieve, que ha estado complementada con el guilloché, el repujado y el cuneado a mano. Los motivos empleados se inspiran en el art déco y recuerdan la ornamentación de los rascacielos neoyorquinos construidos en las primeras décadas del siglo XX.
«En la variedad de ediciones de ejemplar único que representan los hitos de la etapa americana en nuestra serie Récits de Voyages hemos querido incluir un reloj muy técnico y estructurado. La intención era centrarse en la inspiración arquitectónica de los rascacielos neoyorquinos de estilo art déco de principios del siglo XX. Se optó, por lo tanto, por un reloj con una esfera calada que ofreciese la oportunidad de admirar la estructura del movimiento. Teniendo esto presente, la ornamentación del reloj pasaba a depender exclusivamente de la destreza y creatividad de nuestros maestros artesanos. El enfoque es similar al que nos llevó a elegir un modelo Malte Tourbillon esqueleto para representar los proyectos urbanísticos del barón Haussmann en París. Como el trabajo de los maestros decoradores en este reloj de tourbillon armilar se realiza directamente sobre el material, también tuvimos que jugar con los tonos y los colores para extraer todo el potencial de la decoración. De modo que acentuamos los contrastes entre de la caja y los puentes y el negro intenso de la placa calada del anverso, obtenido mediante tratamiento galvánico. Para no perturbar esta visión que conjuga la sutileza de los motivos grabados de la esfera y el poderío derivado de la marcada naturaleza técnica del movimiento, hemos optado por un bisel oblicuo liso perfectamente pulido. El grabador emplea la carrura para expresar su arte, mediante un friso en bajorrelieve que se extiende hasta las asas y se repite en los puentes visibles a través del fondo de la caja«, afirma Sandrine Donguy, Directora de Producto e Innovación.
Les Cabinotiers Grisaille de Alta Joyería – Dragón
El reloj Les Cabinotiers Grisaille de Alta Joyería – Dragón rinde homenaje a China, un país cuyos vínculos comerciales con Vacheron Constantin se remontan a 1845. En la esfera de este reloj, protagonizada por un dragón imperial de cinco garras y su perla, el maestro artesano de Vacheron Constantin ha creado un motivo en esmalte grisalla de color verde, una primicia para la Casa, que no es la única ofrecida por este reloj, puesto que también es la primera ocasión en que un modelo con esfera de esmalte grisalla cuenta con engaste de piedras preciosas.
En cuanto al esmalte grisalla y engaste de piedras preciosas que se combinan por primera vez en Vacheron Constantin, Christian Selmoni, Director de Estilo y Legado Cultural, afirma que «estas dos técnicas forman parte de las artes decorativas que la Casa domina a la perfección. El hecho de que hasta ahora no hubiera parecido apropiado combinar ambas técnicas se debe principalmente a que las esferas fabricadas en esmalte grisalla son de una belleza sobrecogedora, y muestran una impresionante atención al detalle a través de atmósferas de claroscuro que forman representaciones realistas que nada debería perturbar. Los modelos con esmalte grisalla presentados el año pasado por Vacheron Constantin en su colección Les Cabinotiers “Les Royaumes Aquatiques®” presentan un bisel y una caja lisos, sin piedras preciosas engastadas. En el caso del reloj Les Cabinotiers Grisaille de Alta Joyería – Dragón, la tonalidad verde empleada en el esmalte grisalla de la esfera -toda una primicia para Vacheron Constantin- animó a los diseñadores de la Casa a intentar algo diferente. Engastar piedras preciosas en la caja fue una elección obvia, no sólo porque acentúa el efecto de profundidad que se persigue con esta técnica de esmaltado, sino también porque realza su brillantez«.
Además, la caja de este reloj está totalmente tachonada por 146 diamantes de talla baguette engastados en el bisel, la carrura y las asas, mientras que en la corona destaca un diamante de talla brillante. Este reloj está impulsado por el Calibre 1120, legendario movimiento de carga automática que con sus 2,45 milímetros de grosor, destaca tanto por su extrema finura como por su construcción de atractiva estética. El movimiento está alojado en una caja de oro blanco de 40 milímetros de diámetro y 8,9 milímetros de grosor, con una correa de piel de aligátor de color verde oscuro sujeta por una hebilla de oro blanco con piedras preciosas engastadas.
Les Cabinotiers Malte Tourbillon Homenaje al estilo de Haussmann
Inspirado en los grandes proyectos de construcción de finales del siglo XIX a los que la capital francesa debe su aspecto actual, este reloj de oro rosa de 18 quilates 5N con forma de tonel, incorpora el Calibre 2790 SQ, movimiento de manufactura ultraplano, con tourbillon, fecha y reserva de marcha. Toda la caja y el movimiento han sido esplendorosamente grabados. El bisel, el fondo y las asas están profusamente decorados con gallones, mientras que el centro de la caja está finamente esculpido con una cabeza de león y un friso. La platina y los puentes de este movimiento completamente calado también están decorados con motivos que recuerdan la estructura de la Torre Eiffel. La ornamentación artesanal aplicada a mano específicamente desarrollada para la ocasión pone de manifiesto la sofisticación técnica de este reloj.
«La elección del reloj Malte se explica, en primer lugar, por la caja en forma de tonel que Vacheron Constantin usó por primera vez en 1912 y que en aquella época marcó una ruptura con la forma redondeada de los relojes de bolsillo e incluso de los primeros relojes de pulsera. Esta transgresión nos recuerda al barón Haussmann, que no dudó en revertir los códigos arquitectónicos establecidos para reafirmar su visión del urbanismo moderno. Estas grandes obras dieron forma al París que conocemos hoy. En esta etapa europea, hemos querido rendirle homenaje con un reloj que es tan subversivo, en términos históricos, como su gran proyecto, y que presentamos en versión esqueleto por respeto a esta gran obra arquitectónica. Concluida la labor de calado, el maestro grabador tuvo que recurrir a toda su habilidad para resaltar este increíble Calibre 2790 SQ, cuya construcción curvada y redondeada es un ejemplo de libro de texto de dicha artesanía«, añade Sandrine Donguy.