Joyas elaboradas a mano en Dinamarca y Tailandia y que cobran vida utilizando oro de 18 quilates y plata de ley reciclados, en una marca que explora la arquitectura y una estética serena
Kinraden, la marca de joyería concebida como una marca centrada en la sostenibilidad, la producción cuidadosa y un modelo de negocio circular, abrazando así todas las facetas imperativas de la producción moderna de joyería fina, nació en 2014 de la mano de la arquitecta danesa Sarah Müllertz. Descubrimos una marca que se caracteriza por ese minimalismo escandinavo tan deseado.
Al desarrollar la estética de Kinraden, Sarah explora explora una dualidad creativa interna. Aborda el diseño de joyería fina de la misma manera que aborda la arquitectura: equilibrando la precisión rigurosa de un verdadero perfeccionista y el ojo creativo del artista para las formas, texturas y detalles. Mientras que el arquitecto intransigente se siente atraído por las líneas clásicas, el rebelde insiste en detalles vanguardistas inspirados en el arte y la moda modernos. Ambos mundos se entrelazan en una expresión de extravagancia minimalista.
De esta forma, cada pieza de joyería es una pequeña escultura que apela a los sentidos con su estética serena: formas orgánicas, líneas claras y eslabones impecablemente entrelazados. Las superficies están pulidas para obtener un reflejo brillante o mate sedoso para una suavidad delicada mientras que, en ocasiones, los metales preciosos se mezclan para lograr versatilidad.
Las joyas de Kinraden están elaboradas a mano por maestros orfebres de talleres ubicados en Dinamarca y Tailandia. Las colecciones cobran vida utilizando únicamente oro de 18 quilates y plata de ley reciclados, procedentes de proveedores especializados en la recuperación de metales preciosos de la industria tecnológica. Al mismo tiempo y experimentando con nuevos materiales, algunas piezas combinan oro y plata con madera de Mpingo, conocida también como palo negro africano y una de las maderas más duras y densas disponibles, procedente de la producción de instrumentos de viento.
Two Worlds, la nueva colección de Kinraden
Two Worlds se inspira en el icónico movimiento Bauhaus y el arte visionario de Oskar Schlemmer. Sarah Müllertz, estudió la deconstrucción y mecanización de la actividad humana de Schlemmer y su uso de trajes surrealistas y escultóricos en su pieza escénica ‘The Triadic Ballet’. Mientras exploraba su trabajo, Sarah descubrió la brillantez de los atuendos a rayas de Schlemmer que los invitados usaban en sus mascaradas clandestinas nocturnas. Estas rayas distintivas fueron adoptadas más tarde por Kansai Yamamoto o David Bowie. Una inspiración que despertó la idea de Sarah de Two Worlds, una colección que combina maravillosamente los mundos del arte y la moda a través de una combinación única y sofisticada de elementos de diseño.
Así es que, en esta colección se eleva la madera negra de Mpingo a una posición destacada para explorar su inmenso potencial y versatilidad. En la búsqueda de una fusión perfecta entre madera y metal, el objetivo era crear joyas hermosas y contemporáneas, manteniéndose fiel a los principios del diseño clásico.
«Me propuse transmitir un distintivo sentido del ritmo y creé piezas de joyería en metales preciosos, modeladas y elaboradas como hermosos patrones matemáticos, casi como una vértebra pulida y perfeccionada. El oro de 18 quilates y la plata esterlina están trabajados específicamente para permitir que las piezas talladas de madera negra de Mpingo hicieran clic en los espacios negativos, creando un efecto de rayas. El Mpingo también tuvo que ser tallado en dos direcciones para que esto fuera posible«, cuenta Sarah Müllertz, arquitecta y fundadora de Kinraden.