¿Sería este un buen momento para volver a los orígenes y apostar más por la producción local? ¿Cambiaría tanto la situación comercial que el fast-jewelry podría reducirse o incluso desaparecer? Si algo nos está dando esta guerra comercial es, sin duda, un momento de reflexión a expensas de saber qué ocurrirá realmente con el comercio mundial
Aunque ahora mismo el comercio mundial y la economía sean un auténtico caos y resulte difícil predecir, o incluso hacerse una pequeña idea, de lo que puede pasar ya no a corto plazo, sino que mañana mismo, si que podemos analizar los pros y los contras de lo que podría pasar si esta guerra comercial continúa adelante. Desde Donald Trump anunciando nuevas medidas a la pausa temporal tan solo un día después, el ataque chino en TikTok exponiendo “donde fabrican realmente las marcas de lujo sus bolsos” a cómo el fast-jewelry podría estar a punto de vivir una situación no tan fácil y el valor, posiblemente recuperado, del sello nacional.
Puede resultar difícil, hemos estado recibiendo demasiada información en muy poco tiempo pero, de alguna manera, resulta necesario ponerse en contexto ahora que estamos en un momento en el que los aranceles podrían transformar la industria de la joyería. El pasado 2 de abril, el presidente Donald Trump formó una nueva orden ejecutiva que imponía un arancel del 10% a las importaciones de unos 60 países, así como un arancel recíproco del 26% a India, un mercado emergente de joyería. La orden también eleva el impuesto de China al 54%.
Unos días más tarde, concretamente el sábado 5 de abril, Estados Unidos aplicó un arancel mínimo del 10% a las importaciones de todos sus socios comerciales, excepto a los bienes que se consideren conformes con el Tratado entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC) por lo que, las importaciones que no cumplan con los requisitos, seguirán sujetas a la tasa del 25% implementada el mes pasado. Lo próximo llegaría el 9 de abril, cuando los países con altos déficits comerciales con Estados Unidos se enfrenten a lo que la Casa Blanca denomina “aranceles recíprocos”. Además, estos aranceles estadounidenses afectan a 370.000 millones en exportaciones europeas y desde la Comisión Europea estimaban que los diferentes aranceles desplegados por Trump supondrán un golpe de unos 81.000 millones de euros para la Unión Europea, mientras que los exportadores españoles se temen un impacto de más de 4.000 millones en el caso de España.
Aunque entre los bienes que no estarán sujetos a aranceles se encuentran los lingotes de oro y plata y el platino en bruto, la lista de países afectados incluye a China, que recibió en un principio un nuevo arancel del 34%, además del 20% ya vigente, así como a países productores de diamantes, joyas y relojes como Vietnam (con un arancel del 46%), Botsuana (37%), Camboya (49%), Sri Lanka (44%), Tailandia (36%), Suiza (31%), Israel (17%) y la Unión Europea (20%). El arancel para los países de la Unión Europea (UE) será del 20%. En general, las nuevas medidas en la industria de la joyería en 2025 han introducido aranceles de importación de hasta el 54% y, a medida que los precios suben y las cadenas de suministro se restringen, los joyeros de Estados Unidos se ven obligados a replantear la producción, los precios y la estrategia de producto en respuesta a un panorama comercial cada vez más cambiante.
India es de hecho otro de los grandes afectados ya que, como respuesta a lo que Trump considera un desequilibrio comercial “injusto”, se ha impuesto un arancel “recíproco” del 26% sobre los productos indios, citando el arancel de importación promedio del 52% de India. De esta forma, las importaciones de joyas estadounidenses varían actualmente entre el 5% en diamantes pulidos y el 20% en joyas de oro, plata y platino mientras que las joyas indias exportadas a EE. UU. actualmente enfrentan 0% de impuestos sobre diamantes sueltos y del 5,5% al 7% en joyas de oro. Con la nueva política arancelaria del 26%, las exportaciones de joyería india a los EE. UU. podrían enfrentar a corto plazo aranceles sustancialmente más altos, potencialmente igualando la tasa actual del 20% de la India sobre importaciones similares desde los EE. UU.
También está teniendo sus consecuencias en el mercado de relojes de lujo, que enfrenta un nuevo desafío tras la imposición de estos aranceles a las exportaciones provenientes de Suiza, generando un impacto significativo en marcas icónicas como Rolex, Patek Philippe y Swatch Group AG. Con un arancel del 32%, muy superior al 20% impuesto a la Unión Europea, las exportaciones suizas de relojes de lujo están en una encrucijada. La decisión de Trump ha sido recibida con preocupación por parte de los fabricantes suizos, quienes ahora enfrentan la necesidad de ajustar sus precios para mantenerse competitivos en el mercado estadounidense. Este ajuste podría reducir la demanda de relojes de lujo en Estados Unidos, un mercado clave para estas marcas. Además, el impacto no se limita a los precios; también afecta la percepción de exclusividad y accesibilidad de estos productos. Esta situación podría obligar a las marcas suizas a diversificar sus mercados y buscar alternativas fuera de Estados Unidos. Esto representa un desafío significativo, ya que el mercado estadounidense ha sido históricamente uno de los más lucrativos para la industria relojera suiza. Sin embargo, también abre la puerta a nuevas oportunidades en mercados emergentes.
Y en la industria de los diamantes en general. Los comerciantes de diamantes ya han advertido que la industria, valorada en 82.000 millones de dólares, se ha paralizado debido a los aranceles impuestos por Donald Trump y la guerra comercial. La primera consecuencia es que los envíos a través del centro de comercio de Amberes se han desplomado y es que, los aranceles incluyen un impuesto del 10% a las importaciones de diamantes, así como aranceles variables “en represalia” a las respuestas en los países de origen. Karem Rentmeesters, CEO del Centro de Diamantes de Amberes, calcula que los envíos diarios se han reducido a una séptima parte con respecto a los niveles normales y todo esto en un momento en el que el sector del diamante se estaba recuperando de varios años difíciles en los que la pandemia y la competencia con el diamante creado en laboratorio redujeron la demanda de los consumidores.
En general, los nuevos aranceles están ejerciendo una gran presión a una red internacional de suministro, ya que la joyería siempre ha sido una industria globalmente interconectada: diamantes que se tallan en India, hallazgos de oro en Tailandia o piedras preciosos que se descubren en Sri Lanka. En definitiva, dependemos unos de otros y, por ello y ante eta situación, la mayoría de los países han amenazado con tomar represalias con altos gravámenes a las importaciones procedentes de Estados Unidos. En respuesta a aranceles anteriores, Canadá impuso nuevas tasas a las importaciones de joyería fabricada en Estados Unidos, y la UE ha amenazado con imponer aranceles a los diamantes y piedras preciosas exportados desde Estados Unidos.
¿Podríamos estar ante el fin del fast-jewelry?
Todavía nos preguntamos cómo es posible comprar unos pendientes a través de un click por 1 euro y recibirlo, desde China, en apenas unos días en cualquier parte de España. Quizás es demasiado pronto para hablar del fin del fast-jewelry pero la política arancelaria podría tener algo que ver y es que estas nuevas medidas incluyen un decreto que elimina para China y Hong Kong la conocida como exención de minimis: un agujero legal que permite importar en Estados Unidos sin pagar ningún arancel los productos por valor inferior a 800 dólares (730 euros). Y así es como Temu, Shein o Alibaba encontraron el modelo de negocio perfecto. Ahora, a partir del 2 de mayo, los clientes de aplicaciones como estas deberán pagar los aranceles correspondientes y, por ejemplo, si fueran del 54% un artículo que antes cortaba 10 dólares, pasaría a costar 15,4 dólares. Ahora mismo, y teniendo en cuenta que a la vista de los hechos ocurridos esto podría volver a cambiar en cualquier momento, el Gobierno de Donald Trump ha establecido las exportaciones chinas a la primera potencia mundial estarán sujetas a aranceles de hasta el 245%.
Esta nueva medida se podría extender a todos los países que exportan productos a Estados Unidos y el equilibrio mundial que permitía estos modelos de negocio acaba de romperse por lo que, podríamos estar ante una nueva globalización. De hecho, analistas especializados afirman que las medidas arancelarias suelen tener un mayor impacto en los productos de consumo masivo o bajo coste.

Por otro lado, Vestiaire Collective, la plataforma líder mundial en moda de lujo de segunda mano ha lanzado recientemente una nueva campaña de mercadotecnia, con el fin de ampliar su compromiso con la sostenibilidad, en la que aparecen montones de residuos textiles en las puertas de las casas, lo que pone de relieve la creciente crisis medioambiental y anima a los consumidores a replantearse sus hábitos de compra y tomar medidas urgentes. Esta campaña se basa en un estudio que indica que la crisis por el consumo inconsciente está llegando a un momento crítico: los residuos se están acumulando hasta alcanzar niveles récord y los sistemas de clasificación están saturados. En 2022, unos 333 millones de paquetes procedentes de Shein y Temu entraron en los EE. UU., mientras que la UE recibió 4600 millones de paquetes de bajo valor en 2024. En este contexto, el proyecto de ley propuesto por Francia contra la moda rápida marca el inicio de una nueva era que tiene el potencial de provocar una conversación global y que reafirma la urgencia de regular la moda ultrarrápida, ya que su impacto es imposible de ignorar. Quizás otros países puedan seguir el mismo ejemplo teniendo en cuenta además que las nuevas políticas arancelarias podrían revolucionar el fast-fashion hacia un consumo más responsable.
Actualmente, no existen datos públicos específicos sobre las ventas de fast-jewelry en plataformas como AliExpress o Shein en España. Sin embargo, podemos obtener una visión general del mercado de la moda rápida en línea en el país. Por ejemplo, en el caso de Shein, esta plataforma ha alcanzando una cuota de mercado del 11% en 2023. En ese año, registró ventas netas de aproximadamente 660 millones de euros en el país . Aunque no se dispone de datos desglosados por categorías de productos, como la bisutería, es probable que una parte significativa de estas ventas corresponda a accesorios de moda, incluyendo la “fast jewelry”, dada la popularidad de estos productos entre su base de clientes jóvenes.
En otros mercados como Estados Unidos tampoco existen datos específicos sobre las ventas de fast-jewelry en plataformas de este tipo pero, de nuevo en el caso de Shein, esta alcanzó una cuota de mercado del 50% en 2022, superando a competidores como H&M (16%) y Zara (13%). En 2023, generó aproximadamente $32.5 mil millones en ingresos a nivel mundial, con el mercado estadounidense representando el 28.2% de esas ventas.
Los nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos ya están afectando significativamente a estas plataformas de comercio electrónico como Shein, Temu y AliExpress, y podrían tener repercusiones similares en Europa, incluida España. Como ya adelantamos, la administración del presidente Donald Trump ha eliminado la exención arancelaria conocida como “de minimis”, que permitía importar productos con un valor inferior a 800 dólares sin pagar aranceles. Además, se han impuesto tarifas de hasta un 145% a productos procedentes de China. Como resultado, Shein y Temu han anunciado aumentos de precios en sus productos a partir del 25 de abril de 2025. Estas medidas han provocado una caída en las ventas de ambas plataformas en EE. UU., con descensos de hasta un 40% en el caso de Shein y un 32% en Temu en los días posteriores a la implementación de los aranceles. En Europa y España, que ya están considerando medidas similares, los efectos podrían traducirse en un aumento de precios, en la reducción de variedad de productos y en un retraso de tiempos de entrega.
Y todo esto ocurre en un momento en el que las nuevas generaciones de consumidores están empezando a cambiar sus hábitos, preocupándose más por la calidad y la exclusividad, buscando, en este caso, joyas y relojes que sean atemporales en el tiempo, que tengan un diseño único y que transmitan su personalidad; de ahí que la joyería personalizada también esté viviendo su mejor momento. Esto y la situación comercial actual sumado a una educación por parte de la industria joyera y relojera hacia los consumidores podría transformar la forma en la que ciertos públicos consumen joyería, alejándose del fast-jewelry.
Reforzar la autonomía productiva
Esta situación también podría ser una oportunidad para la relocalización industrial y la apuesta por la producción local o, dicho de otra forma, volver a los orígenes. Y es que, entre todo ello, Estados Unidos encuentra su atractivo en la manufactura nacional, que cobra impulso entre tantos aranceles ya que muchos joyeros estadounidenses ya están comenzando a explorar alternativas locales. Y es que, aunque la fabricación nacional antes se consideraba demasiado costosa para la producción a pequeña escala, ahora se está considerando por su estabilidad, velocidad y capacidad para sortear la volatilidad de las políticas comerciales globales. Algo que podría ocurrir también en España que, al fin y al cabo, se trata de un país muy atractivo con gran tradición joyera.
Cuando Círculo Fortuny, principal emisor de datos de la industria del lujo, presentó ayer el estudio “La nueva era del mercado de bienes personales de alta gama” con el análisis de McKinsey & Company uno de los desafíos que se puso encima de la mesa, y una de las grandes tareas pendientes del sector de la alta gama, fue el refuerzo de la Marca España. Como afirmaron desde Círculo Fortuny, “Visibilizar el trabajo de los artesanos que producen objetos icónicos es fundamental, así como proteger el oficio y adecuarlo a técnicas evolucionadas, reforzando así el posicionamiento diferencial de estos artículos de lujo”. Así, será esencial “replantear la propuesta de valor de la compañía, reforzando la ecuación de precio, valor y carácter distintivo a través de la excelencia del producto, la experiencia y el diseño. España se ratifica como productor de extraordinaria calidad en el mercado de bienes personales, pero aún le falta reconocimiento en marca”.

La situación también podría impulsar una ola de innovación en cuanto a como las marcas se abastecen, fijan precios y se comunican. Es decir, en medio de todo el caos, esta situación podría ser el cambio hacia una nueva era de reajuste.
Además, el panorama también cambia para los consumidores ya que mientras los precios pueden subir, cobrará más relevancia la demanda de transparencia, calidad y prácticas éticas. En este nuevo contexto, la narración importa más que nunca, y los joyeros que pueden explicar claramente el valor detrás de sus piezas se destacarán.
Hasta ahora, y mientras todo sigue en mitad de una revolución, todo son unas primeras impresiones pero es posible que el comercio mundial esté a punto de cambiar.