Una reflexión que da la bienvenida al 2023
Las tendencias y los hábitos de consumo en el sector joyero y relojero, entre otras cosas, predicen como será este nuevo año y tras un 2022 caracterizado por ser el año que nos devolvió la ilusión, a pesar de la incertidumbre, o el año en el que el universo de la joyería despegó en las generaciones más jóvenes con tendencias inesperadas, qué esperar de este 2023 resulta tan importante como la necesidad de estar preparado para continuar en lo más alto. Si reflexionamos, ¿qué podemos esperar de este nuevo año y cómo afrontarlo?
En materia joyas, todo empieza por entender el carácter simbólico y perdurable que la joyería tiene desde siempre. Un valor generacional o propio que perdura en el tiempo y que hace que este sector se entienda de manera diferente a otros sectores. Adquirir una joya o un reloj guarda un carga emocional importante, un deseo o un momento especial y la experiencia de compra es la más especial. A partir de ahí, todo lo demás son consecuencias.
2022 fue el año para el crecimiento de una nueva generación de start ups en el país, con la joyería como protagonista y buscando la fórmula para acercar este sector a otro target diferente; este ha sido principalmente «los deberes» de todas las industrias, aunque sobre todo de la joyería, que siempre ha cargado con esa etiqueta de «clásica» o de un público más adulto: conquistar a un target joven y exigente a partes iguales, informados y en constante búsqueda de productos exclusivos. Las redes sociales han sido una importante herramienta para poner en primer plano esta industria y hacerla brillar, pero 2022 también ha sido el año en el que nos hemos dado cuenta que esto no es suficiente y que el mundo digital también tiene sus contras, como la falsa información para un consumidor novato. Puede que el primer propósito del sector joyero y relojero para este 2023 sea el de seguir educando al consumidor y despertar en él el deseo de comprar una pieza no sólo por su diseño, si no por todo lo que hay detrás. Al mismo tiempo, que el sector viva ese crecimiento considerado la segunda generación no quita valor ni mérito a las marcas y empresas tradicionales, muchas de ellas en el mismo camino de seguir conquistando a todo aquél amante de este sector. Quizás la cuestión sea convivir y entender que hay sitio para todos mientras continuamos dando paso al futuro.
Este convivir nos lleva a la revolución en la sociedad que predice los hábitos de consumo de 2023, con un claro avance de la sociedad en temas sociales y de igualdad. 2023 es el año que pone fin a los cuerpos normativos y los cánones tradicionales (en materia joyas, el concepto unisex cobra más sentido que nunca y el valor tradicional se alía con las tendencias del futuro). Diversidad y libertad son las palabras que definen este nuevo año y esa libertad abarca diferentes conceptos también aplicables a nuestro sector. Y si hablamos de romper reglas, las joyas se vuelven genderless y los diamantes conviven con jeans, jersey y blazers o, mejor dicho, se convierten en la joya esencial para el día a día.
Las nuevas generaciones ha sido probablemente el concepto más escuchado en este último año y, siendo sinceros, tampoco podemos negar lo evidente. Han reescrito las tendencias a su antojo y han convertido en viral productos olvidados, como el icónico reloj Casio que ha vuelto a hacer sold out. Son nuevos jugadores que cambian los hábitos de consumo y nos hacen estar ahí, pendientes de qué quieren y cómo lo quieren; la mejor fórmula es adaptarse a ellos sin dejar de lado al resto del público y tan fiel como cualquier otro. El 2022 lo cerramos con nuevos conceptos y renovaciones y podemos predecir que el 2023 será mucho de esto, de reconquistar. Y, tras encontrar en el universo joyero una forma de comunicar en la que la moda española ha sabido hacerse un hueco, 2023 también va a ser el año en el que el sector continúe conquistando a estas generaciones que buscan inspiración en cualquier sitio; sin ir más lejos, en 2022 la joyería española se hizo un importante hueco en Netflix, colocando el broche de oro en diferentes series como Élite o Emily en París.
El sector joyero y relojero ha brillado a pesar de todo y, un año más, ha demostrado como sigue brillando incluso en las situaciones más difíciles. Cuando la economía no está en su mejor momento, pensamos más en qué invertir nuestro dinero, sobre todo a la hora de hacer un regalo, y la joyería siempre ese regalo tan valorado y apreciado. Si el consumidor sigue apostando por esto, el sector no puede quedarse atrás. Y, como millennial que ha encontrado en este sector el lugar en el qué quiere estar, no he visto a industria brillar tanto. Quiero decir, pese a todo, si nos paramos un momento y nos fijamos en cuantas personas, tan distintas entre sí en cuanto a edad y estilos, lucen joyas de maneras también tan distintas creando códigos de estilo dispares y originales, podemos sentirnos orgullosos. No hablo de volumen de ventas, pero que el interés por este sector ha crecido es evidente y basta con echar un vistazo para darse cuenta. 2023 es, otra vez, nuestro año porque, aunque las cosas pongan difíciles o la incertidumbre siga presente, nuestra único propósito del año es seguir haciendo que este sector viva.
Enhorabuena siempre por tus “Letras” y ante todo Feliz 2023, que nos venga cargado de éxitos al sector joyero también.
La joyería es el único bien que decora, embellece, no se marchita, no caduca, no pierde valor, incluso con el tiempo se incrementa y que además heredarán tus descendientes. Una joya contará tu historia para la eternidad.
2023 es, otra vez, nuestro año!
Gracias por tu palabras y apoyo al sector joyero!