La demanda en diamantes creados en laboratorio sigue con una tendencia al alza, pero es esta misma demanda la que empaña la realidad
“Diamonds are forever” («un diamante es para siempre«) es el eslogan que llevó a De Beers a lo más alto, el mismo que ha llevado a todas las generaciones a conocer esta piedra preciosa y a desearla al menos una vez en la vida, y es el mismo eslogan que la compañía trae de vuelta con un claro objetivo: “apoyar a la industria, impulsar la demanda de los consumidores y subrayar nuestra confianza en el futuro del sueño del diamante”. La industria del diamante, todavía dividida, se encuentra inmersa en un vaivén que ha provocado un giro inesperado entre dos tipos de piedra preciosa que continúan en la búsqueda de consolidarse como diferentes, aunque ambas válidas. El lujo y el valor refugio juegan un papel importante en este cambio de mercado que precede a lo que podría ser el futuro de esta industria.
La demanda en diamantes creados en laboratorio sigue con una clara tendencia al alza mientras que los diamantes en bruto experimentan justamente lo contrario, ya que un número cada vez mayor de, en este caso, estadounidenses eligen anillos de compromiso hechos de diamantes creados en laboratorio. (Cabe recordar que, este tipo de diamante comenzó a cosechar su éxito precisamente en Estados Unidos y poco a poco fue conquistando otros territorios, incluido el mercado español). Los anillos de compromiso con diamantes naturales de uno o dos quilates, es decir con un coste no tan elevado, han experimentando, también en Estados Unidos, caídas de precios bastante pronunciadas. Según expertos, el motivo se debe al aumento de la demanda de los diamantes creados a través de un consumidor sensible a los precios. Además, otro dato clave se encuentra en las exportaciones de diamantes de la India, donde alrededor del 90% de la oferta mundial se corta y se pule. En este caso, los diamantes creados representaron alrededor del 9% de las exportaciones de diamantes del país en junio, en comparación con alrededor del 1% de hace cinco años y, dado al coste al que se venden, eso significa que entre el 25 y el 35% del volumen ahora se ha cultivado en laboratorio, según Liberum Capital Markets. Al mismo tiempo, las ganancias de la primera mitad de la unidad de Anglo American Plc se desplomaron más del 60% a sólo 347 millones de dólares, con su precio de venta promedio cayendo de 213 dólares por quilate a 163 dólares por quilate. Su venta de agosto fue la más pequeña del año hasta ahora. Además, según Statista, los diamantes cultivados en laboratorio están ganando una participación cada vez mayor en el mercado mundial de diamantes cada año, y se espera que la cuota de mercado ascienda un 10% en 2030.
Esta situación está generando un colapso y, la duda de si la demanda de diamantes naturales sufrirá un cambio permanente o tan sólo estamos ante un momento pasajero está en el aire. Ante ello, De Beers, que ha disfrutado de un monopolio desde 1888 pero ha registrado un descenso en valor de ventas en bruto del 38% interanual, tal y como transmitieron a través de un comunicado oficial, insistió en que la debilidad actual es un descendente natural de la demanda que llega tras un consumidor que, atrapado en casa por una crisis sanitaria, busca una opción más económica. La compañía admite que, por lo tanto, ha habido cierta penetración en la categoría de las piedras sintéticas, pero no lo ve como un cambio estructural.
Diamantes creados vs diamantes naturales
Recientemente, De Beers anunciaba que tras encontrarse inmenso en un proyecto de prueba con Lightbox, su marca propia que trabaja con diamantes cultivados en laboratorio, decidía dejar de trabajar con este tipo de diamantes en su colección de anillos de compromiso debido a, según informan, “la falta de perspectivas de negocio” y por que “la propuesta comercial para muchas ofertas de anillos de compromiso con diamantes creados es insostenible. Los minoristas ya necesitan duplicar el número de quilates de diamantes sintéticos que se venden cada dos años, para mantener un beneficio bruto absoluto fijo”. Al mismo tiempo, anunciaban el lanzamiento de su nueva campaña navideña y, como nos cuenta Sara Benavente, diplomada en gemología y tasación y experta en graduación de diamante y gemas de color, “De Beers Group anunció el pasado 13 de septiembre que respaldará la demanda de diamantes naturales de los consumidores para la temporada navideña en USA y China con el relanzamiento de su exitosa campaña “Seize the Day” en la que invertirá 20 millones de dólares reintroduciendo su slogan ‘A Diamond is Forever’ añadiendo slogans que potencian los diamantes naturales de forma atractiva y relevante”. Esta inversión se debe al deseo de De Beers de apoyar la demanda de los consumidores en piedras naturales. “Son buenas noticias, un soplo de esperanza y gran apoyo a los minoristas para desbloquear el fuerte deseo por los diamantes naturales en esta temporada navideña”, añade Sara Benavente.
Por otro lado, Pandora, el minorista de joyería más grande del mundo por artículos vendidos, elevó sus previsiones para todo el año, afirmando que se expandiría aún más en su segmento de más rápido crecimiento: los diamantes cultivados en laboratorio. “En 2010 habría dudado en entrar en este mercado debido a la falta de conciencia de los consumidores”, afirmó el director ejecutivo de Pandora, Alexander Lacik, al Financial Times. «Han pasado más de 10 años y entre el 60 y el 70% de todos los consumidores son conscientes de que existen diamantes cultivados en laboratorio”, añade.
¿Qué está ocurriendo entonces? El exceso de demanda empaña la realidad y genera desconfianza. La cuota de mercado de estas piedras artificiales ha aumentado del 3,5% en 2018 a una previsión del 16,5% (equivalente a 14.600 millones de dólares) en 2023. En comparación, las ventas de diamantes naturales en términos de dólares se han mantenido estables desde 2015. Por otro lado, los precios del diamante natural han caído más de una cuarta parte desde su máximo en 2022, una bajada motivada por esta nueva competencia a pesar de estar ante una industria con un valor de 89.000 millones de dólares. Pero lo cierto es que, los precios de los diamantes sintéticos también han caído de más de 5.000 dólares por piedra pulida de 1 quilate en 2016, a 1.425 dólares, como afirma Paul Zimnisky, analista independiente que recopila datos de transacciones de diamantes a partir de los precios del mercado minorista, y, además, se están vendiendo con un descuento mayor que nunca. Esta caída se debe por la avalancha de los proveedores hacia un mercado en auge, superando incluso los deseos de los compradores de joyas y por las economías de escala que han reducido costes. Ante un impulso aparentemente imparable en el suministro de diamantes sintéticos, Zimnisky dice que habrá una “reorganización” entre los productores cultivados en laboratorio. “En general, creo que el mercado pasó de ser nuevo, novedoso y emocionante a tener un exceso de oferta”, añade.
“En mi opinión, un exceso de oferta en los diamantes de laboratorio calidad gema ayudaría a posicionarlo en el lugar correcto, potenciando su realidad: siendo un producto antagónico al lujo y a la escasez. Posiblemente afecte en gran medida a su cotización, asignada de modo alcista en la industria de la joyería desde los comienzos de su comercialización. Es momento de que los precios comiencen a ser razonables y proporcionales a su coste de producción que no ha estado justificado sino sobrevalorado a lo largo de estos años”, cuenta Sara Benavente.
“En consecuencia, distinguiendo como se merece al diamante natural, cuyo consumo ciertamente se ha frenado debido a la situación socioeconómica que hemos vivido afectando sus cifras de consumo negativamente. Aunque la producción en algunos casos ha seguido al alza y todos los agentes del Sector siguen manteniendo aproximadamente sus mismas cuotas de mercado en el conjunto de la industria”, añade Sara Benavente.
¿Podría el negocio de los diamantes creados seguir siendo rentable? “Creo que todo dependerá de la demanda que exista por parte del consumidor y del país al que nos refiramos. No es lo mismo el mercado americano que el mercado europeo o árabe. Pero la rentabilidad estará, de momento, más en las fabricas que los producen ya que el porcentaje que realizan para la joyería es pequeño comparado con el mercado industrial. En cualquier caso, creo que, con el aumento de la competencia, las mejoras en los procesos que se están desarrollando, etc, los precios disminuirán por lo que probablemente se terminen utilizando también para personalizar otro tipo de accesorios femeninos y masculinos”, afirman desde Gemacyt.
Por su parte, desde Nivoda añaden que «el hecho de que los diamantes de laboratorio hayan acaparado una parte tan importante de las ventas de anillos de compromiso ha provocado una caída de los precios de los diamantes naturales. Habrá un equilibrio y esperamos que los precios de ambas categorías se estabilicen en los próximos 6-8 meses, a medida que se establezca una nueva normalidad«.
Ambas opciones podrían ser totalmente validas en una industria que continúa en crecimiento y que busca siempre la innovación, ya que, como añaden desde Gemacyt, estos cambios inesperados no tienen porque afectar al diamante natural; “son productos iguales y diferentes a la vez, con perfiles de mercado muy distintos. La importancia va a estar en el tipo de publicidad que se realice sobre el producto y que se cumplan los estándares de veracidad y seguridad de cara al consumidor. Por otro lado, el valor tangible de inversión que pueda aportar cada uno a medio o largo plazo será muy diferente. De momento, en lo relativo a nuestro trabajo como HRD Antwerp España el volumen de certificación de diamantes naturales es muy superior a la certificación de los diamantes sintéticos«.
Los diamantes creados en laboratorio supusieron, en su introducción en el mercado, una posible amenaza para el mundo del diamante natural; lo cierto es que, el diamante creado ha ayudado a introducir nuevos consumidores en el mundo de la joyería, consumidores que quizás no podían permitirse una joya con diamantes naturales, ahora pueden acceder a una joya con diamantes creados a otro precio. Esto trae consigue una pizca de beneficio para el sector, pero el diamante natural cuenta con esa escasez mientras que el creado siempre será infinito; y este es el factor que indudablemente influye en su valor, lo mismo que hace que el diamante natural continúe siendo un objeto deseo, un lujo y un elemento extraordinario no apto para todos. El diamante natural siempre ha estado asociado al lujo y mientras un amplio rango de consumidores pueden acceder a los diamantes creados en laboratorio, el diamante natural seguirá siendo, como decíamos, ese valor refugio ya que, aunque desde la crisis sanitaria esta industria es una de las que más ha sufrido, es también la que más valor ha ido gestando. Un valor emocional y un valor refugio que caracteriza a los diamantes naturales, siendo estos también el sustento de la industria.
Dos alternativas, dos mercados, dos situaciones y un futuro todavía incierto. ¿Podrán convivir finalmente diamantes creados y diamantes naturales? “Puede que un porcentaje sustituya al diamante natural o puede que ocurra lo contrario y se acabe convirtiendo en una circonita”, añade Negueruela, especialista en piedras preciosas. Y, como dijo De Beers en su día, “el mundo no busca perfección, busca confianza”.
Mi opinión es que los diamantes sintéticos como el resto de gemas tienen su apartado Las Gemas naturales serán siempre el valor