Las bodas, los festivales y las fiestas en general; el casual chic, el querer volver a arreglarse para el día a día; las ganas de hacer, ver y dejarse ver vuelven. Esta temporada todo convive en un único joyero.
Las tendencias de la temporada han hablado alto y claro y el maximalismo y el exceso son las claves para elegir qué joya ponernos o, mejor aún, que look crear a partir de la combinación perfecta. Anillos, pendientes, brazaletes y collares, todo es tendencia con un denominador común: el tamaño. Piezas que llaman la atención, que elevan cualquier look y que nos visten de día y de noche. Pero, ¿por qué ha vuelto el maximalismo de esta manera tan fuerte?.
Con el Zoom Boom, Ła tendencia en la que las maxi joyas eran las protagonistas a través de una pantalla, creíamos que el maximalismo había vivido su mejor momento pero, ahora, las ganas de hacer, ver y dejarse ver vuelven a estar más presentes que nunca. Los planes, las fiestas, el volver a arreglarse, el casual elevado y cualquier gesto sofisticado son la causa. Al mismo tiempo que los esenciales y las piezas atemporales se han convertido en el objeto deseo de las nuevas generaciones, esta temporada todo convive en un único joyero.
Los datos lo confirman, y es que en la segunda mitad de 2022, las firmas minoristas de Estados Unidos y Reino Unido han introducido casi el doble de vestidos de fiesta en comparación con 2019, según han publicado en Business of Fashion. Y durante el mismo período, los vestidosde lentejuelas vendieron un 52% más y los zapatos de tacón un 121%. Las últimas Navidades siguieron el mismo patrón, ya que las colecciones de fiesta se fueron refrescando cada semana con nuevas propuestas. A estos datos, se suma la joyería, que también cerro el año con datos positivos y, en navidades, se convirtieron o bien en el regalo estrella o en el complemento más especial del look. Y esto vaticinó lo que pasaría a continuación.
Las bodas, los festivales y las fiestas en general; el casual chic, el querer volver a arreglarse para el día a día. Así es como se comporta y se comportará en las próximas temporadas la sociedad, por lo que no es de extrañar que las joyas jueguen un importante papel (siempre lo hacen). Collares llamativos, perlas en formato maxi (también anticiparon la tendencia), pendientes largos o de gran tamaño, el más es más en anillos y el brazalete en su máximo esplendor.
Y así, la comodidad y la sofisticación conviven en estilos relajados aunque llamativos y con mucha personalidad. Las joyas minimal abrazan el exceso.