Debemos ser sumisos, explorar y aprender de lo que nos rodea
Debemos liderar en la diversidad. Es muy necesario formar equipos y tenemos varias posibilidades con personas ya sean parecidas o distintas. En la propia cantera o haciendo fichajes.
Si son parecidas, conectarán bien y el ambiente será más agradable; pero no podemos renunciar a la excelencia, esa que nos llena de talentos que buscan un mismo objetivo y vienen cargados de experiencia. El que sea capaz de amalgamar tal diversidad, se convertirá en un gran líder.
Un gran equipo necesita siempre un gran líder. Busca tu equipo, ya sea homogéneo o complejo.
La vida es un movimiento entre subidas y bajadas, todo un torbellino de emociones, un misterio por resolver, un milagro sin explicación.
Estamos llamados a estar vivos y activos en donde debemos aprender, aprovechar y vivir el tiempo que nos toque segundo a segundo. En la vida laboral pasa exactamente lo mismo.
No esperes a que los demás te resuelvan los problemas. Todos queremos tener éxito, pero ¿qué hacemos para lograrlo? ¿Somos de los que hacen que ocurran las cosas o esperamos a que sucedan, o de los que preguntamos qué ha sucedido? Seamos de los coherentes, tanto en lo que decimos como en lo que hacemos.
Luchemos por usar esas tecnologías que tenemos a nuestro alcance, procuremos formarnos para sacarles el máximo partido a todas las herramientas que nos brinda el mundo actual. Tengamos pasión y vocación.
Debemos ser sumisos, explorar y aprender el cómo se hacen las cosas, y el cuándo…. Una gota de sentimiento humano debería existir siempre.
Estamos llenos de macro información. Siempre debemos escuchar y poner muchas horas de trabajo con equipos multidisciplinares. Está claro que esta vida no es fácil, pero es bella. Y es la que tenemos…
Los que amamos nuestra profesión, somos un reflejo de ella. Nunca como hoy tuvimos tantas herramientas a nuestro alcance, tantos medios y motivos para aprender y usarlas… Aprovechémoslas.
Cómo no sabíamos que era imposible, lo conseguimos. Debemos recordar esto: las grandes mentes discuten las ideas; las mediocres, los eventos; las pequeñas, a las personas.
Transportando un puñado de tierra todos los días, lograremos hacer una montaña. Lo único que trasciende de nosotros, será nuestra obra.
Sólo la persona superior se atribuye la culpa a sí mismo; el común la echa a los demás.
Para ir a la cima de la montaña, hay muchos caminos, pero recordemos siempre que sólo hay una cima. Y nunca sabemos de lo que somos capaces hasta que lo intentamos.
Teresa de Calcuta nos decía: A veces sentimos que lo que hacemos es sólo una gota en el mar, pero el mar sería menos sin esa gota. Eso es lo que pasa en nuestro día a día y en nuestro trabajo. Sigamos aportando esa gota que es muy valiosa para lograr el mar de nuestros éxitos.
