El “efecto riqueza” del aumento de los ingresos en los mercados emergentes está impulsando la demanda de oro por parte de los consumidores, especialmente en joyería
El año ha empezado con el precio del oro disparado y parece que, de momento, no habrá tregua ya que este metal, que lleva registrando máximos históricos en los últimos dos meses, alcanza un nuevo récord y se colocan en 2.300 dólares la onza.
La cotización del metal se ha incrementado en los últimos meses en un 24%. Después de que en febrero y octubre del año pasado el oro alcanzara un mínimo de 1.900 dólares la onza, este comienzo de año ha sido todo lo contrario, disparando su valor y registrando máximos históricos. De hecho, el pasado lunes, el oro alcanzó su octavo récord en 16 meses con una cotización de 2.265 dólares la onza. Ahora, el oro continúa con su increíble carrera alcista y alcanza los 2.300 dólares la onza.
Ante esta situación, muchos analistas aumentan sus pronósticos para los precios del oro y, por ejemplo, la directora de investigación de materias primas de JP Morgan, Natasha Kaneva, afirmó para Bloomberg TV que existe «una posibilidad de que el oro alcanza los 2.500 dólares la onza este año«.
A su vez, un informe presentado por Goldman Sachs Research afirma que la demanda mundial de joyería también podría estar influyendo en este estado del oro ya que «el grupo de consumidores ‘ricos’ en rápido crecimiento en la India impulsará el crecimiento del consumo de joyería. Además, el consumo del oro también se ha visto respaldado por la falta de inversiones alternativas en algunos países que experimentaron grandes cambios políticos en los últimos años como Turquía o China«. La fuerte demanda minorista de oro podría impulsar el precio del metal al alza; mientras tanto, el “efecto riqueza” del aumento de los ingresos en los mercados emergentes está impulsando la demanda de oro por parte de los consumidores, especialmente en joyería.
