El stacking, el gesto por excelencia que ha definido la temporada y que define una nueva estética en la joyería, permite potenciar el estilo personal y elevar cualquier look
Este año, la superposición de joyas ha definido los manuales de estilo en cuestión de tendencias. Encontrando un equilibrio entre joyas minimalistas y otros más llamativas, este layering busca transmitir la personalidad a través de combinaciones versátiles y elegantes a partes iguales. Tanto es así que, para Chaumet, este manual de estilo ha sido clave para lucir una de sus colecciones más icónicas, Bee My Love.
Universales pero distintivas, las creaciones de la colección Bee My Love de Chaumet se prestan a infinitas expresiones de estilo y composición donde el recurso de la acumulación aporta nuevas posibilidades para mezclar y combinar el oro y los diamantes, la máxima de este gesto que ha llegado para quedarse y define una nueva estética en la joyería. Cada efecto posee una singularidad que responde al ritmo de los movimientos, revelando personalidades individuales con brillantez.
En el caso de Bee My Love, como en una colmena construida a lo largo del tiempo, las celdillas se disponen en sucesión interminable sobre la joya y una fusión de oro pulido a espejo y diamantes brillan con forma hexagonal en tonos miel. El resultado son creaciones atemporales y eternas que todo el mundo puede hacer suyas, símbolos que hace sentirse a quien las lleva, parte de una comunidad.
La clave para acertar con estos sutiles y elegantes diseños de la Maison francesa es llevarlos en ‘stacking’, el gesto por excelencia que ha definido la temporada y que es, también, la oportunidad perfecta para divertirse mientras se explora la creatividad del joyero. Un recurso lúdico de infinitas posibilidades entre las que elegir y donde no hay combinaciones correctas o incorrectas. Además, adornar tanto los dedos como las muñecas con múltiples sortijas y brazaletes permite potenciar el estilo personal y elevar cualquier look.