«Creemos profundamente en el ‘Made in Italy’ y queremos estar entre los defensores de la creatividad italiana, tan conocida en todo el mundo«
Leo Pizzo se ha convertido en una marca de lujo internacional gracias a la capacidad de innovar respetando la tradición, por su facilidad para anticiparse a las tendencias e introducir nuevas manufacturas en el mercado, así como una fructífera creatividad y artesanía.
En 1971, un muy joven Leonzio, después de aprender los conceptos básicos del oficio de la mano de los expertos más destacados en el sector, abrió el primer taller que llevaba su propio nombre. Su matrimonio con Rosaria Di Giorgio, gemóloga, da como resultado una relación duradera tanto en el trabajo como en la vida y, compartiendo los mismos valores de familia, entusiasmo, pasión y belleza, esta historia de amor es también un historia profesional que da como una fruto el posicionamiento actual, gracias en parte al nuevo impulso empresarial.
Así pues, situada en el distrito Goldsmith de Valenza, la “Ciudad de Oro” en la que el “Made in Italy” es sinónimo de excelencia, Leo Pizzo puede presumir de todo un ciclo de producción, desde la concepción del producto hasta la comercialización, tomando sus propias decisiones, apostando por una creatividad sin límites y, sobre todo, garantizando la continuidad de la vocación artesanal. Así, en la sede de esta marca los maestros artesanos trabajan en un equilibrio armonioso entre la máxima precisión y la pasión (el secreto de Leo Pizzo), comprometiéndose a buscar el diseño más refinado y a seleccionar las materias primas de la mejor calidad que cumplan con el Sistema de Certificación del Proceso de Kimberley. “Nuestras creaciones, tan queridas y apreciadas por mujeres de todo el mundo, son el resultado de una cuidadosa selección de materias primas, que se realiza según los más altos criterios cualitativos y éxitos exigidos en el mercado”, afirman desde la compañía. “El distrito de Valenza es garantía en el mundo de tradición manufacturera y de los mejores recursos en el sector orfebre, un privilegio que queremos preservar en el territorio para garantizar la continuidad de la vocación artesanal Made in Italy”, añaden.
Y es que, desde Leo Pizzo nunca ha querido “deslocalizar” la producción debido a la altísima concentración de competencias especificas que se pueden encontrar en Valenza, así como las posibilidades de investigación y desarrollo que ofrece. “Si subcontratáramos la producción, esta ventaja competitiva se perdería irremediablemente”, afirman desde la compañía.
El futuro de la artesanía
Bajo esa necesidad e ilusión por garantizar el saber-hacer de un distrito como el de Valenza, Pizzo es cofundador de “Mani Intelligenti”, una start-up nacida de las necesidades concretas de un grupo de dieciocho empresas de Valenza que comparten un objetivo común: afrontar la brecha generacional y, por tanto, buscar y formar nuevos generaciones de orfebres. «Creemos profundamente en el ‘Made in Italy’ y queremos estar entre los defensores de la creatividad italiana, tan conocida en todo el mundo”, afirma Sara Pizzo.
Colecciones al compás de las tendencias
Durante medio siglo, Leo Pizzo ha destacado por la capacidad del Sr.Pizzo para seguir el ritmo de los tiempos, anticipar y marcar tendencias y adaptarse a los cambios que exige la modernización. Sin embargo, todo esto lo logró sin abandonar su valor tradicional y manteniendo el equilibrio adecuado entre pasado y presente. Una filosofia que perdurará en el tiempo gracias a su hijos, Tancredi. Rocco y Teresa, dispuestos a retomar el legado del fundador y aportar, al mismo tiempo, una nueva visión para el futuro en la empresa. «Para nosotros es importante garantizar la excelencia a nuestros clientes antes, durante y después de su compra. En nuestra opinión, poner el nombre de nuestra familia detrás de nuestra marca es la mejor garantía”, afirma Leo Pizzo.
Con un estilo clásico en clave contemporánea a través de un estudio constante de volúmenes y proporciones, las colecciones de Leo Pizzo destacan por un sinuoso juego de luces y sombras que recrea de forma encantadora las mil facetas de una mujer. “La forma en que cambian a través de los años, tomando diferentes tonalidades en su aspecto y sin embargo permaneciendo iguales es lo que hace a cada mujer versátil y atractiva y esto es algo que nunca cambiará. Como ya hemos dicho, la creatividad de Leo Pizzo no sólo sigue las tendencias sino que también se anticipa a ellas. Esto significa que queremos que las mujeres comprendan que existe la joya adecuada para cada ocasión, estado de ánimo y necesidad. No importa la edad o el outfit, siempre hemos buscado nuevas formas de hacerlas sentir especiales al usar nuestras joyas y lo seguimos haciendo, todos los días. Sabemos que nuestra misión se cumple cuando una mujer porta una joya que refleja su alma y la hace brillar con su propia y poderosa luz”, añaden.
Partiendo de la tradicional y aclamada técnica del pavé que hizo famoso a Leo Pizzo en todo el mundo con la icónica Flora Collection, las nuevas colecciones, como Merletti o Light Wings, derivan de un trabajo de simplificación y búsqueda de líneas esenciales y limpias. El resultado de esta evolución son collares, anillos y pulseras ultraligeros capaces de despertar emociones con su gracia. El especial calado se basa en un juego de macizos y huecos que confiere a las joyas un precioso efecto tridimensional, seña de identidad de la marca.
Además, cada joya busca ser un paso hacia un presente más sostenible, por ello en Leo Pizzo cumplen con certificaciones como el Global Recycle Standard (GRS) y el Recycled and Upcycled Recycled Claim Standard (RCS) para el oro de 18 quilates.