Juan Candame impulsó la joyería gallega a nivel nacional e internacional y entre sus virtudes, siempre destacó la representar esta industria de la mejor manera, buscando como potenciarla
El sector joyero y relojero despide tristemente a Juan Candame Areosa (Vilaboa, culleredo, 1944) tras fallecer este domingo. Un imprescindible del sector joyero y uno de los hombres que presentó a la joyería gallega por todo el mundo, llevando lo mejor de nuestro sello a nivel internacional.
Desde exportar piezas a Japón a crear un imperio en 1965, Candame, el suyo propio, siendo pionero también en abrir su fábrica al público final, instalando en A Coruña una fábrica escaparate. Desde sus inicios, todo fueron años de curiosidad, trabajo muy duro y riesgos y experiencias. Ejerció como escuela de formación para muchos profesionales de hoy en día, como es el caso de Oscar Rodriguez e impulsó y promovió a nivel internacional toda la joyería gallega, logrando con sus esfuerzo grandes ayudas de la Xunta de Galicia que dieron un reconocimiento internacional a nuestro sector.
Entre sus hazaña también destaca como llevó el pabellón Plaza Galicia a diferentes ferias nacionales e internacional, en especial la edición extraordinaria que celebró Inhorgenta Munich, fue fabricante y promotor de diferentes premios internacionales, formaba parte y participaba activamente en eventos nacionales, como Iberjoya. También representó, durante más de 20 años, a 12.000 compañías españolas como presidente de la Asociación Española de Joyeros, Plateros y Relojeros (AEJPR).
También fue creador de grandes piezas inolvidables, como el regalo que le hizo la Xunta a la duquesa de Lugo como regalo de boda, un collar y unos pendientes en los que recuperó diseños gallegos antiguos, pero dándole un volumen actual.
Todo ello tras aprender el oficio de joyero al terminar sus estudios de bachillerato y empezando su trayectoria profesional con un pequeño taller de joyería en A Coruña que rápidamente tuvo buena acogida. Un taller que se convirtió en un. gran fábrica en la que se realizaban íntegramente creaciones exclusivas en oro blanco y amarillo de primera ley, diamantes, perlas y piedras preciosas, desde la idea original hasta el acabado final, pasando por todos los procesos de fabricación. Su expansión comercial es otro hito en la historia joyera de Juan Candame, con un gran reconocimiento internacional, así como sus obras, presentes en los grandes escaparates españoles. En definitiva, su mayor virtud era impulsar el sector joyero y relojero.