Tenemos que ir un paso más allá, ofreciendo lo mejor y al mejor precio
Estamos metidos en pleno verano y en un año donde estamos batiendo todos los récords de turistas, gente dispuesta a viajar, disfrutar y gastar. Ya sabemos que las excursiones y comidas se llevarán una gran parte, pero esperemos y tratemos de comer un trozo de ese pastel…
La joyería fue un gran motor productor, exportador y de consumo interno. Tenemos que tratar de recuperar un buen ritmo y situarnos en la cabeza del sector a nivel mundial. Debemos afrontar la segunda parte del año con optimismo y confianza en el sector y en nosotros mismos.
Solo el contexto geopolítico y de mucha incertidumbre podrá derrumbar nuestras expectativas.
Tenemos que afrontar y superar cualquier dificultad en la búsqueda de buenos profesionales, cualificados. Tema que empieza a dar sus frutos tras el largo esfuerzo formativo de muchas escuelas y cursos del sector.
Debemos seguir trabajando y aportando valor a cada eslabón de la cadena y hacer frente a cualquier desafío que se nos presente y que va a marcar claramente el futuro.
Seguimos teniendo los retos de la transformación digital y la omnicanalidad, sumado a que tenemos un cliente cada vez más formado e informado y que el impulso no es suficiente en la toma de decisiones a la hora de efectuar una compra. Atentos a las nuevas tendencias de consumo en el sector. “No todo vale”.
Es muy posible que alcancemos mas de 90 millones de turistas este año… Alguna joya o reloj comprarán, digo yo.
Y las tiendas van a tener que cambiar empleados y ampliar tecnología, con un claro objetivo: mejorar su eficacia, ofrecer más valor y oportunidades y una experiencia excepcional de atención al cliente dando un gran impacto positivo.
El espíritu y sacrificio incansable de los componentes de nuestro sector ha sido la semilla que dio como resultado el poder seguir en cabeza de carrera y continuar la marcha emprendida.
Llegar aquí fue todo un logro, continuar y coger más velocidad, si cabe será un desafío y reto constante.
Siempre tenemos que ir un paso más allá, ofreciendo lo mejor y al mejor precio.
No olvidemos que la experiencia es un aspecto esencial para el cliente. Las tiendas tienen mucho que decir sobre esto y en ello han de profundizar.
El crecimiento de nuestro sector tendrá como patas de apoyo la digitalización y la formación. No hay otro camino. Todo ello va redundar en saber conectar mejor con los clientes y consumidores de nuestros productos.
Siempre es bueno recordar eslóganes que fueron famosos: “Si no hay Casera, nos vamos”. Hagamos otro nuestro: “Si no hay la joya que buscamos, nos vamos”. Para sacar adelante lo que nos proponemos, solo hay que ponerse y actuar. Agua parada, no muele molino.
El consumo de joyas y relojes forma parte cultural de nuestra sociedad, aprovechémoslo.
Busquemos la originalidad en la comunicación, esto es otra forma de innovar y de posicionarnos.
Hagamos formación continua, creemos incentivos, fidelicemos al personal y al trabajo en equipo. Adaptémonos a las nuevas demandas y marquemos la reinvención continua.
Es muy importante que el sector se manifieste unido, con un solo discurso, y de esta forma poder solucionar los problemas comunes, que son los que ponen en peligro el futuro del mismo.
Y tengamos muy presente que, por mucha tecnología que implantemos, hoy por hoy , sin personas es muy difícil terminar cualquier idea que emprendamos. La amabilidad es clave en nuestro trabajo, y solo es humana.