La problemática de tener dudas a la hora de saber qué estamos vendiendo o importar, sin conocimiento alguno, piedras sintéticas o de imitación, crece. Analizamos estas cuestiones con el objetivo de continuar mejorando el sector joyero y relojero y evitar así malas prácticas
España importó aproximadamente 200.300 kilogramos de artículos de joyería hechos con metales preciosos desde Italia en 2023. De esta forma, el mercado italiano se convirtió en el principal origen de las joyas extranjeras de este tipo comercializadas en el país durante el año referido. Alemania y Francia se situaron en segundo y tercer lugar respectivamente seguidos de China, Tailandia, Bélgica, Polonia, Irlanda, Portugal e India. Así lo afirma Statista. Las citas feriales internacionales, como pueden ser Istanbul Jewelry Show, JGTD, JIS Miami o HKTDC, son escenarios perfectos para que los profesionales del sector amplíen sus colecciones importando nuevo stock mientras que, la Ley de los Metales Preciosos se presenta desactualizada y el proceso de cómo importar una joya a veces desconocido. Así mismo, la problemática de tener dudas a la hora de saber qué estamos vendiendo o importar, sin conocimiento alguno, piedras sintéticas o de imitación, crece. Analizamos estas cuestiones con el objetivo de continuar mejorando el sector joyero y relojero y evitar así malas prácticas.
En una entrevista publicada en Grupo Duplex en la que Milagrosa Gómez, Presidenta de la Asociación de Joyeros de Córdoba anunciaba que deja el cargo tras 12 años, afirmó que uno de los factores a trabajar en el sector joyero es la Ley de los Metales Preciosos, “necesitamos que se produzcan cambios normativos en lo relativo a la Ley y Reglamento de Metales Preciosos cuya publicación data de 1988 y que estos se adapten a la evolución que ha tenido el sector durante todos estos años”. Y es cierto, el sector joyero ha evolucionado tanto y continúa evolucionando tanto que se convierte en algo muy necesario. Algo en lo que coincide Joan Ignasi Moreu, Director General del JORGC, “no debemos olvidar que la actual legislación en materia de metales preciosos (en la que se incluye la joyería de oro, plata y platino) ya tiene una antigüedad notable: La ley de Metales Preciosos es de 1985, y el Reglamento que la desarrolló es de 1988. Es más, no han experimentado ninguna actualización, excepción hecha del cambio en su artículo 13 para intentar determinar los procedimientos a seguir en caso de que dichos productos viniesen de otros países, diferenciando los de la propia unión europea de los restantes países”.
“Por tanto, nuestra legislación ha ido perdiendo encaje con las problemáticas y canales. Por un lado, la comercialización ha sufrido una notable revolución; y en dichas normativas no hay ninguna mención al e-commerce, solo por poner un ejemplo. Y como no, otro aspecto de cambio muy profundo ha sido el de las nuevas tecnologías. En la legislación no se habla de marcado mediante láser, ni se tiene en consideración la metodología FRX (Fluorescencia – Rayos X) como posible método de análisis para la determinación del contenido de metales preciosos y su ajuste a los grados de pureza determinados legalmente. Sin embargo, falta tener un claro consenso de todos los agentes respecto a cuáles deben ser estas actualizaciones y cambios. Aunque al menos posiblemente haya un punto de consenso de partida: la necesidad de revisar la actual normativa para ajustarla. Nos atrevemos a decir que todas las asociaciones sectoriales y territoriales, los laboratorios y el mundo empresarial están de acuerdo en que esta revisión es absolutamente necesaria”, añade Joan Ignasi.
En relación con esto, y teniendo en cuenta que la Ley de los Metales Preciosos da para un debate aparte, las importaciones de joyería pueden ser un handicap si no se conocen bien los procedimientos a seguir y, además, se corre el riesgo de importar un producto de imitación o sintético sin tener conocimiento de ello por lo que, la información transmitida al consumidor tampoco será la correcta; en un momento en el que este mismo, además, está cada vez más informado de lo que compra o incluso, en ocasiones, su acción de consumir se ve motivada por valores como la transparencia, trazabilidad o la sostenibilidad. De hecho, “el problema de la importación de piedras “falsas” o de baja calidad es un desafío considerable en la industria de las gemas y piedras preciosas. Para abordar esta situación y evitar que se comercialicen piedras falsificadas, el sector puede adoptar varias medidas estratégicas y trabajar de manera colaborativa”, afirma Elisabeth Cardó, Presidenta de la Sección de Gemología del JORGC. Algunos pasos clave para ello, como nos cuentan Elisabeth y Roc Majoral, de Majoral y miembro de la Junta de Gobierno del JORGC, podrían ser Estándares de Certificación Internacionales, el uso de la tecnología para la trazabilidad, la educación y concienciación, la colaboración entre actores del sector, la mejora de la legislación, la creación de un sello de calidad Nacional o Regional o el Fomento del Comercio Justo y Ético.
“La clave para evitar la proliferación de piedras falsas es la colaboración integral del sector desde los proveedores hasta los minoristas y los organismos reguladores. Establecer un marco regulador sólido, adoptar tecnologías avanzadas de trazabilidad y promover la educación en la industria son los pilares para garantizar la autenticidad de las piedras importadas. Esto no solo protegerá a los consumidores, sino también la reputación y sostenibilidad del sector gemológico”, añade Elisabeth Cardó.
Por otro lado, y como nos cuenta Almudena Gómez, Directora del Laboratorio de Análisis y Certificación del IGE, en la entrevista publicada en Grupo Duplex, “cuando un cliente adquiere una joya con gemas o una piedra preciosa convenientemente certificada tiene la tranquilidad de comprar una pieza con una garantía de calidad”… Es importante tener en cuenta que no sirve cualquier laboratorio para la certificación de gemas: hay que certificar en laboratorios reconocidos que tengan un prestigio para que el documento emitido tenga valor y credibilidad en el mercado. Al adquirir gemas certificadas por laboratorios reconocidos, el joyero se protege, ya que tiene absoluto conocimiento del producto que está comprando. Esto evitará pagar a precio de natural materiales sintéticos y/o tratados, o incluso imitaciones… De cara al cliente, al acompañar las joyas y gemas del certificado de un laboratorio solvente añade valor al producto, y genera una mayor confianza. Es importante destacar que, de esta forma, se evita también la venta involuntariamente fraudulenta, que puede ser fatal para que un negocio disfrute de la credibilidad intachable que se necesita ostentar en el sector joyero y del lujo”, añade.

Así es que, mientras las opciones para unas prácticas correctas son diferentes, como la de contar también con un equipo de expertos, conocedor del sector con las aptitudes necesarias para seleccionar el material, comprarlo, importarlo o exportarlo de una forma correcta, las importaciones también deben cumplir con unas reglas ya que, como afirman desde AVAJOYA, “de la misma manera que en otros sectores hay disposiciones para controlar en frontera el cumplimiento de la Normativa Reach de aplicación europea, ningún producto importado de joyería viene controlado en este sentido, por lo que si bien en el mejor de los casos, vienen analizados y contrastados por un Laboratorio Oficial, es posible que sus niveles de Pb y Zn o su liberación de Ni sea superior a los niveles admitidos”.
Importaciones, problemática y solución
Tras contar con la colaboración de AVAJOYA, conviene remarcar que el Reglamento (UE) 515/2019 de Reconocimiento Mutuo adopta la Sentencia del TJUE al Asunto C-525/14 contra Chequia donde fue aceptado el principio de ensayo y contraste por un Organismo independiente como método habitual de establecimiento de garantías en el comercio exterior de artículos de metales preciosos en el territorio de la UE. El respeto hacia las obligaciones del contraste permite mantener un comercio justo en las transacciones entre fabricantes y compradores, en el caso de adquisiciones intracomunitarias, o importadores, en el caso de mercancías procedentes de terceros países, y no solo por el contenido en metales preciosos, sino también para garantizar las restricciones a la presencia de sustancias de riesgo para la salud y la seguridad de los consumidores.
La problemática se encuentra en la libre circulación de mercancías entre los Estados Miembros, que reconoce que los contrastes de cualquier Estado que aplique un sistema equivalente de control por parte de un tercero independiente; este libre comercio es un gran éxito de la UE pero no garantiza la joyería ni protege los derechos del consumidor, cruciales para continuar avanzando en el futuro del sector, ya que, algunos, aprovechan la ausencia de este sistema obligatorio de garantías realizando la recepción de sus importaciones en sus puntos aduaneros, abonando un arancel como único trámite y sustrayendo el control obligatorio de la mercancía al que la sometería el Estado español. “Es evidente que el despacho a libre práctica en los Estados Miembros de la Unión con legislación no equivalente comporta estos riesgos que son aprovechados para disponer en el mercado nacional de artículos sin el preceptivo contraste, pero no menos cierto es que a partir de este estadio todos los opera- dores económicos implicados son responsables de infracciones graves o muy graves tipificadas en el Art. 17 de la Ley 17/1985 o los Art. 273 a 288 bis del Código Penal relativos a la competencia desleal”, afirman desde AVAJOYA.
Así pues, según la ley, hay que tener en cuenta tres situaciones claramente diferenciadas a la hora de importar producto:
1. Para la comercialización en territorio español de objetos fabricados con metales preciosos importados, procedentes de Estados que no sean miembros de la UE (por ejemplo, India o Turquía) se cumplirán los requisitos establecidos en el Capítulo II del Título que define las obligaciones para el comercio interior y que se resumen en: “Que con independencia de los contrastes con que estos objetos hubieran sido marcados en el Estado de origen, deben ser marcados en destino con el contraste de garantía por un Laboratorio de Contrastación reconocido en España”. Esta disposición se completa no reconociendo los posibles contrastes realizados desde Laboratorios Off-shore, es decir, los habilitados por Estados Miembros en países terceros y fuera de su jurisdicción, tal como transmite la Sentencia.
2. Para la comercialización en territorio español de objetos procedentes de un Estado Miembro de la UE con legislación no equivalente a la española le será de aplicación lo previsto en el punto anterior salvo que dicho Estado (por ejemplo, Italia) disponga de un sistema de contrastación voluntario a priori y los objetos hayan pasado el control de un Organismo independiente (Laboratorio de Contrastación) e incorporen el contraste de garantía oficial de dicho Estado. Esto quiere decir que, la simple declaración de parte del operador económico no es suficiente para su libre circulación en el territorio de la UE.
3. Las disposiciones anteriores no afectan a los contrastes o marcas de garantía aplicadas en los Estados Miembros de la UE con legislación equivalente a la española y que, de acuerdo con el Reglamento (UE) 2019/515 de Reconocimiento Mutuo, constituyen la Autorización Previa para su comercialización en el territorio de la Unión. “Toda medida que pueda obstaculizar directa o indirectamente, real o potencialmente, el comercio en el seno de la Unión debe considerarse una medida de efecto equivalente a una restricción cuantitativa a la importación en el sentido del Art . 34 del Tratado de Funcionamiento de la UE (TFUE)”.
Aquí es necesario clarificar qué Estados Miembros de la UE pertenecen a cada una de las anteriores categorías:
Estados Miembros de la UE con legislación equivalente: Bulgaria, Chipre, Chequia, Croacia, Eslovaquia, España, Francia, Hungría, Irlanda, Lituania, Letonia, Países Bajos, Polonia, Portugal y Rumanía. Estados Miembros de la UE con legislación no equivalente pero que pueden serlo al disponer de un sistema de contraste voluntario a priori a través de un Organismo independiente: Austria, Bélgica, Dinamarca, Eslovenia, Estonia, Italia, Finlandia, Malta y Suecia. Estados Miembros de la UE con legislación no equivalente y sin posibilidad de serlo al no disponer de un sistema de contraste a priori: Alemania, Grecia y Luxemburgo. Estados Europeos no Miembros de la UE: Albania, Bielorrusia, Bosnia, Islandia, Israel, Liechtenstein, Moldavia, Noruega, Reino Unido, Rusia, Serbia, Suiza, Turquía y Ucrania. Estados Europeos no Miembros de la UE con acuerdos de asociación y con legislación equivalente en materia de relojería: Suiza (que tiene suscrito un acuerdo bilateral con España de reconocimiento mutuo de contrastes en este ámbito). Estados Europeos que se remiten a otras legislaciones europeas: Mónaco con Francia, San Marino con Italia o Liechtenstein con Suiza.

Por otro lado, estos serían los requisitos para acreditar la procedencia de la mercancía:
1. La aportación de la factura de compra, emitida por el proveedor de la mercancía, resolverá cualquier tipo de duda sobre su procedencia y los requisitos a satisfacer para su comercialización en territorio español de acuerdo con las clasificaciones del anterior apartado.
2. Todas las formalidades, caso de requerir el contraste de la mercancía en España, son de la incumbencia del importador (mercancía de terceros países) o del comprador (adquisiciones intracomunitarias) quienes, a los efectos legales, son los únicos responsables de la conformidad del producto en el territorio español o, dicho de otro modo, son los que deben plasmar su marca de origen debidamente registrada como requisito indispensable para ser acompañada por el contraste de garantía.
3. Por consiguiente, y como consecuencia del punto anterior, el contraste de origen (o responsabilidad) nunca puede ser derivado al proveedor exterior o pretender que este operador económico realice en España unos trámites para la legalización del producto que no le corresponden.
4. Toda duda relacionada con las marcas de garantía que pudieran incorporar los objetos de metales preciosos procedentes de los Estados Miembros de la Unión Europea o del resto de Europa son del cono- cimiento de las Asociaciones, Gremios, Colegios y Federaciones de joyería y afines, y están a disposición de los diferentes operadores económicos para su conocimiento y efecto.