Esta temporada, las joyas ganan protagonismo como elemento expresivo y cada pieza completa a la perfección cada estilismo. Con la vista vuestra en las próxima temporada festiva, hay una joya que no pasará por alto y que cumple precisamente con este requisito. Hablamos de los pendientes largos, esos que conquistan el invierno y que se convierten en un halo de luz imprescindible.
Mientras los aros ya remarcaron su regreso a principios del año adquiriendo nuevos volúmenes, relieves y detalles; los pendientes con connotación clásica vuelven a ser de los más deseados y los earcuffs brillan más que nunca, hay otro tipo de pendientes que esta Navidad reclaman su lugar.
Brillaron en los meses más cálidos pero, no sorprende que su momento álgido elegido sean las próximas fiestas si tenemos en cuenta que, gracias, a su estilo, estilizan a la perfección cualquier look, incluso el más discreto. Y esto se ha convertido precisamente en una máxima de la temporada, la capacidad de las joyas de tomar el protagonismo y elevar un look de forma sencilla. Si a esto le sumamos que estamos en un momento de transformación en el que la nueva generación de consumidores reclama joyas capaces de transmitir carácter y personalidad en un solo gesto, los pendientes extra largos tienen muchos motivos para ser los más deseados de esta época del año.
Por ello, aquellos que están a caballo entre lo clásico y lo reeditado, que son versátiles y sofisticados a partes iguales, que su poder reside en su connotación elegante y en la forma en la que elevan el brillo, serán los pendientes más buscados del momento. Los pendientes largos de una fila o incluso de varios, los tipo riviere, los que están adornados con piedras preciosas o circonitas y, en general, aquellos que están diseñados para destacar vuelven a ocupar un importante lugar.
En definitiva, una época festiva en la que el brillo está asegurado.
