Joyas tradicionales que renuevan sus diseños mientras mantienen viva la calidad y la atemporalidad conquistan un joyero lleno de piezas segunda piel
Las joyas de oro viven su mejor momento conquistando además a un nuevo target que busca tendencias que perduren, piezas únicas para toda una vida y tradición y belleza. De esta forma, joyas tradicionales que renuevan sus diseños mientras mantienen viva la calidad y la atemporalidad conquistan un joyero lleno de piezas segunda piel, para lucir en el día a día y, al mismo tiempo, en la noche más especial sin necesidad de elegir otros complementos.
Esta nueva estación nos invita a jugar y experimentar con diferentes joyas e incluso gestos, como el de colocar una pulsera por encima de la manga de un jersey, lucir un collar largo de oro con un jersey gris (un tándem demasiado perfecto), o combinar diferentes oros en un mismo look; por ello, se vuelve esencial dar con la joya perfecta que perdure en el tiempo y que se amolde a uno mismo de una forma sencilla, sin necesidad de forzarlo.
En materia tendencias, el oro rosa conquista esta temporada más que nunca, aunque el oro blanco y el oro amarillo juegan a llevarse bien para combinarse una y otra vez. Si hablamos de piedras preciosas, el diamante, el rubí, el zafiro y la esmeralda son los eternos favoritos, haciendo especial hincapié en el rubí, ya que el Cherry Red es el tono de la temporada en cuestión de moda, y el zafiro que, segundo Nivoda, se trata de una de las piedras preciosas más deseada en el tercer trimestre de este marketplace.
Además, que estas joyas sean las más deseadas tienen un especial sentido y es que, en las últimas temporadas hemos visto un especial interés en encontrar tesoros que sean eternos, que sean inversiones que puedan pasar de generación en generación y, por lo tanto, tengan esa carga emocional que convierte a la compra en una compra con más sentido. Y, por supuesto, dar así con esas joyas de oro que nos representen.
Una inversión inteligente y emocional, unas joyas para lucir temporada tras temporada y un sector de joyería fina y alta que se reinventa al compás que las exigencias de sus consumidores. Y es que, en esta industria hay cosas que nunca cambian, como el mix entre una joya eterna y una mujer que cuida cada detalle.