La nueva fábrica de Cartier cuenta con más de diez mil metros cuadrados de superficie, lo que supone el doble de lo planeado originalmente por la empresa
Richemont refuerza la capacidad productiva de Cartier con una nueva planta en Turín que, tras dos años de obras ya ha empezado a operar, contando con una superficie el doble de la originalmente planeada por el grupo de joyería. De esta manera, la compañía francesa de joyería propiedad de Richemont amplia su capacidad de producción con esta nueva planta ubicada en el Regio Parco de Turín (Italia).
La nueva fábrica de Cartier cuenta con más de diez mil metros cuadrados de superficie, lo que supone el doble de lo planeado originalmente por la empresa y está en funcionamiento desde enero, con 360 empleados. En plena capacidad, el centro empleará a 450 personas, según ha avanzado WWD. La planta de Turín ya ha comenzado a producir modelos icónicos de la casa como Ecrou, Juste Un Clou, Clash de Cartier y Grain de Café.
El centro utiliza exclusivamente energía de paneles solares y una planta hidroeléctrica y, además, está en proceso la construcción de otra nueva planta para Cartier, en Valenza. Esta fábrica finalizará sus obras en el primer trimestre de 2024 y tendrá una superficie de más de cinco mil metros cuadrados. En pleno funcionamiento, el centro empleará a 180 personas
Cartier fabrica en Italia desde 2013 y se llevan a cabo en el país todas las fases de la producción de la joyería, desde el pulido y el desgaste de gemas, el diseño asistido por ordenadores, la impresión 3D utilizada para la creación de prototipos y la fundición, entre otros.
La apuesta de la industria del lujo por nuevas fábricas
En los últimos meses, casas de joyería han apostado por contratar sus propios fabricantes o ampliar sus fábricas como por ejemplo LVMH, que anunció la adquisición del Grupo Pedemonte, el fabricante de joyería presente en Italia y Francia; una adquisición que se enmarca en la estrategia del grupo de ampliar su músculo productivo y adquirir a sus proveedores para asegurarse su aprovisionamiento. Y la planta de producción que LVMH está potenciando para Bulgari en Valenza, que estará lista a finales de 2025 con una superficie añadida de 17.500 metros cuadrados y prevé incorporar a 650 trabajadores a su plantilla tras la ampliación.
Y el caso de Kering y Pomellato, que han establecido una asociación a largo plazo con Costanzo&Rizzetto al adquirir una participación minoritaria en la conocida firma de orfebrería para reforzar sus capacidades de manufactura. Para Kering, esta compra también se produce en plena estrategia de las compañías de lujo por asegurarse su suministro mediante la compra o la entrada en el capital de sus proveedores.
Al mismo tiempo, Rolex prevé abrir una nueva planta de producción en 2029 que generará dos mil nuevos puestos de trabajo, con el objetivo de poder hacer frente a la demanda creciente de relojes Rolex.