Hace un año, el mundo se paralizaba tras vivir una catástrofe ambiental que nadie se hubiera imaginado nunca. Una DANA en Valencia que arrasó con todo, desde viviendas y negocios, hasta recuerdos e ilusiones. Un momento difícil en el que si algo no faltó fue la ayuda humanitaria, la misma que luchó por mantener en pie a aquellos ciudadanos que sufrían las consecuencias del temporal. En aquel momento, algunos de profesionales del sector expresaban para Grupo Duplex cómo estaban viviendo esos días tan complicados, en qué estado habían quedado sus negocios y cómo saldrían adelante. Un año más tarde, vuelven a compartir con nosotros esta experiencia que, a través del dolor y del esfuerzo, les ha llevado a volver a empezar.
Avajoya, la Asociación de Joyería de Valencia, jugó un papel fundamental en el apoyo a los negocios y profesionales afectados. Hace unos meses, presentó los resultados de su proyecto solidario “De joyero a joyero” en apoyo a joyeros afectados por la DANA. “El proyecto ha permitido canalizar la solidaridad del sector hacia los profesionales afectados, ofreciendo durante cinco meses ayuda económica, material y acompañamiento, tanto presencial como telefónico. La acción, coordinada por los propios voluntarios de Avajoya, ha servido para reconstruir talleres y dotar de recursos a quienes más lo necesitaban”, afirman desde la Asociación.
La campaña ha contado con la participación de más de 200 joyeros españoles, que han realizado donaciones económicas y de materiales. En total, se han efectuado más de 100 envíos, con más de 1.000 piezas distribuidas entre profesionales damnificados. Además, gracias a la colaboración de la CEOE, se captaron 1.490 euros en donaciones económicas, que han sido destinados a la creación de bonos de 90 euros para distribuir entre 13 empresas afectadas de forma equitativa. Estos bonos ya han sido entregados a varias empresas y su reparto continúa en curso.

El comienzo de algo mucho más grande, Feli Fashion
El 29 de octubre de 2024, la DANA arrasó con la joyería Feli Fashion llevándose también el trabajo y el esfuerzo de años. “Para nosotros la DANA ha sido un punto de inflexión, una situación que hemos convertido en la oportunidad de volver a intentarlo”, nos cuenta Sandra Galvez.
“Fue un día muy duro y lo vivimos desde una perspectiva muy triste tanto a nivel personal como profesional, pero nos abrió la mente para ser más fuertes y renacer después de todo”, añade.
Esta empresa familiar con casi 50 años de trayectoria volvió a resurgir con una nueva tienda y una nueva imagen pero con la misma ilusión de siempre. Ahora, vuelven a trabajar en su negocio bajo el nombre de Karena.
“Agradecemos de corazón la generosidad y solidaridad que hemos recibido. El apoyo de este gremio fue increíble”, concluyen.


Una campaña de navidad con mucha ilusión, Taller Joyero Aldaia
“Fue un año muy duro porque la recuperación está directamente relacionada con tu estado psicológico pero, ahora volvemos a estar contentos”, nos cuenta Polly que, junto con su familia, tenía una taller de joyería que quedó destruido por los efectos de la DANA.
Con el tiempo, pudieron recolocarse en otro espacio que les cedieron y que convirtieron en un nuevo taller así que, para ellos, este año también ha sido un volver a empezar. Tanto que incluso han rediseñado su logo como prueba de esta nueva oportunidad.
“Los clientes nos esperaron en lugar de trabajar con otros talleres y ahora estamos muy bien, muy ilusionados con la campaña de navidad. Estas fechas son muy importantes para nosotros y volvemos a tener ganas de trabajar”, añade Polly.
Aunque también quiere recalcar que mientras las administraciones les dieron la espalda y los ayuntamientos un poco de lo mismo, lo que realmente ayudó fueron el pueblo y las personas. “Vimos mucha humanidad; las personas, y el sector en especial, nos ayudaron tanto con material técnico como con otras ayudas como alimentos o incluso apoyo emocional, muy importante en esos momentos”.


Un año de pasar el luto, Tolmo Joyeros
Tolmo Joyeros de Paiporta también quedó arrasada, llevando por delante 25 años de trabajo y mucha ilusión. Aquel 29 de octubre de 2024, de su joyería no paraba de salir y de entrar agua. Mónica nos cuenta que este año ha sido un año de mucho confusión, de ir avanzando muy despacio. “Nos hemos centrado en la obra de la joyería y también en todas las gestiones necesarias pero, la verdad, la burocracia no ha puesto las cosas fáciles. La situación ha sido dura y, además, al intentar reiniciar el negocio te vas dando cuenta de todo lo que todavía te falta”, nos cuenta.
Tolmo tiene un proyecto en marcha para su nueva joyería y está trabajando en una nueva identidad, aunque afirma que todavía tardará unos meses y que, hasta entonces, está trabajando bajo cita previa.
Monica también reconoce y agradece el apoyo recibido por parte de muchos compañeros del gremio y, aunque la experiencia ha sido dura y por momentos perdía la fuerza para volver a empezar “es ahora cuando siento que empiezo a tener las cosas más claras y ya estoy dedicándole tiempo de verdad a trabajar en el negocio, recuperando la ilusión. Aunque esta campaña de navidad la perderemos, el año que viene ya queremos remontar del todo”.


“El pueblo se ha recuperado”, Emilio Rotgla Jewelry
Emilio no dudó en reabrir su joyería lo antes posible con el objetivo de inspirar a los demás a continuar adelante. Un año después, nos cuenta que si parecía que la recuperación iba a ser complicada y al pueblo le iba a costar años volver a ser lo que era, la sorpresa es que “la gente ha cambiado y muchos negocios han puesto de su parte para continuar adelante. Casi un 70% de ellos han vuelto a reabrir”.
“Ha sido un año agridulce. Ha habido momentos que te alegrabas de volver a estar aquí pero también momentos de melancolía, de pensar lo que ha sucedido”, afirma Emilio. Y aunque el miedo sigue ahí, desde el negocio familiar afirman que están contentos.
En su momento, Emilio también nos contó que no querían perder la campaña de navidad del año pasado a pesar de todo y que lucharían para ello. Hoy nos puede decir que ese esfuerzo ha dado sus frutos. “Tuvimos mucho trabajo, para nuestra sorpresa. Vinieron personas no solo de los pueblos de alrededor, también de Valencia capital, para apoyar al negocio local; ese gesto nos ayudó mucho”.
Ahora, con una reforma integral casi terminada, Emilio afronta otra campaña de navidad con la misma ilusión después de un año en el que tampoco les ha faltado trabajo.


Una ayuda a tiempo para retomar con fuerza, Relojería Cubells
Relojería Cubells es un negocio familiar que el abuelo de Verónica fundó en 1965 y que años más tarde pasó a la siguiente generación, la de su padre. En agosto de 2024, Verónica se convertía en la tercera generación al frente de esta joyería que tan solo unos meses más tarde quedaría arrasada por dos metros de agua y barro.
Cubells está ubicada en Benetúser pero la familia vive en otro pueblo y eso les llevó, hace un año, a tomar una buena decisión. “Vimos en la cuenta de Facebook del Ayuntamiento de Benetúser un aviso por alerta roja y decidimos no abrir, aunque tampoco nos esperábamos la magnitud de lo que iba a suceder”, nos cuenta Verónica.
Días más tarde, cuando pudieron trasladarse de un pueblo a otro, fue cuando se dieron cuenta de la envergadura del suceso y del estado de la tienda. “Aunque nos intentaron robar cuatro o cinco veces, todo estaba destrozado y para tirar. Estuvimos casi un mes limpiando el local”.
Un local que era del alquiler y, a pesar de haber iniciado las obras en su momento, tras no llegar a un acuerdo de reforma con la dueña, decidieron rescindir el contrato.
En un momento tan delicado, una situación así no es fácil de gestionar pero, en noviembre del año pasado, una solicitud del Ayuntamiento de Benetúser fue el inicio de ese volver a empezar. Verónica aceptó la ayuda de una parada en el Mercado Municipal del pueblo en diciembre, para aprovechar la campaña de Navidad. Esto les ha ayudado a continuar trabajando ya que, además, han podido participar en diferentes eventos y actividades organizados por el Mercado, lo que les proporcionaba visibilidad y nuevas oportunidades.

Desde entonces, continúan allí con su negocio aunque nos confirman que ya se han comprado un nuevo local, muy cerca del anterior, que de momento está en obras pero que seguramente puedan celebrar la reapertura a finales de este año. “Somos un negocio de muchos años, la gente nos conoce y, aunque nos preguntan cuando vamos a volver por la zona, esta parada nos ha ayudado a continuar. Estamos activos y podemos ir avanzando”, nos cuenta Verónica.
Desde Relojería Cubells también destacan la ayuda recibida por parte de todos los voluntarios que pasaron por Camí Nou y que “nos ayudaron para poder terminar antes con la limpieza del local. Sin ellos nos hubiera costado más tiempo”. Además, agradecen la ayuda de Avajoya ya que “ellos nos facilitaron unos expositores los primeros días para poder empezar en la parada del mercado; muchos joyeros y relojeros del grupo de ayuda de Avajoya también nos facilitaron material”.




