Los relojes mini se impusieron como tendencia absoluta del año y así lo confirmaron al principio de la temporada. En la última edición de Watches and Wonders fuimos testigos de como las cajas pequeñas eran las auténticas protagonistas en las nuevas colecciones de las marcas de alta relojería más deseadas. Pero también los vimos en las alfombras y en el street style; hasta tal punto que, aunque precedida por una obsesión por los relojes joyas, los Tiny Watches han creado un auténtico manual de estilo entre hombres y mujeres, adoptando la tendencia genderless y llevándola al máximo nivel.
La sencillez sofisticada y versátil es probablemente el atenuante para que esta tendencia esté conquistando (y obsesionando) tanto a diferentes generaciones amantes del universo relojero como a hombres y mujeres. Sin entender de género, ni de edades, los Tiny Watches se cuelan en la lista de lo que es tendencia aunque con un valor atemporal que marca la diferencia y es que estos mini relojes son clásicos, vintage y muy elegantes.
Una tendencia muy relacionada con los relojes-joya, un estilo de reloj que ha llegado para quedarse y que esta temporada vive su momento más álgido. (Madridjoya ha sido, por ejemplo, escenario perfecto para confirmar que esta tendencia es la favorita entre las mujeres). Así es que, no es de extrañar que el público masculino siga estos pasos después de que, ellos mismos, lleven una larga temporada prefiriendo las cajas más pequeñas y un estilo más minimalista.
Los relojes pequeños para hombre son el nuevo must de la relojería e incluso de la relojería de lujo; las últimas alfombras rojas han sido testigo de ello: el momento del reloj Cartier de Paul Mescal en la alfombra roja, el reloj vintage de Timothée Chalamet que sirvió también como joya de muñeca en los Oscar, o el Cartier Tank burdeos de Henry Golding. Un estilo de relojes que también han protagonizado momentos virales, como cuando Guitarrica presentó su nuevo álbum en ‘La Revuelta’ con un look casual de vaqueros y camiseta en el que los ojos se iban al reloj que lucía en la muñeca: el Baignoire, conlíneas rectas y silueta ovalada.

De esta forma, muchos relojes icónicos y nuevos modelos están perdiendo su etiqueta para ser compartidos entre hombres y mujeres.
Esferas rectangulares, líneas suaves, colores pastel, estéticas vintage… en definitiva, la obsesión por los modelos más diminutos se ha disparado a una escala sin precedentes. Un gesto que además recalca la necesidad de transmitir estilo y personalidad a través de todos nuestros complementos.






