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¿Y si defender la tradición joyera estuviera en manos del mismo sector?

Entre tanto frenesí, información engañosa y “productos sin vida”, lanzar el mensaje adecuado es la mejor baza

La tradición joyera reclama precisamente eso, su tradición; y es que, en un momento en el que todas las industrias cuentan con grandes potenciales como las herramientas digitales, en el que el tiempo se ha convertido en el verdadero lujo y, en un momento en el que todo va tan rápido y la información llega en exceso, es necesario frenar para volver a donde empezó todo, para valorar, una vez más, la tradición y el saber-hacer del sector joyero; unos valores que, además, perduran en el tiempo a pesar de todo.

Mientras una parte de la esperanza de este sector está en manos de los nuevos consumidores, esas jóvenes generaciones que han unido fuerzas para hacer un consumo más sensible y buscan seguir los pasos de los amantes de la joyería “de toda la vida”, las tendencias de consumo corren en la misma dirección, acercándose a la sostenibilidad y a la calidad, buscando que el producto también tenga una historia. Entre todo esto, a veces, todavía falla el mensaje.

Somos testigos de como son cada vez más los jóvenes que quieren invertir en joyería, que quieren lucir una pieza porque es tendencia o porque buscan transmitir su personalidad a través de complementos; es decir, está claro que un nuevo consumidor ha irrumpido en el mercado y es justo qué sepan qué están comprando. Quizás no siempre lo sepan, o quizás sí pero, sea como sea, nunca es tarde para volver a empezar.

En la era de esta nueva conducta de consumo y el sesgo generacional en la que la calidad gana frente a la cantidad, (se estima además que para 2025 el 50% de las compras de lujo sean de los millennials), poner peso en lo que hay detrás de una marca es cada vez más relevante y, entre tanto frenesí, información engañosa y “productos sin vida”, lanzar el mensaje adecuado es la mejor baza.

tradición joyera
Creatividad y diseño

Una clara declaración de intenciones es la última campaña lanzada por Gold&Roses, la misma que nos ha hecho parar, reflexionar y valorar. “Mejor sin copias” nace porque “la exposición de los diseños en un sector de la joyería cada vez más digitalizado, ha propiciado la infracción de los derechos de autor acentuando las copias, como sucede con nuestros diseños. Gold&Roses está rodeada de múltiples copias de sus diseños, a menudo producidas con materiales más baratos, técnicas de menor calidad y sin contrastes oficiales. Copias que no solo nos hacen daño a nivel de marca, sino también hacen daño al sector de la joyería española”, nos cuentan Hannah Rodríguez y Sonia Ruiz, fundadoras de la marca.

Con la campaña “Mejor sin copias” queremos concienciar al público final sobre el valor de lo auténtico, la importancia del diseño y de los productos originales. Las joyas Gold&Roses son creatividad, diseños, calidad y saber- hacer, “Made in Spain”, sostenibilidad y, sobre todo, una forma de embellecer a las mujeres”, añaden.

Y es que, al fin y al cabo, la joyería española es eso, es valor, tradición, saber-hacer y una industria formada por profesionales que, en un “all in”, deben defender su belleza. Un background que el consumidor final debe conocer para no caer en esas copias o en productos que se alejan de la calidad y ¿cómo?Educando al consumidor, enseñándole la historia y los procesos que hay detrás de cada pieza. Las joyas Gold&Roses esconden un proceso de creación que las hace únicas y especiales. El consumidor no se imagina las horas de trabajo que lleva fabricar una joya, ni la cantidad de diseños que hacemos para llevar a la excelencia. Es importante comunicar nuestro oficio para poder compartir nuestra pasión por la joyería”, afirman Hannah y Sonia.

Creemos que el proceso de educación social y sensibilización por parte del sector joyero es imprescindible para una buena expansión y acogida de la joyería sostenible y responsable con un consumo ético, ya que la preocupación por la sostenibilidad está cada vez más extendida entre los consumidores”, añaden.

En definitiva, defender la industria joyera puede estar en las manos de la propia industria y, para apostar por un futuro en el que los valores joyeros sigan siendo el principal pilar, además de comunicar y educar, el diseño y la creatividad también marcan la diferencia. “En muchos casos en el sector de la joyería se infravalora este trabajo y es la base de la diferenciación. El diseño es un valor añadido que los consumidores valoran y, además, están dispuestos a pagar. Quienes buscan Gold&Roses lo hacen por nuestra creatividad y vanguardismo. Esto ha logrado captar la atención de mujeres de todas las edades. Las piezas que más gustan y más éxito tienen de nuestras colecciones son las piezas más arriesgadas”, concluyen Hannah y Sonia.

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