Tres siglos de historia marcados por evoluciones en la industria y en la sociedad así como hitos que marcan la trayectoria de la Maison
Una exposición itinerante sobre las piezas históricas de Vacheron Constantin celebra la creatividad de la Maison a lo largo de tres siglos de historia. «From Geometry to Artistry» es un concepto que ilustra la simbiosis entre el diseño y el ingenio mecánico y que ilustra la sutil alquimia que transforma la mecánica relojera en objetos de arte. Así, seleccionados de entre 1.600 piezas del patrimonio histórico de la Maison, que datan desde el siglo XVIII hasta la actualidad, un conjunto de relojes insólitos y excepcionales dan vida a esta exposición.
Para Vacheron Constantin la “geometría” relojera se convierte en un campo artístico que transforma la medida del tiempo en un objeto de contemplación; un sketch, un diseño geométrico y sus extensiones técnicas dan lugar a un mundo de formas, colores y texturas específicas de la Maison y sus valores estéticos. A esto se suma la búsqueda de la precisión, la rigurosa ejecución y las fuerzas finamente equilibradas, todas ellas habilidades esenciales para la creación de movimientos relojeros, son parte de un propósito más amplio dirigido a asegurar que una pieza de relojería se convierta en un medio para transmitir emociones.
Una selección de piezas que ilustran 270 años de creatividad
La selección que da vida a «From Geometry to Artistry» desvela hitos que marcaron la trayectoria de la Maison, como cuando Vacheron Constantin no tardó en explorar nuevos campos de expresión creados por la aparición del reloj de pulsera que representó, a su vez, una autentica transformación de los códigos estéticos de la época. Por ejemplo, En 1912, Vacheron Constantin se convirtió en una de las primeras Manufacturas relojeras en adoptar las cajas en forma de tonel, una geometría que disfrutaría de su apogeo hasta la década de 1940.
Además, con la llegada de los relojes de pulsera a principios del siglo XX, los relojes adoptaron nuevas formas en las que se manifestaba la necesidad de apartarse de los códigos estéticos de la relojería tradicional. Esta estética de los “locos años veinte” era uno de los rasgos distintivos de un periodo propicio a nuevas experiencias y a la emancipación social que supuso un feraz vivero de creatividad. Como resultado, proliferaron los relojes llamados “de forma” (con siluetas que se salían de lo normal).
«Vacheron Constantin nunca se ha mantenido ajeno a su tiempo. La Maison ha demostrado constantemente su capacidad para adaptarse a las distintas tendencias e incluso para anticiparse a ellas. La colección privada de Vacheron Constantin, compuesta por más de 1.600 modelos, refleja a la perfección esta variedad de estilos, con numerosos ejemplos de relojes de inspiración art déco y modelos aún más extravagantes de los años sesenta y setenta, los dos periodos que nos ocupan. No obstante, esta colección también refleja las características omnipresentes a lo largo de los casi 270 años de historia de la Manufactura, derivadas, precisamente, de unos principios estéticos muy estructurados, que se basan en técnicas relojeras impecables y que, sin embargo, también promueven unos impulsos creativos que van más allá de esas técnicas relojeras Así pues, los relojes Vacheron Constantin tienen un “aire de familia” que podría describirse como la expresión de una “geometría artística”», afirma Christian Selmoni, Director de Estilo y Legado Cultural, acerca de los locos años veinte y los dorados años sesenta.
Otro momento destacado es cuando en 1953 se alcanzó una nueva etapa al lograrse el mismo nivel de precisión cronométrica en el mundo de los relojes de pulsera. A partir de entonces, la Maison comenzó a ofrecer su Chronomètre Royal en varias formas de caja, especialmente con el movimiento K 1072, el primer calibre cronómetro de carga automática de Vacheron Constantin.
El periodo que abarca los siglos XVIII y XIX, se considera la edad de oro del grabado y Vacheron Constantin, que ya era famoso por la calidad y originalidad del trabajo de grabado realizado en sus relojes, presentaba presentaba sus modelos en un catálogo para que los clientes pudieran elegir los motivos que se iban a grabar en los relojes que encargaban. Entre ellos, la ornamentación geométrica ocupaba un lugar destacado.
En definitiva, una exposición que también analiza el paso del tiempo de Vacheron Constantin, una Maison que «mantiene una inquebrantable fidelidad a unos criterios fundamentales que dictan que la arquitectura de sus relojes debe estar en consonancia con una elegancia discreta y sobria. Pero también en este caso, estos criterios de carácter marcadamente geométrico se complementan con un sentido de la composición, atención al detalle, acabado meticuloso y magistral destreza manual que contribuyen a una concepción estilística que convierte a los relojes Vacheron Constantin en epítomes de la alta relojería que, simultáneamente, exhiben una distintiva personalidad derivada de su singularidad estética. La simbiosis en la que se apoya el tema de este año ilustra a la perfección el proceso creativo a través del cual un reloj pasa de ser un objeto científico a ser un objeto de arte«, afirma Christian Selmoni.