«El sector relojero lleva varios años trabajando en las colecciones de 2025 y será en la próxima edición de Watches and Wonders donde realmente veremos novedades«
La pasión por la alta relojería es la base de IGORMÓ, la plataforma que comparte contenido de calidad, asesora y da respuesta a todas las necesidades del cliente. Charlamos con Igor Librero, fundador de este proyecto y experto en una industria tan especial como la de la relojería.
¿De dónde viene tu pasión por el universo relojero?
Era un alto funcionario del Gobierno de España y mi hermano, que estudió gemología, montó su primera joyería. Fue entonces cuando mi otro hermano y yo nos convertimos en sus socios y comenzó mi pasión por la gemología y relojería. En 2004, estudié gemología en la Universidad Autónoma, y, aunque me especialicé en diamantes, lo que realmente más me ha gustado siempre ha sido la alta relojería por ello, finalmente, me decanté por este campo.
Desde entonces, ya llevo 20 años en el sector, que es muy amplio, por lo que es muy complicado abarcar todo; siempre he pensado que la especialización era la base y aposté por la alta relojería.
¿Cómo nace IGORMÓ y por qué decides formar parte de este proyecto?
Las empresas familiares son muy duras de trabajar. En un momento dado, decidí independizarme y crear mi propio proyecto el cual denomino IGORMÓ, que es la unión de dos nombres, el mio y el de mis hijos. IGORMÓ es, por lo tanto, un proyecto con el conocimiento de mi experiencia anterior pero con nuevas ganas y centrado más en el cliente, no tanto en el resultado empresarial.
Desde los 33 años estoy en libertad financiera y no necesito trabajar para tener una vida cómoda, por ello, en lugar de centrar el proyecto en las necesidades de la empresa, planifico el proyecto centrándome en las necesidades reales del cliente.
Cuéntanos un poco en qué consiste IGORMÓ y como queréis ayudar tanto al sector como al cliente final
Aportamos al sector un punto de vista independiente, ya que no estamos afiliados a ninguna casa relojera y no tenemos la necesidad de vender una serie de productos que tenemos en stock. Al no tener estas necesidades, tenemos la libertad de ofrecer al cliente el mejor producto que se adapte a sus necesidades y no a las de la empresa. Centrarte en la empresa conlleva tener que hacer determinadas estrategias que no son las ideales para el cliente; eso, en IGORMÓ no existe porque buscamos únicamente la satisfacción del cliente.
Tras la celebración de Watches and Wonders, ¿destacarías algunas novedad o tendencia en concreto?
La realidad es que este año no se ha presentado ninguna novedad. Este 2024 sabíamos que iba a ser muy difícil en ventas y que iba a ser un momento de transición, por ello las Maisons han presentado lavados de cara de modelos ya existentes; ni siquiera Rolex ha presentado novedades, simplemente ha cambiado colores. Además, a pesar de que las novedades se presentaron en abril, la producción está programada para octubre de 2024; es decir, antes de empezar a producir, las casas relojeras ya tienen el feedback del cliente, por lo que la producción estará enfocada a esas expectativas y no habrá producción masiva.
El sector relojero lleva varios años trabajando en las colecciones de 2025 y será en la próxima edición de Watches and Wonders donde realmente veremos novedades.
¿Qué opinas sobre las sinergias como la de OMEGA y Swatch? ¿Crees que esto es una buena estrategia para atraer a generaciones más jóvenes? ¿Y qué sinergia te gustaría que ocurriera en un futuro?
Unir dos míticos relojes en uno es de los mejores movimientos estratégicos de la relojería, tal vez sea el germen que va a volver a salvar al sector de la alta relojería. Cuando en 1969 Seiko presentó el primer reloj de cuarzo, la relojería mecánica entró en crisis y muchas marcas centenarias suizas murieron. Entonces nació Swatch, con un reloj barato y accesible y, después de un gran número de ventas, adquirió el poder suficiente para comprar esas marcas centenarias que estaban en quiebra para volver a levantar el sector, tal y como ocurrió con Tissot o Longines. Con esta colaboración, Grupo Swatch da otro golpe sobre la mesa y convierte este reloj en un hit, vendiendo millones de piezas a un público muy joven, que lo compra por muchas razones, pero la más importante es porque está inspirada en uno de los relojes más icónicos de la industria.
Y una de las cosas más maravillosas que podríamos ver en la relojería sería una colaboración entre Swatch y Breguet. Breguet es y será posiblemente una de las mejores casas relojeras de la historia, con modelos de más de 60 años de historia que hoy siguen tan actuales como cuando salieron. Para mi, Breguet es el relojero que más ha aportado al sector y no solo por la creación del tourbillon en 1801. Por ello, una colaboración con esta casa, aunque sea con un falso tourbillon de Swatch, sería genial aunque tampoco sé si sería posible.
¿Cómo crees que ha conseguido establecerse la industria relojera y ser hoy un bien de lujo tan deseado?
La industria relojera es un bien muy deseado y aspiracional para cualquier persona; todos quieren tener acceso a un reloj como un Rolex. Creo que la relo jería se ha convertido en un producto de alto lujo, el precio medio ha subido una barbaridad y, a las empresas que vendemos este producto no nos afecta desde la perspectiva económica, pero como empresario, me gustaría que hubiese 100 personas todos los meses con capacidad para comprar estos relojes y no solo 20.
Esto me lleva a que los hábitos están cambiando y la situación económica también; nosotros vivimos del día a día y, de vez en cuando de los milagros ya que relojes de más de 50.000 euros vendemos pocos, el ticket está en 5.000 euros. Vivimos ese día a día y ahí es donde más está afectando la situación actual con viviendas altas, jóvenes de 30 años hipotecados para los próximos años… La situación se está complicando.