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Frederique Constant presenta su primera caja de oro rosa macizo

Un reloj que no podría haber visto la luz antes, ya que está equipado con un nuevo movimiento de manufactura y una pieza de coleccionista que continua la larga historia de los relojes que combinan dos complicaciones emblemáticas, la fecha y la fase lunar

Frederique Constant desvela la versión más exclusiva hasta la fecha del Classic Moonphase Date Manufacture. Por primera vez con este movimiento, el reloj es de oro rosa macizo, y está limitado para la ocasión a 150 piezas numeradas. Un modelo de elegancia atemporal, inspirado en los códigos de la alta relojería tradicional, con tres agujas centrales pulidas a mano sobre una esfera plateada con un refinado acabado rayos de sol que presenta una fase lunar a las 6 horas ingeniosamente combinada con una aguja de fecha. Impulsado por el flamante movimiento de Manufactura FC-716, que ahora está cubierto por una garantía de 5 años, este Classic Moonphase Date Manufacture resistirá el paso del tiempo. 

El oro rosa se convierte en el mejor aliado de la alta relojería de la temporada, despertando un gran deseo entre los aficionados de esta industria. Quizás por eso, y por su delicadeza y versatilidad, Frederique Constant, que desde hace 35 años ha situado la excelencia mecánica en el centro de sus creaciones, ha decidido elaborar el Classic Moonphase Date Manufacture con un bloque de oro rosa macizo de 18 quilates. Desde 2023, todas las creaciones Manufacture de Frederique Constant se fabrican en oro macizo en lugar de chapado y así ocurre con este Classic Moonphase Date Manufacture, el primero de la serie FC-716.

Frederique Constant

Aunque este reloj esconde más sorpresas. Se trata de un reloj que no podría haber visto la luz antes, ya que está equipado con un nuevo movimiento de Manufactura. El calibre FC-716 es el fruto de un largo desarrollo y de una experiencia pacientemente adquirida durante décadas. Frederique Constant cuenta actualmente con 33 movimientos de fabricación propia, cada uno de ellos nacido del deseo de mejorar la esencia de la relojería mecánica: calidad, precisión, fiabilidad, sin olvidar el principio rector de la Manufactura: la accesibilidad para el mayor número de personas posible.  

Preciso y precioso, esta pieza destaca también por continuar la larga historia de los relojes que combinan dos complicaciones emblemáticas, la fecha y la fase lunar. A primera vista, parecen muy diferentes pero, ambas son fruto de la astronomía. Durante casi tres siglos, los relojeros han considerado que su asociación era natural y evidente. Esto es lo que Frederique Constant celebra hoy, recurriendo al repertorio tradicional de la alta relojería para rendir homenaje a esta herencia milenaria.

Frederique Constant

Así, las dos complicaciones están íntimamente ligadas, alojadas en el mismo contador a las 6 horas. La primera evoluciona de forma clara y visible cada día; es una complicación útil, incluso indispensable, en el día a día. La segunda, en cambio, tiene una progresión sutil e imperceptible a simple vista, está ligada al ciclo astronómico, pero desconectada de las necesidades cotidianas. Poética e íntimamente ligada a la historia de la relojería, ofrece una estética sutil que evoca un mundo imaginario. 

Una edición limitada que no podrá satisfacer a todos los coleccionistas, solo a 150 de ellos.

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