En la tarde de este lunes 4 de marzo, la onza registró una subida del 1.65% a 2.117 dólares
El oro, convertido en valor refugio por excelencia y que, desde la pandemia no ha dejado de registrar récords, vuelve a sorprender con una subida que se manifiesta en casi un nuevo máximo histórico. En la tarde de este lunes 4 de marzo, la onza registró una subida del 1.65% a 2.117 dólares.
Impulsado por los riesgos geopolíticos y la compra masiva por parte de los bancos centrales, el oro alcanzó a principios de diciembre una nueva cota, registrando históricos por encima de los 2.100 dólares. El máximo histórico previo al de este momento se produjo el 7 de marzo de 2022, cuando la onza tocó los 2.075 dólares; unos niveles que también rondó en agosto de 2020, tras el estallido de la pandemia.
Por otro lado, Alberto Vergara, Director Financiero de Sempsa JP, ya nos adelantaba en Contraste y Grupo Duplex lo que podríamos esperar durante la entrada del nuevo año: Si bien es cierto que la ya anunciada bajada de tipos puede ser evidente, esto lo será en el medio plazo y no en el corto; según los analistas no antes de la primavera. Hasta entonces, el metal puede que sufra vientos de cara. Sin embargo, una vez que los tipos se relajen junto con la paralela pérdida de fuerza del dólar estadounidense, las perspectivas son muy optimistas. Bank of América prevé que se alcancen los 2.400 USD/oz (máximo histórico 2.067 USD). Saxo Bank lo estima en los 2.300 USD/oz. También el World Gold Council pronostica una tendencia alcista en 2024.
Ahora, el oro sobrepasa los 2.100 dólares y se aproxima a su máximo histórico de diciembre de 2023, ante las expectativas de que la Reserva Federal (Fed) empiece a recortar los tipos de interés en junio. Concretamente, a las 19 horas, la onza de oro troy subía el 1,6 % y se situaba en 2.116 dólares, después de que durante la jornada llegara a tocar los 2.119. Con ese dato, se acercaba a su máximo histórico, registrado el 4 de diciembre de 2021, cuando llegó a alcanzar los 2.135 dólares.
Según ha destacado el analista de XTB Manuel Pinto, el oro mantiene una tendencia alcista desde que la semana pasada se publicaron los datos de inflación en EE.UU. “que han acercado la probabilidad de recortes en los tipos de interés”.
Por su parte, Alberto Vergara, aclara en el nuevo número de Contraste como puede transcurrir el oro en los próximos días:
«Higher for longer» (más altos por más tiempo). Esta es la frase que más se escucha últimamente entre los policy- makers en EE. UU. cuando se refieren a los tipos de interés. Y es que tanto la inflación (aún alta en el 3.1%), el crecimiento del PIB (3.3%) como el empleo (bajo, con una tasa de desempleo del 3,7%) se mantienen fuertes en ese país, motor de la economía mundial y determinante para conformar el precio del oro y de la plata. La Fed mantiene el pulso fuerte contra el crecimiento de precios sin que ello esté restando potencia al conjunto de indicadores
Hace menos de un año la palabra recesión era la protagonista de todas las apuestas de los mercados; sin embargo, la economía norteamericana sigue mostrando una fortaleza y una resiliencia dignas de mención y ello refuerza el dólar estadounidense con respeto a otras divisas, manteniendo el precio del oro estable. Podríamos decir que cómodamente estancado en los 2.000 USD /oz. Y es que, siendo cierto que la inflación está a la baja y muy lejos de los records de hace casi dos años, sigue aún por encima del 2% que los bancos centrales estiman como ideal.
Al otro lado del “charco”, la situación no es tan boyante. La locomotora europea ve como su principal activo, Alemania, sigue renqueando y decreciendo un 0.3% en el último trimestre mientras que en los dos anteriores se mantuvo estancada. Malas noticias para el BCE que debe decidir entre remontar una economía estancada en el conjunto de la eurozona o paliar los efectos de una aún alta inflación.
Junto con la amenaza de inflación, los temores de una recesión no han desaparecido por completo. Existe también mucha incertidumbre en el marco geopolítico. Ello sigue invitando a mantener una importante cantidad de oro en las carteras de inversión, asegurando el refugio del chaparrón que pueda venir. No en vano seguimos aún inmersos en una tendencia alcista en el mercado minorista de compra de productos de metal precioso. Dicho mercado estadounidense pasó de adquirir 48Tn de oro al año y 2.157Tn de plata en el periodo 2016-2020 a 112Tn de oro y 4.130Tn de plata al año en el periodo 2021-2023.
Es evidente que la creciente falta de confianza en los gobiernos genera una paralela atracción de metal físico como alternativa a mercados monetarios en los cuales actúan entidades financieras como intermediarias.