Un verdadero objeto de deseo en el que invertir ahora y lucir durante décadas que es, al mismo tiempo, un regalo de San Valentín único y especial
La casa italiana Versace presenta una excelente línea de relojes en la que algunos de sus modelos más icónicos se enriquecen con diamantes, convirtiéndose así en la opción perfecta para sorprender este 14 de febrero.
Si hay un símbolo inequívoco del amor eterno, ese el diamante. Por eso, optar por regalar esta piedra preciosa a través de un reloj se convierte en una opción diferente e igual de especial. ¿Y qué apuesta se convierte en caballo ganador? Cualquiera de los diseños que forman parte de We Love Diamonds, una de las colecciones más especiales de Versace Watches, en la que se versionan algunos de sus relojes más representativos llevándolos un paso más allá.
La línea We Love Diamonds de Versace Watches ha sido esbozada con un objetivo fundamental: reinterpretar el clásico reloj-joya, resaltando tanto su funcionalidad como el estilo del diseño italiano. Para ello, la firma de la Medusa ha elegido algunos de sus modelos de relojería más icónicos y los ha enriquecido con diamantes, rubíes o zafiros, además de con pequeños detalles que los hacen únicos. El resultado obtenido no puede ser más representativo de la firma: cuatro piezas de coleccionista que, seguro, serán el accesorio perfecto para los y las tienen mucho que decir cuando deciden qué ponerse cada mañana.
Para él y para ella
Para ellos, por ejemplo, Versace Watches sube de categoría la colección de cronógrafos Icon Active, uno de los relojes que más vendidos durante las últimas temporadas. En esta ocasión, la firma lo presenta en dos versiones diferentes: la primera, en oro y con 27 diamantes decorando los índices, y una segunda, en negro y con 145 diamantes engarzados en el bisel. Esta, además, llama la atención por su caja de policarbonato transparente de 44mm, encerrada en una jaula con cuatro tornillos visibles. Así, su evidente funcionalidad da la mano al imponente -y, por momentos, atrevido- diseño, tan representativo de la firma, dando lugar a una máquina pensada para perdurar en el tiempo.
Si la propuesta masculina es transgresora y diferente, la femenina no iba a ser menos. Por eso, Versace Watches dibuja una versión joya del tan apreciado DV One Automatic, un reloj con caja de cerámica de 40mm y movimiento automático (Ronda R150.2) con tres agujas, presentado en dos colores tan antagónicos como efectistas: blanco y negro. En ambos casos, eso sí, la esfera se ornamenta con tres zafiros o tres rubíes en las 3, 6 y 9, mientras que el bisel torna en una auténtica creación de alta joyería mediante el uso de 206 diamantes y 74 zafiros en la versión blanca, y 206 diamantes y 74 rubíes en la negra.
En definitiva, ese verdadero objeto de deseo en el que invertir ahora y lucir durante décadas que es, al mismo tiempo, un regalo de San Valentín único y especial.