Los miembros del grupo habían acudido con anterioridad a la joyería para obtener información sobre el número de empleados, medidas de seguridad, localización de las cámaras del centro comercial y rondas de los vigilantes de seguridad
El pasado 15 de noviembre, el establecimiento de Jose Luis Joyerías ubicado en Castellón, en un centro comercial, fue atracado por un grupo de cinco personas que iban encapuchadas y armados y que posteriormente huyeron de lugar, tal y como confirman fuentes de la investigación. Ahora, estos presuntos autores ya han sido detenidos.
Por la mañana del miércoles 15 de noviembre, el establecimiento de José Luis Joyerías, ubicado en el centro comercial La Salera, en Castellón, sufría un robo con violencia cuando uno de los cinco autores entró en el centro comercial y disparó al techo, efectuando dos o tres disparos, según testigos. Las trabajadoras de la joyería fueron encañonadas y los asaltantes se sirvieron de mazar para romper los cristales de los escaparates y extraer así las joyas.
El atraco se produjo en menos de 40 segundos.
Siete personas detenidas
Agentes de la Policía Nacional han detenido a siete personas, cuatro de ellas en Madrid y tres en Valencia, por su presunta relación con varios robos con fuerza y utilizando armas de fuego, uno de ellos en una joyería de un centro comercial de Castellón, donde realizaron varios disparos.
En dicho asalto, como hemos adelantado, cinco personas encapuchadas entraron en el establecimiento con mazas y armas de fuego y realizaron disparos intimidatorios en la entrada al centro comercial, como informa la Policía Nacional. Posteriormente accedieron a la joyería, donde volvieron a percutir el arma, rompieron las vitrinas de cristal en las que estaban expuestas las joyas e introdujeron en las mochilas los objetos de valor, todo ello en apenas cuarenta segundos.
Además, los miembros del grupo habían acudido con anterioridad a la joyería para obtener información sobre el número de empleados, medidas de seguridad, localización de las cámaras del centro comercial y rondas de los vigilantes de seguridad.
Al comprobar las grabaciones del atraco, los agentes observaron cómo cada uno de los atracadores tenía los papeles claros y diferenciados. Unos portaban mazas con las que rompían las vidrieras, otros recogían las joyas y las guardaban en bolsas y un quinto empuñaba el arma de fuego con la que amenazaba a las dependientas. Este último es el que llegó a realizar varios disparos intimidatorios para que nadie se acercase a ellos.
Los agentes averiguaron que el vehículo utilizado en el atraco había sido llevado días antes desde Madrid hasta Valencia. También localizaron un segundo vehículo que hacía las funciones de lanzadera y que estaba asociado a un individuo, lo que permitió su identificación.