Desde la formación o conseguir que las nuevas generaciones conozcan la profesión, hasta un asociacionismo fundamental y un sector unido. Adolfo Arroyo nos cuenta los objetivos del Gremio de Joyeros, Plateros y Relojes de Madrid, así como la evolución del sector desde unos ojos con tanta experiencia
Con 50 años de trayectoria profesional en el sector joyero y relojero, Adolfo Arroyo fue nombrado recientemente nuevo presidente del Gremio de Joyeros, Plateros y Relojeros de Madrid. Así se ha confirmado en la última Asamblea General sustituyendo, por lo tanto, a Mari Ángeles Farga en la Presidencia del Gremio. Tras ese nombramiento, Contraste habla con él sobre el futuro del sector y las necesidades y cambios que desde el Gremio afrontará en esta nueva etapa.
“El asociacionismo es fundamental en el momento actual para que el pequeño comercio sea oído por las distintas administraciones en situación de igualdad con las grandes cadenas. En ese sentido, y junto al equipo de profesionales de prestigio reconocido que tiene en Armando Rodríguez su mayor referente, vamos a provocar reuniones y grupos de trabajo para mejorar las condiciones y posibilidades del sector”, afirma Adolfo Arroyo cuando le preguntamos cómo afronta este nuevo cargo y cuál será su aportación. “Llevo en el Gremio bastantes años dedicándome en diversos cometidos al apoyo y desarrollo del sector. Como interés principal para esta nueva etapa, el Gremio va a tener un interés preferente en que las nuevas generaciones conozcan la profesión y vean en ella una oportunidad para su desarrollo profesional”, añade Adolfo. Sin dejar de lado la necesidad de enfocarse “en la profesionalidad y el esfuerzo para ofrecer al cliente calidad y una auténtica joyería, fabricada en metales nobles con precios asumibles para el contexto económico actual”.
Y es que, tras ese nuevo nombramiento y la entrada de un nuevo año, los objetivos son claros; “la potenciación de cursos a través de la escuela, cursos tanto de iniciación en el mundo de la joyería, como de la relojería y, además, cursos con programas de diseño en 3D para formar nuevos creativos”. Unos objetivos alineados con la formación, un factor que siempre entra en debate cuando hablamos de necesidades a resolver en el sector joyero y relojero por ello, y con el fin de mejorar ese situación, Adolfo Arroyo afirma que esto “es una prioridad absoluta en nuestra propuesta más inmediata, y en este sentido incluso estamos explorando la posibilidad de ser los primeros en ofrecer formación para un post-venta que intervenga en los problemas más frecuentes de los nuevos tecnológicos”.
Al mismo tiempo, si hablamos de futuro en el sector también es necesario abordar la forma de conseguir un sector más unido o crear sinergias eficaces, como por ejemplo la de una acción acción especial a los agreamidos para que, de alguna manera, se sintieran participes de forma más activa de Madridjoya, la feria nacional en la que Adolfo Arroyo también forma parte del comité organizador. Por ello, Adolfo afirma, con la mirada puesta en el futuro y en la unión de esta sector que esto podría trabajarse “con un mayor contacto, promoviendo reuniones sectoriales y creando oportunidades compartidas que podrían coincidir con la edición anual de Madridjoya para compartir un espacio común del Gremio en esta importante feria donde exhibir creaciones propias”.
Por último, cabe destacar como desde los inicios de Adolfo Arroyo en esta industria hasta día de hoy, el sector joyero y relojero ha evolucionado mucho. ¿Cómo ha experimentado esta evolución Adolfo Arroyo durante este tiempo? “Respecto a la relojería, podría decirse que en cincuenta años hemos asistido a una situación de tremendas convulsiones en el comportamiento de las ventas, hasta llegar al momento actual, momento en el que la nueva relojería (los denominados relojes inteligentes o Smartwatches) están irrumpiendo con fuerza en nuestros establecimientos representando ya el 25% de las ventas totales de relojería para los comercios de perfil B y C. La tecnología ha significado de alguna forma la reinvención del reloj creando nuevos usos de utilidad que han vuelto a enganchar a las nuevas generaciones, a las personas de más edad, y sobre todo al deportista. Pero en esto hay que saber diferenciar aquellas marcas o profesionales del sector que solamente se limitan a comprar en China un producto barato que al final no cumple las expectativas del cliente final, de aquellas que desarrollan a través de sus departamentos de I+D+I aplicaciones innovadoras con gran calidad y exactitud en sus registros. Respecto a los relojes analógicos o digitales tradicionales hay que distinguir en la tipología de producto en función de marca y precio, siendo los de las marcas tradicionales de mayor prestigio y precio las que mejor han vivido y soportado las crisis económicas y han potenciado su venta de forma notable. Los relojes de marcas con mayor volumen de unidades de venta, orientados a los establecimientos de perfil C han sufrido en mayor medida una evolución negativa en sus cifras y han tenido que disminuir sus precios de forma notable para poder continuar en el mercado. Solo las marcas que han tematizado el producto y que han favorecido las pequeñas series han soportado con unos precios más elevados la última década ofreciendo una mayor rotación y rentabilidad. Además, las marcas blancas han crecido en volumen en las cadenas de relojería que dominan el mercado nacional”, afirma.
“Respecto a la joyería, hemos vivido momentos difíciles por la tremenda transformación del sector donde solo los verdaderos profesionales han podido resistir y ahora, en el momento actual pueden ver el resultado de su esfuerzo. Tras la pandemia se ha recuperado un mercado que da valor a las joyas realizadas por artesanos en pequeños talleres con creaciones exclusivas. El valor así que reconocíamos como el valor que traspasaba generaciones con un contesto emocional se ha vuelto a comportar un elemento decisivo para la compra”, concluye Adolfo.