Estamos viviendo años intensos en los que somos testigos de grandes transformaciones. Hemos visto cambios de mucho calado en el mercado: ya sean en el consumidor, en los formatos comerciales y no digamos en las empresas que hemos tenido que adaptarnos a todos los desafíos de este entorno en constante evolución.
El consumidor ya no es el que era; somos muchos más y muy diversos. Los perfiles de comportamiento han cambiado de forma radical. Hoy son consumidores informados, digitales, exigentes, imprevisibles, que hacen desafíos a las empresas para que se reinventen constantemente si quieren satisfacer sus necesidades y caprichos y poder seguir siendo relevantes.
El ecocomercio revolucionó al retail. Cuando pensamos que todo estaba inventado, aparecen nuevos formatos con propuestas más diferentes, más agresivas, capaces de captar las necesidades del comprador actual.
Y por si fuera poco hay que sumar el impacto de la tecnología y la llegada de la IA capaz de generar otras estrategias comerciales y la forma de relación con el consumidor.
En estos últimos tiempos todo es imprevisible, pero con un gran impacto en el día a día. Recordemos: la guerra en Ucrania, la inflación, la Dana y el gran apagón.
Las relaciones fluidas y la unidad del sector son más necesarias que nunca si queremos seguir creciendo y compitiendo con éxito ya sea en el mercado local, nacional o internacional. Debemos actuar con una sola voz si queremos ser relevantes.
Los riesgos llegan de decisiones externas tomadas por políticos, no de nuestro propio mercado. Se comenta que más de 50% del comprador tiene actividades positivas hacia la innovación.
El que no sienta responsabilidad del legado recibido es un inconsciente. Cuidar el legado significa tomar las mejores decisiones para poder ser más fuertes mañana. La mayor ambición debe ser consolidar la sucesión, porque la innovación ha de estar en las raíces del que inició el negocio. Esa ha de ser una clave que debemos valorar.
Tenemos que seguir construyendo juntos el futuro del sector en este mundo donde las tecnologías, los hábitos de consumo y las estrategias de mercado evolucionan a velocidad de vértigo. La colaboración es la base de todo.
Hemos de tener un objetivo común y crear más valor para el consumidor. Compartir datos, crear, innovar, optimizar procesos… Todo ello nos lleva a fortalecer las relaciones comerciales.
Los datos son la clave si queremos acertar en esa innovación y entender el comportamiento del consumidor ya sea en tienda física o de forma virtual.
Todo está viviendo una gran revolución, nos enfrentamos a grandes desarrollos regulatorios en el mundo y el día a día se convierte en minuto a minuto.
Mientras avanzamos toda la diversidad que nos rodea y nos enriquece, tenemos que poner toda la presión en lo que hagamos y ser personas auténticas, únicas y con mentalidad de crecimiento dirigiendo los equipos comerciales de forma flexible, promoviendo la adaptación y colaboración para alcanzar el éxito.
Y lo que es muy importante, cuando hacemos procesos de calidad a nuestros clientes han de cumplirse siempre, todos los días, en todo momento.