Una extensión de la tendencia absoluta de la temporada, la de los charms, en una versión más sofisticada
Esta temporada, el universo joyero está cargado de símbolos, de joyas con mucho que decir y de otras que carecen de sentido pero que se vuelven un objeto deseo en un universo cada vez más creativo. Los símbolos que adornan nuestras joyas son la obsesión de la temporada, una tendencia que se vuelve más especial de cara a la temporada festiva más esperada, la Navidad.
Este Otoño-Invierno la joyería vive su momento más personal. Concebidas como forma de expresión, las joyas dicen mucho más de quien la luce de lo que parece y, esta temporada, ese gesto cobra más sentido que nunca. Las iniciales se reinventan, los charms obsesionan a todas las generaciones y las joyas con significado son una inversión asegurada. A estos estilos se suman uno más que dará mucho de que hablar. Una estética que, además, mucho tiene que ver con las microtendencias de las pasadas temporadas que han influenciado en la forma de lucir joyas, como la coquette o la Old Money, todavía muy presente.
Piezas con formas, amuletos o, simplemente, símbolos que transmiten aquello que más nos gusta; un hobby, un sentimiento, un lugar, un espacio o piezas que se mueven entre lo real y lo imaginario… Objetos cotidianos y también sueños se convierten en piezas de joyería para lucir en el día a día y transmitir nuestra personalidad de todas las maneras posibles.
En definitiva, una extensión de la tendencia absoluta de la temporada, la de los charms, en una versión más sofisticada. Y, al igual que los corazones se han convertido en un icono del universo joyero, nuevos y divertidos símbolos conquistan el joyero de esta temporada.