«Apostamos por la fabricación local en España, lo que aporta un valor añadido a cada joya. Optar por una producción masiva en otros países, aunque más económica, haría que perdiéramos la esencia de lo que queremos transmitir: una joyería responsable, personalizada y profundamente conectada con la tradición local«
YOLIÉ nace en Alicante como marca de joyería artesanal que encapsula la esencia mediterránea y, cada pieza, refleja un compromiso con la calidad y la sostenibilidad, inspirando un estilo de vida consciente. Y así lo transmite Irene Patón que, junto con su madre Yolanda Reig, funda YOLIÉ.
¿Cómo nace YOLIÉ y quién está detrás?
Detrás de YOLIÉ estoy yo, Irene Patón, una joven emprendedora apasionada por la joyería artesanal y la creación de marcas con propósito, y mi madre, Yolanda Reig, la verdadera impulsora de este proyecto. Todo empezó gracias a ella. Mi madre siempre ha sido una persona muy creativa que ha sabido plasmar sus ideas de manera única; creando sus propias joyas. Hace veinte años, decoró con sus creaciones el escaparate de una pequeña boutique en Alicante, y pronto empezaron a preguntar por sus piezas. Aunque, en aquella época no tuvo el impulso suficiente para ir un paso más allá, desde entonces y a nivel personal, no ha dejado de hacer lo que más le apasiona.
Por mi parte, en 2018, me fui de Alicante a estudiar Periodismo y Comunicación Audiovisual en la Universidad Carlos III de Madrid. Durante los últimos años de carrera, me enfoqué en la comunicación de marcas de moda y belleza. En 2020, la pandemia me llevó a pasar tres meses en casa con mi madre, donde continué viendo cómo creaba sus propias piezas de joyería. Fue en ese momento en el que decidimos dar forma a YOLIÉ.
Sin embargo, todavía sentía que necesitaba aprender más y me mudé a Lisboa una temporada para terminar mis estudios. A mi regreso a Madrid, realicé un Máster de Marketing de moda en ELLE Education y uno de Dirección y Gestión de Empresas de Lujo en IE Business School. Estos estudios los compatibilicé liderando el departamento de comunicación de un grupo de servicios de belleza y bienestar, donde me di cuenta de que mi verdadera pasión era la creación de marcas con propósito. Todo cambió en 2023, cuando Eva, una chica de Alicante que vivía en Dubái, nos contactó para que YOLIÉ formara parte de su boda. Esta conexión fue el impulso necesario para retomar nuestro proyecto.
¿Por qué decides cambiar de profesión para dedicarte al sector de la joyería? ¿Qué te ha llevado a ello?
Después de años en el mundo de la comunicación, sentía la necesidad de encontrar un camino donde canalizar toda mi creatividad. Decidí apostar por YOLIÉ porque, para mí, es una forma de expresión artística. Un espacio que me permite ser, aprender y evolucionar, además de conectar con mis raíces y tener un vínculo más especial con mi madre.
En este proyecto, reúno muchas de mis facetas. Puedo retomar el dibujo, algo que hacía de pequeña, y así contribuir en la parte de diseño. Al mismo tiempo, me permite aplicar todo lo que he aprendido durante mi formación y experiencia profesional: la creación de marcas, el marketing, la comunicación, las relaciones públicas… También, me considero una persona con gran sensibilidad y este sector me parece perfecto para ello. Me encanta el poder emocional que las joyas pueden tener en la vida de las personas.
¿Cómo está siendo este camino?
Lleno de aprendizajes. El mayor reto ha sido encontrar talleres de artesanos que compartieran nuestros altos estándares de calidad y comprendieran el concepto Slow Fashion. Hoy en día, trabajamos con diseñadores 3D, fundidores y joyeros en Madrid, cada uno especializado en su área, que confían en nuestro proyecto y nos impulsan a seguir apostando por el modelo de negocio “bajo demanda”, que sigue siendo menos común en el sector. Aunque el camino no es fácil, ver cómo YOLIÉ está tomando forma nos hace muy felices.
YOLIÉ se basa en un proceso artesanal y local, ¿qué quieres aportar al sector joyero? ¿Cómo marcáis la diferencia?
Lo que nos distingue en YOLIÉ es nuestra dedicación a la artesanía y al legado cultural que representa. Queremos poner en valor el oficio joyero, preservando una tradición que ha pasado de generación en generación. Cada pieza está hecha a mano en talleres artesanos españoles, utilizando materiales cuidadosamente seleccionados para garantizar su durabilidad y acabados de alta calidad. De esta manera, apoyamos a pequeñas empresas familiares, manteniendo viva su historia y garantizando condiciones laborales justas, con un contacto cercano en cada etapa del proceso.
Además, apostamos por la fabricación local en España, lo que aporta un valor añadido a cada joya. Optar por una producción masiva en otros países, aunque más económica, haría que perdiéramos la esencia de lo que queremos transmitir: una joyería responsable, personalizada y profundamente conectada con la tradición local.
Esa ha sido la inspiración de nuestra primera colección, donde cada joya lleva el nombre de un lugar especial de nuestra región. Costa Blanca rinde homenaje a la belleza del Mediterráneo y es una celebración de nuestras raíces y del comienzo de esta historia.
¿Cómo es el modelo de negocio de YOLIÉ y por qué habéis decidido apostar por este en concreto?
A este modelo lo llamamos “exclusividad bajo demanda” porque trabajamos bajo pedido, lo que signi- fica que cada joya es única y está hecha especialmente para la persona que la adquiere. Al hacerlo así, evitamos la sobreproducción y adoptamos prácticas más sostenibles, además de añadir un toque de exclusividad y personalización a las piezas.
¿Crees que el ”bajo demanda” funciona bien en estos momentos o que simplemente es cuestión de creer en el proyecto de uno mismo?
Estamos en proceso de descubrirlo, pero nos encantaría que funcionase. Creemos que la mentalidad de algunos consumidores está cambiando y buscan productos más personalizados y sostenibles. Es a este tipo de clientes a los que nos dirigimos.
Aunque ahora mismo es más una apuesta por nuestros valores. Es evidente que existe la sociedad de la inmediatez y muchas empresas trabajan para satisfacer la demanda de los consumidores cada vez antes. A nosotros en especial, no nos favorece, porque buscamos darle valor al oficio joyero, que requiere un tiempo de reposo, de dedicación y cuidado al detalle.
Buscamos transmitir que de igual manera que cuando encargas un cuadro a un pintor no esperas tenerlo en la puerta de casa de un día para otro, tampoco ocurra lo mismo con la joyería. Son trabajos que requieren mucha dedicación y es importante saber apreciar todo el esfuerzo que hay detrás. Sobre todo, si está hecho especialmente para la persona.
La joyería premium se está posicionando gracias al consumidor millennial, ¿lo percibís así?
Sí, creemos que los millennials están jugando un papel clave en el posicionamiento de la joyería premium. Esta generación valora la autenticidad, la calidad y la sostenibilidad, buscando piezas estéticamente bonitas que a la vez cuenten una historia y tengan un propósito. En lugar de optar por joyas de lujo tradicionales, prefieren artículos que reflejen su identidad.
¿Cómo son las joyas de YOLIÉ y a qué tipo de target van dirigidas?
Como nos gusta decir, nuestras joyas son statement pieces, es decir, auténticos fondos de armario en joyería. Son piezas atemporales, versátiles y diseñadas para realzar la esencia de quienes las llevan, acompañándolas en su día a día y perdurando con el paso del tiempo. De ahí nuestro lema: “Diseñado y hecho a mano en España para elevar tu esencia”. No queremos que complementen ningún look, como se suele decir en joyería, sino que vayan un paso más allá y saquen lo mejor de quien las lleva.
YOLIÉ está dirigido a una persona con una elegancia discreta pero segura, que aprecia los detalles y valora lo auténtico. Es alguien que busca piezas atemporales que resalten su esencia y no sigue tendencias pasajeras. Le gusta rodearse de objetos que tengan un significado profundo, que conecten con la tradición y la artesanía local, pero que al mismo tiempo tengan un toque moderno y sostenible.
¿Cómo serían los planes de expansión de YOLIÉ?
Hoy por hoy, estamos explorando nuestra presencia de forma internacional a través del canal online, llevando la esencia de YOLIÉ a mercados globales.
A corto plazo, estamos emocionados por la incorporación de oro de 18 kilates y el lanzamiento de una nueva cápsula para Navidad compuesta por unos cuantos diseños diferentes. Preferimos no saturar nuestras colecciones, ya que nos gusta dedicar el tiempo necesario a cada creación, asegurando que cumpla con nuestros estándares de calidad y atemporalidad.
Y, a largo plazo, uno de nuestros sueños es establecer un espacio físico, donde podamos interactuar directamente con nuestros clientes. Imaginamos un lugar donde poder conocer a las personas y que ellas a su vez descubran la historia detrás de nuestras joyas, probarlas y elegirlas de manera personal.
Creemos que la omnicanalidad es el futuro, y nos encantaría que YOLIÉ pudiera ofrecer ambas experiencias.