El anillo que por excelencia une generaciones, estilos y décadas y que ha significado tanto para la realeza y la aristocracia y también para la cultura urbana, reconquistó a los que más saben de joyería hace décadas para revivir su estilo clásico e icónico, en algunas ocasiones con ciertas reediciones en cuanto a diseño se refiere para otorgarle un toque más moderno aunque siempre sin perder su valor atemporal. Ahora, el anillo sello también recupera un viejo manual de uso: el de colocarlo en el dedo meñique.
Adoptada como los Pinky Rings, la tendencia del momento responde a otra de las tendencias de la temporada: la de lucir clásicos, de siempre, en un escenario renovado. Aunque, en esta ocasión, no es únicamente el escenario el que se renueva, apostando por uno en el que lo “aesthetic” es tan relevante, sino que también el tipo de anillo que se convierte en un Pinky Ring.
El nuevo manual de uso responde no solo a anillos sello, que en su versión más minimalista y versátil se relegan al dedo meñique, sino que otro tipo de anillos también son bienvenidos siendo la única máxima que estén diseñados para lucirse precisamente en este dedo. También es cierto que en los últimos meses esta tendencia ha sorprendido y va más allá: el anillo solitario ya no es únicamente cosa del universo nupcial y, ahora, es el elegido para lucir en el dedo meñique.

Y, aunque lleva todo el año reclamando su sitio como el anillo estrella del momento, es ahora cuando vive su momento más álgido. Sin duda, estamos ante un nuevo must que se coloca como un imprescindible en cualquier fondo de joyero.