La nueva colección New Shanghai refleja la convicción de su creador de que las joyas deben ser una fiel representación del espíritu y la energía de quienes las llevan
La icónica firma Carrera y Carrera, presente en el panorama joyero internacional desde 1885, comenzó una nueva etapa a principios de año y ahora estrena una nueva colección. Desde sus inicios, esta marca destaca por un proceso creativo y una experiencia artística en la que cada pieza es el reflejo minucioso y cuidado del trabajo orfebre, por lo que estas nuevas propuestas reflejan esos valores que tanto caracterizan a la marca española.
Con un equipo creativo liderado por Daniel Calvo, New Shanghai es la versión actualizada del icónico modelo Carrera y Carrera, inspirado en la figura mitológica del dragón como símbolo de poder espiritual, sabiduría y buena fortuna. Un equipo que busca además recuperar el ADN del diseño característico de la casa, que durante varias décadas consiguió satisfacer los gustos más exigentes de aristócratas y celebrities de todo el mundo. Diseños innovadores inspirados en el arte, la arquitectura o la naturaleza que consiguieron crear un estilo único e inconfundible.
En New Shanghai, la interpretación actual del collar aporta mayor fluidez de movimiento y detalles ornamentales para crear un equilibrio perfecto entre modernidad y elegancia atemporal. New Shanghai está disponible en diferentes tamaños y versiones de oro, incluyendo el oro rosé, lo que le permite adaptarse a los distintos gustos y preferencias.
En cuanto al brazalete, pieza clave de la colección, llama la atención por la cuidadosa forma en que se ha interpretado cada una de las escamas de la piel del dragón, lo que le confiere un inconfundible sentido artístico. Además, incorpora un cómodo sistema flexible que facilita su correcta colocación y proporciona un ajuste perfecto. Está disponible en dos versiones, una más sencilla y otra más lujosa, ambas obras de arte que sólo se diferencian por el número de diamantes que incorporan.
La nueva colección New Shanghai refleja la convicción de su creador de que las joyas deben ser una fiel representación del espíritu y la energía de quienes las llevan: vibrantes, elegantes y llenas de personalidad. Cada pieza se elabora a mano utilizando oro de 18 quilates y diamantes blancos y verdes de la más alta calidad y siguiendo las técnicas empleadas por los maestros artesanos de Carrera y Carrera desde 1885.