Este 2025 ha sido un año en el que las tendencias, los nuevos manuales de estilo y renovados códigos estéticos han colocado a la joyería en lo más alto. En una transformación en la que la autoexpresión y la personalización son clave a la hora de elegir una joya, una nueva generación de consumidores encuentra en la joyería una forma de expresar sentimientos y carácter a través de sencillos gestos.
Desde clásicos como las perlas o los pendientes de aro, pasando por infalibles como las joyas statement hasta diseños totalmente renovados a través de joyas gorgeus o playfull llenaron nuestros joyeros de la temporada, jugando con manuales de estilo como el stacking o el layering.
Repasamos las tendencias más relevantes de este 2025, las mismas que en 2026 seguirán siendo un must.
Autoexpresión y personalidad
La creciente búsqueda de autenticidad, un consumidor que quiere expresar su individualidad, el valor sentimental de una joya, la autoexpresión o la personalización han sido claves este año para entender las tendencias de la temporada, las mismas que iniciaron una nueva era en la industria.
Un escenario que dio paso a la joyería fluida, versátil y modular; a los charms, las iniciales, las joyas con mensajes o las joyas playfull y desmontables. Las joyas en movimiento, infinitas texturas y formas irregulares también han protagonizado el año.
Las joyas clásicas, joyas statement
Cuando el mundo parece moverse demasiado rápido y la incertidumbre se deja sentir, buscar refugio en lo que perdura es, al mismo tiempo, una forma de evadirse. Al fin y al cabo, las tendencias del momento también son un reflejo del escenario que la sociedad vive actualmente y, por eso, lo clásico vuelve a brillar con diseños reinventados y con unos nuevos ojos: en un entorno donde todo es efímero, las joyas clásicas se sienten seguras, familiares y profundamente personales. Además, la incertidumbre económica también ha revalorizado el concepto de “inversión emocional”. En lugar de adquirir piezas efímeras, los consumidores optan por joyas que duren toda la vida, que puedan transformarse y acompañar distintos momentos. La durabilidad no es solo material, sino también emocional.
Las perlas no es que vuelvan, es que se establecen definitivamente para todos los géneros y generaciones; las joyas riviere estuvieron muy presentes y dieron paso a otros favoritos como los pendientes solitario, las pulseras finas o las cadenas minimalistas listas para crear nuevos layerings. Los anillos sello, los aros, formas geométricas y todas las piezas icónicas fueron protagonistas este año.

El color como nuevo lenguaje
Las joyas con color no solo aportan estética, también comunican estados de ánimo. Desde gemas de colores, diamantes fancy u otros materiales capaces de aportar color a la pieza han sido la gran tendencia del año, colocándose en el centro de la conversación y creando nuevos must. De hecho, se espera que el mercado de las gemas de colores alcance los 27.500 millones de dólares en 2033, con un crecimiento imparable impulsado, sobre todo, por las nuevas generaciones.
Una tendencia que incluso ha empezado a conquistar a un universo nupcial que también está experimentando una gran transformación y en la que gemas de colores ya se convierten en alternativa a los diamantes.

Los collares más deseados
Los collares largos, collares riviere, el regreso del choker, la obsesión por el torque y las perlas han protagonizado el año. Después del icónico collar riviere, el torque ha sido, sin duda, la obsesión del 2025: una gargantilla rígida reducida a un simple hilo de metal abierto que se posa delicadamente sobre la piel y que hemos visto en redes sociales, en pasarela y en alfombras rojas.
Mientras este año los collares formaban una parte fundamental de nuestros looks, el layering más icónico del universo joyero, el stacking de los collares, vivía su momento más álgido.

Los anillos más buscados
Las joyas statement han ocupado un lugar especial en el joyero este año y lo seguirán siendo en 2026. Una tendencia que ha traído de vuelto los chunky rings como respuesta al regreso del maximalismo. Los anillos gruesos, texturizados y escultóricos se alían con otra de las tendencias de la temporada, los pinky rings. El anillo que por excelencia une generaciones, estilos y décadas responde al deseo de la temporada de de lucir clásicos, de siempre, en un escenario renovado.

Los pendientes del año
Largos, pendientes riviere, los icónicos aros, con formas geométricas, maxi, de estilo vintage… no hemos podido vivir sin ellos. Este año los pendientes también han protagonizado looks icónicos, convirtiéndose incluso en la pieza clave.
Entre ellos, el earcuff, una de las joyas con más carácter del joyero, volvió para lucirse en acumulación, confirmando una vez más que el stacking es una máxima en el universo joyero.
Los pendientes extra largos de una fila o incluso de varios, los tipo riviere, los que están adornados con piedras preciosas o circonitas y, en general, aquellos que están diseñados para destacar también han protagonizado grandes momentos, desde la época estival del año hasta la más festiva.

Momentos virales en el universo nupcial
Sin duda, las tendencias en los anillos de compromiso han evolucionado hacia nuevos estilos protagonizando algunos de los momentos más virales del año. Desde el anillo chunky de Dua Lipa, a la estética diamond floating de Gala González o el estilo este-oeste de Miley Cirus y Zendaya. Momentos que influirán en las tendencias del 2026 de los anillos de compromiso más buscados.

En definitiva, este año se ha creado un universo alrededor y la joyería que continúa creciendo más allá de crisis socioeconómicas. La industria ha recuperado este 2025 su lado más sentimental, convirtiéndose en un valor añadido, en un imprescindible que ha despertado interés incluso entre una nueva y joven generación que entiende todo lo que hay detrás de este sector y el por qué de su valor.

