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La DANA deja un sector joyero azotado pero unido

Historias de vida y creación que pueden recuperarse, fortalecerse y una carrera de fondo para reinventarse. La DANA deja un sector azotado pero unido, capaz de volver a empezar tantas veces sea necesario

El pasado 29 de octubre, la DANA arrasó Valencia tras vivir uno de los peores temporales del último siglo; una tragedia que ha dejado una profunda huella con la sensación real de haberlo perdido todo incluso, algunos, a seres queridos. Los que hemos sido testigos de esta catástrofe y este dolor desde fuera, queremos transmitir el pésame a todas esas familias rotas. Y, aunque somos conscientes de que esta situación necesitará de mucho tiempo, esfuerzo y apoyo para poder sanar, muchas personas han encontrado en la solidaridad y en la empatía una vía para ayudar a todas estas personas afectadas. Así ha sido en el caso del sector joyero y relojero que, acostumbrado a sufrir crisis aunque también a sentirse unido (y cada vez más), ha demostrado saber estar a la altura. Con las emociones a flor de piel, este sector se vuelve a levantar, como siempre ha hecho, pase lo que pase; y estas líneas son para todos ellos, para dar voz a quienes más lo están sufriendo, para los que han encontrado la fórmula para crear un lazo de unión irrompible y para todos los que están ayudando.

Valencia ha vivido (y todavía vive) una situación insólita, una devastación y una incertidumbre. Algunos ciudadanos perdían mucho más que sus trabajos o sus pertenencias materiales, otros veían su trayectoria profesional destruida por el barro. Sea como sea, todos sufrían, cada uno a su manera, pero la tristeza invadía a los valencianos. Ahora quizás todavía cuesta ver la luz pero la solidaridad humana y las iniciativas que han surgido de esta tragedia son esa esperanza que todos los valencianos necesitan, saber que todo puede volver a empezar. Así es que, con la situación que Valencia y el sector joyero estaba sufriendo, profesionales, compañeros y asociaciones decidieron unirse para encontrar la forma de ayudar en todo lo posible. “Todo surgió porque tengo una amistad con Ada y Emilio; cuando me enteré de la DANA me puse en contacto con todos mis amigos valencianos, siendo Ada y Emilio unos de ellos. Me respondieron al cabo de 24h porque no tenían cobertura, me enviaron vídeos e imágenes que me afectaron y me sentía mal por ver como mis amigos y compañeros estaban sufriendo tanto. Como no podía desplazarme a Valencia, busqué la forma de unir a todo el sector joyero para ayudarnos que, al fin y al cabo, eso es el sentido del gremio. Me puse entonces en contacto con el JORGC, con Oscar Pascual, y creamos dos grupos de WhatsApp, uno que es solo para gente de Valencia y el otro formado por los afectados de Valencia junto a todo el sector español que se ha querido unir a la causa. La verdad que es increíble la buena onda que se siente en el mundo de la joyería”, afirma Judith de Joieria Orfi. Y es que la motivación de Judith por ayudar a los compañeros afectados fue el punto de partida para unir a las asociaciones correspondientes y comenzar una iniciativa que, a día de hoy, es esperanza para todos. Y así surge el movimiento de ayuda que la Asociación de Joyeros de Valencia ha desarrollado.

Desde nuestro rol como representantes del sector a través de AVAJOYA, y en específico como joyeros y valencianos, estamos profundamente afectados por los recientes acontecimientos en nuestra región. A pocos kilómetros de nuestras instalaciones y nuestras casas, muchos joyeros han visto como sus negocios han sido devastados. En esta situación tan difícil, nuestra prioridad ha sido actuar con rapidez, por lo que nos pusimos en marcha sin demora para movilizar a los joyeros a nivel local y nacional”, nos cuentan desde AVAJOYA.

Tras varias reuniones, lanzamos una primera iniciativa ‘De joyero a joyero’ con la colabo- ración de diferentes asociaciones de todo el país, para ofrecer una ayuda solidaria directa a los joyeros afectados por dos vías principales, económica y de material. Desde el principio, hemos actuado con rapidez, pero a la vez con sensatez, porque queremos asegurarnos de que todo lo que se dona y moviliza va a ser útil para el joyero afectado. Para asegurarnos que así sea, estamos haciendo un seguimiento personalizado con cada uno de los joyeros afectados, obteniendo así una demanda real. A la vez, estamos trabajando en canalizar la ayuda que nos llega de todos los joyeros de España que están dispuesto a colaborar. En estos momentos tenemos unos 25 joyeros afectados entre joyerías, talleres y estudiantes, un grupo de WhatsApp de casi 200 miembros dispuestos a ofrecer ayuda y más de 30 ofrecimientos de material consolidados. Desde aquí, seguimos animando al sector para que colabore rellenando el formulario y enviando fotos de material a: ayuda@femeval.es

Además de este proyecto principal, hay dos proyectos abiertos, para recaudación de fondos: “la subasta” y “el diseño de la joya”. Estos dos proyectos, que surgieron en paralelo y que esperamos poder poner en marcha, están lanzados, pero aún no están consolidados. En cuanto tengamos más noticias sobre ellos, os mantenemos informados. Es increíble la solidaridad y unión que el sector ha demostrado a raíz de este suceso. Sin duda, uno de los focos de AVAJOYA es que esta unión se fortalezca para así poder emprender juntos muchos otros proyectos que el sector requiere con el objetivo de visibilizar y poner en valor la competencia que de verdad existe en el sector joyero español”, añade AVAJOYA.

“Quiero volver a abrir para dar ánimo a los demás”, Emilio Rotglá Jewelry

La fatídica inundación lo dejó todo destrozado y aunque, la catástrofe no llegó a reventar la persiana como sufrieron otros locales, el negocio familiar que hoy regentan Emilio y su mujer Ada, la segunda generación, está totalmente destruido. La misma noche, Emilio no dudó en bajar a su negocio para ya empezar a limpiar y salvar todo aquello que fuera posible después de que 1 metro de agua se lo llevará todo por delante; muebles que están para cambiar, relojes inundados, bisutería, bandejas y packaging estropeado, medallas de oro que flotaban dentro de la caja fuerte… Trece días después de duro trabajo, limpieza y montaña rusa de emociones, Emilio tiene claro que quiere continuar hacia adelante.

Muchos negocios de esta zona no van a volver a abrir; en mi caso, me da un poco de apuro volver a hacerlo pero me siento obligado, para dar ánimo y fuerzas a los vecinos, a compañeros del sector y a otros sectores afectados. Esto parece un escenario de guerra con camiones militares, ambulancia, bomberos, va a costar meses que estas calles vuelvan a ser lo que eran pero quiero volver a abrir”, nos cuenta Emilio. Claro que la incertidumbre se suma a la lista de emociones que los valencianos están viviendo estos últimos días, al fin y al cabo se trata de un pueblo destruido en el que muchos vecinos han perdido sus coches o sus casas… y, como nos transmite Emilio, “no sé cómo van a ir las ventas pero esperamos que poco a poco todo vuelva a la normalidad”.

Finalmente, Emilio pudo abrir su joyería el pasado viernes 22 de noviembre y, tras limpiar el género y colocarlo en nuevas bandejas que otros compañeros joyeros le cedieron, Emilio Rotglá Jewelry volvió a abrir sus puertas cada mañana desde entonces. “En nuestra calle todavía no hay luz, por eso abrimos solo por las mañanas pero, junto con otros dos negocios que también han abierto, damos un poco de alegría a la calle; las vecinas han bajado a saludarnos, se alegran de vernos y de ver que la calle revive un poco. Todavía estamos organizando y arreglando cosas pero es cierto que de momento no hay mucho trabajo”, nos cuenta Emilio. A pesar de la incertidumbre y de cómo será la situación a medio plazo, la ilusión sigue viva y la campaña de Navidad plantea un escenario diferente ya que, como añade Emilio, “creo que en esta campaña si tendremos trabajo, la gente está muy concienciada en ayudar y apoyar a los negocios locales; este fin de semana ya nos visitaron clientas jóvenes con la idea de comprar regalos de Navidad. Aunque es cierto que a medio plazo no tenemos ni idea de que pasará porque todos hemos perdido algo”.

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Además, Emilio y su mujer han creado una marca de bisutería, Sure Jewels, que nació precisamente en esta joyería familiar de un pueblo de toda la vida. Cuenta con dos tiendas propias en Valencia capital que no han sido afectadas, aunque Ada ha estado varios días sin poder acceder ni a Valencia, ni a las tiendas. La campaña de Navidad es la que se ha visto afectada ya que, desde la joyería de Alfafar, estaban montando la nueva colección que iban a vender con unos mini joyeros y unas velas que habían diseñado para la ocasión. Pero a pesar de que esta catástrofe ha afectado tanto al negocio como a la marca, “nuestra intención es retomar también esta campaña de Navidad para Sure Jewels”.

Y, entre tanta incertidumbre, tristeza y, a ratos, miedo, la iniciativa de AVAJOYA ha sido, para Emilio Rotglá Jewelry, una fuerza para continuar. “Notamos que el sector está con nosotros y cada uno, en la medida de lo que puede, nos ayuda; sentimos ese apoyo, se preocupan por saber qué nos hace falta y qué pueden aportar”, nos cuenta Emilio. Como consejo para futuras situaciones que pongan en peligro las joyerías, Emilio también nos transmite que “uno de los consejos que podría dar, además de estar muy pendientes de las alertas y de las previsiones ya que nunca crees que va a ocurrir pero ocurre, es tener a salvo el material informático para tener constancia de los inventarios, tener copias en la nube”.

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“Vemos un poco de luz”, Taller Joyero Aldaia

Hablamos de como los negocios han quedado destrozados, pero Polly no puede evitar emocionarse al contarnos como vivieron personalmente ese primer día, esa catástrofe inesperada que se encontró con su marido y su hijo todavía en el taller. “Fue como una película de terror; me fui de trabajar a las 7 y no caía ni una gota y a las 8.23, cuando sonó la alerta en nuestros móviles, ya había un palmo de agua en la calle y nos habíamos quedado incomunicados”, nos cuenta Polly.

Aunque toda su familia consiguió regresar a casa sana y salva, Polly y su marido Jorge se encontraron con su taller también devastado por el barro. “La persiana del local estaba entera, por lo que pudimos ir abriendo poco a poco, rescatando joyas del barro, pero es cierto que lo perdimos todo, el coche, el taller…, relata Polly. Y es que su taller de joyería estaba ubicado en la zona alta del barranco, por lo que se encontraron con 2 metros de barro.

A pesar de todo, “vemos un poco la luz” ya que la iniciativa promovida por AVAJOYA ha servido no solo como una ayuda material sino que está siendo una gran herramienta a nivel emocional, transmitiendo un apoyo que, para todos los afectados, es ahora mismo fundamental. “Estamos recibiendo mucha ayuda gracias a la Asociación y a las escuelas de joyería que se han unido; nuestro local está inservible pero nos han cedido uno nuevo para volver a empezar poco a poco. También estamos recopilando las herramientas que nos están dejando y quizás en Enero volvamos a estar trabajando”, afirma Polly. “Los clientes también nos están haciendo nuevos pedidos así que sí, vemos un poco de luz”.

Todo el sector joyero español está solidarizado con nosotros”, añade Polly.

DANA
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“Hemos aprendido tantas cosas con esto”, Joyería Feli Fashion

Ubicada en el un centro comercial de Alfafar, esta pequeña joyería ha visto sus 40 años de esfuerzo y trabajo arrasados en un momento y, lo peor de todo, no solo por la DANA sino también por el robo sufrido la misma madrugada de la catástrofe, llevándose lo poco que les quedaba.

En la tienda lo hemos perdido todo ya que nos entró un metro y medio de agua y, además de eso, los cristales tienen golpes ya que nos entraron a robar esa misma noche y una DANA se puede llevar cosas pero si luego te roban el género, dificulta mucho más volver a la vida comercial. Hemos tenido que salir adelante como hemos podido, con el apoyo de amigos y familiares que nos han ayudado a limpiar. Ahora, la situación es que la tienda está diáfana sin mobiliario y con los cristales rotos y estamos a la espera de recibir información de cuando podemos volver a abrir, nos gustaría poder hacerlo para la campaña de Navidad pero, al estar dentro de una galería comercial, no depende de nosotros”, nos cuentan desde Feli Fashion. “En caso de que podamos hacerlo, será poniendo nuestros propios recursos ya que, además, seguimos esperando respuesta del seguro y de las ayudas”, añade.

Y es que, como nos cuenta la familia, “hemos aprendido tantos cosas con esto… pero la más importante es que somos un gremio muy vulnerable y nos sentimos como un “caramelo” para los robos; el como tienes asegurado el negocio puede cambiar mucho la situación y es importante tener las parcelas del seguro bien distribuidas así, aunque no sepas cuando te van a pagar, al menos tenerlo todo bien atado. Otro factor importante en una situación como esta que nos cuentan desde Feli Fashion es que “hay que tener asegurado las pérdidas de beneficio ya que si no tienes ingresos porque la joyería está cerrada, eso también se puede asegurar”.

Por último, y una vez más, para Feli Fashion el apoyo del gremio ha sido una fuente de energía.Sentirnos apoyados en estos momentos tan difíciles en los que lo has perdido todo, la ilusión, las ganas… ha sido muy importante; incluso el apoyo recibido por parte de joyeros de fuera de Valencia, compañeros con los que nunca has compartido nada, pero que no dudan en ayudarte”. Feli Fashion también recalca la conexión que se ha creado gracias a la iniciativa de AVAJOYA, a través de la cual han conseguido maquinaria o material que otros joyeros han querido aportar para que volver a empezar resulte un poco menos complicado.

“Vamos a estar preparadas para Black Friday y Navidad”, Singularu

Afortunadamente ya no había nadie en Picanya cuando sucedió y no hemos tenido que lamentar daños personales, solo materiales. Sin embargo, el agua arrasó nuestro almacén completamente, nos hemos tenido que buscar un almacén nuevo y montarlo de cero a toda velocidad para poder ponernos en marcha cuanto antes. Esta empresa es el sustento de más de 350 familias”, nos cuentan desde la marca valenciana.

Desde el primer minuto hemos podido contar con todas las personas que han trabajado con nosotras estos años. El equipo lo ha dado todo, pero es que los proveedores, las fábricas, nuestros amigos… todo el mundo se ha volcado. Cuando estábamos recogiendo barro se acercaban voluntarios ofreciéndonos ayuda y les pedíamos que se fueran a ayudar en las casas de la gente porque nosotras ya éramos más de 20 personas sacándolo todo. Esta tragedia ha sacado lo mejor de muchísimas personas que se han puesto a ayudar sin que nadie se lo pidiera, cada uno con sus medios, ya fuera una escoba, un tractor o un camión”, añaden.

Singularu fue otra de las afectadas aunque, en una situación tan complicada, consiguieron en tiempo récord un nuevo almacén en otra localización. Una oportunidad conseguida gracias al apoyo y ayuda de todos los trabajadores de la empresa y, al mismo tiempo, una esperanza para otras empresas de la provincia afectadas por la DANA”.

Ahora mismo estamos volcadas en sacar la empresa adelante, hemos tenido muchas pérdidas materiales pero vamos a estar preparadas para Black Friday y Navidad que son las campañas más importantes del año”.

Historias de vida y creación que pueden recuperarse, fortalecerse y una carrera de fondo para reinventarse. La DANA deja un sector azotado pero unido, capaz de volver a empezar tantas veces sea necesario.

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