El pasado día 14 de enero falleció a los 96 años y rodeado de su mujer Chelo y sus 5 hijos y 6 nietos, D. Carlos Moreno de Rio
D. Carlos Moreno fue uno de los fundadores de SAYMOR (Sala y Moreno S.A.), una de las fábricas de joyería que junto a otros como Octavio Sardá, Jordi Elías, Adolfo Druguet, Carlos Ramón, Pepe Maldonado o Ramón Recasens por citar sólo a algunos, fueron capaces de cambiar la mentalidad de los talleres tradicionales de joyería, para convertirlos en fábricas profesionalizadas, con clara vocación de salir al exterior y que consiguieron llevar el esplendor de la joyería catalana entre los años 60 y 90 por todo el mundo.
Gemólogo de profesión y vocación, hoy sería considerado un emprendedor ya que, siendo el menor de 15 hermanos, sin padre desde los 4 años y emigrado de su Valladolid natal, creó un negocio desde cero. Desde el primer momento tuvo una clara vocación de abrirse al exterior y entre muchos ejemplos que dan fe de este hecho, mencionar que fue de los primeros siete joyeros españoles que expusieron en la Feria de Basel cuando era sólo una feria de muestras, además de participar en innumerables misiones comerciales y ferias por Europa, América y Asia.
En otros ámbitos de su vida, cabe destacar que fue parte de la primera promoción de gemólogos que salió de la Universidad de Barcelona y que se graduó en la prestigiosa Gemmological Association of Great Britain, participó activamente con personas muy arraigadas en la joyería catalana en el Cercle de Joiers, germen de la actual Federació Catalana de Joiers y formó parte organizaciones como Barnajoya, la feria de joyería de Barcelona.
Con él se nos va otro de los integrantes del grupo de emprendedores joyeros catalanes de los 60, un hombre honesto, recto y trabajador, que siempre tenía una sonrisa para todos y del que un antiguo director de la Federación Catalana de Joiers decía que “era capaz de cerrar acuerdos importantes con sólo un apretón de manos”.
En palabras de Pedro Pérez, gerente de Grupo Duplex, «Carlos Moreno fue una persona que no pasó por la vida terrenal, se inmortalizó en ella y en el sector joyero. Su recuerdo permanecerá unido a los que lo conocíamos y tratamos; estará siempre vinculado a su familia y a los que le conocimos. Siento un orgullo enorme de haber compartido con él momentos inolvidables«.
Descanse en Paz
Siempre nos quedarán gratos recuerdos de su vida como profesional. Un fuerte abrazo a toda la família.