«En Córdoba se fabrica en torno al 60% o 70% de la joyería que se hace en España y en ello tiene muchísimo que ver el Parque Joyero, epicentro de una industria arraigada a la ciudad históricamente«
El Parque Joyero de Córdoba, un complejo empresarial multisectorial en el que predomina la industria joyera, se mantiene en un buen momento y bate récords. En la actualidad, acoge un total de 285 empresas, el número más alto de su historia, y está ocupado al 92%. Además, en 2023, las empresas del Parque Joyero, incluidas sus matrices, alcanzaron una facturación de 750 millones de euros.
Un espacio en el que conviven empresas tanto de Córdoba como de fuera de España, aunque la mayoría son nacionales. En él, la joyería y la relojería son los sectores predominantes en un reciento de 140.000 metros cuadrados que fue concebido, en sus inicios, para dedicarse en exclusiva a esta industria aunque, desde 2008, abrió sus puertas a todo tipo de empresas. Aún así, la industria joyera es la más representada. De hecho, como explica Rafael Ruiz, Presidente del Parque Joyero, «la joyería cordobesa atraviesa un buen momento y ya ha dejado atrás las malas cifras que trajo consigo la pandemia. En Córdoba se fabrica en torno al 60% o 70% de la joyería que se hace en España y en ello tiene muchísimo que ver el Parque Joyero, epicentro de una industria arraigada a la ciudad históricamente«.
«La marca Córdoba está muy consolidada«, explica el presidente del Parque Joyero, lejos de la mala imagen que pudiera tener hace años. Esto deriva en unas muy buenas cifras de exportación. Según calcula Ruiz, en torno a la mitad de las empresas de joyería de Córdoba exportan sus productos.
Además, esta situación coloca al sector español en una muy buena posición. Por ejemplo, «la joyería cordobesa no tiene rival como en el caso de la producción de pendientes de niña, un mercado donde compite con países como Francia o Italia, pero donde Córdoba sigue ganando por goleada«.
Formación y relevo generacional
El Parque Joyero de Córdoba, además, busca fomentar el relevo generacional de esta industria, una necesidad cada vez más evidente, por lo que no duda en estrechar lazos con la Escuela de Córdoba, con la que comparte espacio. Como reconoce Rafael Ruiz, «las empresas casi se pelean por conseguir a los estudiantes que salen de la escuela, evidenciando que el sector tiene todavía mucho futuro por delante».