Es necesario que también el profesional cambie la percepción; “esta es la oportunidad para el canal tradicional de posicionarse en la mente del cliente como una autoridad en lo que a la relojería se refiere”
Desde Diloy prefieren ver “el lado bueno de las cosas” a pesar de que el mundo de los smartwatches y, por lo tanto, del Apple Watch, ha divido a profesionales del sector entre los que ven la oportunidad y los que encuentran antes la desventaja o el peligro. Por ello, Diloy lanza una colección de correas y un expositor específico para el Apple Watch; aunque, en realidad, van más allá de eso y buscan posicionar a la relojería tradicional en el lugar que se merece.
“El reloj más vendido del mercado en los últimos años es, con gran diferencia, el Apple Watch en sus diferentes versiones. No contamos con las cifras de venta, pero no hay más que darse una vuelta y mirar las muñecas de la gente. ¿Con cuanta frecuencia ves un Apple Watch?. Nos guste o no a los que vivimos del mundo de la relojería, el Apple Watch es de los relojes más vistos”, cuenta Gregorio López, Goyo, director de Diloy a Contraste.
Por ello, más allá de entrar a debatir si es o no un reloj o si este complemento puede hacer daño al sector relojero, Diloy prefiere valorar las oportunidades de negocio que brinda un Apple Watch. Por un lado, la masa enorme de usuarios de Apple que han pasado de no usar reloj, a lucir el Apple Watch; sea el reloj que sea, ya es un paso que estos consumidores se adentren en el mundo de la relojería. Por otro lado, como este tipo de reloj se presta a cambiar de correa con cierta frecuencia, ya sea por moda, por estilo o por gusto, alternando así materiales y colores.
A estos dos factores que hacen que el Apple Watch sea una oportunidad de negocio para los profesionales relojeros, hay que sumar también que, aunque parezca que a priori las opciones de cambio de correa son ilimitadas, en realidad no son tantas si tenemos en cuenta que la tienda oficial de Apple ofrece correas a precios muy altos y el surtido de diseños no es muy variado; así como otros puntos de venta, que se caracterizan por la mala calidad a pesar del alto coste. Así es que, ¿dónde puede el consumidor cumplir con su deseo de obtener una nueva correa para su Apple Watch que cumpla con las dos características clave de calidad y precio?.
Aquí es donde entra en juego la relojería tradicional. “En Diloy creemos que quien más debería beneficiarse de esta oportunidad es la relojería tradicional porque ¿quién mejor para ofrecer una correa de reloj que el propio relojero?”, afirma Gregorio López.
Para aprovechar esta oportunidad se necesitan dos cosas fundamentales; visibilidad, que el cliente sepa que en su relojería puede adquirir una nueva correa especifica para su Apple Watch y, el otro factor fundamental, ofrecer “algo más”, es decir, ofrecer un surtido con una oferta que no se pueda conseguir en ningún otro sitio, con una excelente relación calidad / precio.
“Según el estudio previo que hicimos, ahora mismo son pocos los usuarios de Apple Watch que entran a una relojería a preguntar por una correa para su reloj por el simple hecho de que dan por sentado que la relojería no las tiene”, cuenta Gregorio.
Por ello, desde Diloy ponen en el mercado una colección de más de 300 modelos de correas para Apple Watch y un expositor específico para presentar y dar visibilidad a esta colección. “Hemos diseñado un expositor pequeño que se pueda poner en cualquier lugar de la joyería, pero tiene que ser visible”, afirman desde Diloy. De esta manera, el objetivo es conseguir que el cliente sepa que en la relojería tradicional también puede comprar una nueva correa para su Apple Watch y, así, reeducarle y hacerle ver que las relojerías de su barrio pueden cumplir con sus deseos y necesidades.
Puede parecer extraño dar tanta visibilidad en la tienda física a un producto como es la correa, pero es necesario que también el profesional cambie la percepción, que deje de ver esto como un simple producto y despertar ese interés por un producto en el que existe la demanda. De esta manera, también se conseguirá que un tipo de público que no frecuentaba la tienda tradicional, empiece a hacerlo. “Esta es la oportunidad para el canal tradicional de posicionarse en la mente del cliente como una autoridad en lo que a la relojería se refiere”, concluye Gregorio.