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«Después de muchos años, tenemos a una generación que usa mucha joyería», Eugenia Gadaleta

«El sector debe estar preparado para recibirlos porque hay una gran escasez de mano de obra debido al cambio generacional de los últimos años«

Charlamos con Eugenia Gadaleta, consultora y profesora de comunicación y marketing, acerca de cómo la formación es imprescindible a todo los niveles, cómo esta debe evolucionar al mismo compás que lo hace la industria, o cómo las nuevas generaciones y las nuevas tecnologías han llegado para formar una parte imprescindible del sector.

¿Por qué decides dedicarte al sector joyero y cómo comienza esta andadura?

Le debo mucho a la joyería. Me acerqué a ella por diversión a los 18 años, como un hobby, ensamblando joyas y vendiéndolas en lugares turísticos para apoyar mis estudios, ayudando también a los comerciantes de piedras durante las ferias. Gracias a esto pude permitirme estudiar en una prestigiosa universidad en Milán y decidí entonces graduarme en la Universidad Católica de Milán en 2010, con una tesis sobre la relación entre el cuerpo y la joya en la joyería artística y contemporánea. Fue durante mis estudios cuando conocí mejor el sector al visitar una exposición de joyas de la coleccionista Diane Venet, que se celebraba en Roubaix. A través de los libros también me enamoré de las joyas experimentales de Gijs Bakker, Giancarlo Montebello, Gerd Rothmann y muchos otros. Como amante del arte contemporáneo, me fascina la idea y la experimentación detrás de una joya. El lenguaje de la joyería contemporánea es muy poderoso para mí.

Eres consultora y profesora de comunicación y marketing, cuéntanos un poco sobre tu profesión y sobre qué buscas aportar al sector joyero a través de tus conocimientos

Después de 5 años trabajando con un contrato indefinido, decidí cambiar. Como autónoma, propuse por primera vez un curso de comunicación para patronistas en una histórica escuela de moda de Milán ya que, durante mi profesión como responsable de prensa en una feria de moda contemporánea, me di cuenta de que muchas empresas no podían enviarnos una nota de prensa profesional con las novedades que presentarían en la feria. Entendí que tanto en el sector de la moda como en el de la joyería, muchas escuelas internacionales tenían un gran vacío y principalmente formaban empleados. Es decir, quienes van a trabajar para empresas sólo se les exige saber crear un producto de manera excelente. El problema es que si un estudiante quiere lanzar su propia colección y no tiene una base de marketing y gabinete de prensa, se encuentra completamente desprevenido para posicionarse y marcar la diferencia en el mercado.

Decidí entonces lanzar un curso de comunicación y gabinete de prensa para diseñadores de joyas; lo hice durante la pandemia y tuvo mucho éxito. Actualmente, lo sigo impartiendo de forma independiente y, en versión abreviada, en la Scuola Orafa Ambrosiana de Milán. A través de mis conocimientos me gustaría enseñar a diseñadores y empresas a comunicar sus creaciones y su marca de manera profesional en redes sociales, sitios web y toda la comunicación institucional para ser publicada en periódicos. La buena comunicación es una tarjeta de presentación importante, genera autoridad y confianza en el cliente potencial.

¿Percibes un creciente interés de jóvenes que quieren dedicarse a esta industria?

Creo que a los jóvenes les atrae mucho el mundo de la joyería y por primera vez, después de muchos años, tenemos a una generación que usa mucha joyería en todos los ámbitos, tanto niños como niñas. En Italia, en los últimos años, se han registrado récords de matrícula en escuelas de orfebrería. Sin embargo, la orfebrería en particular, es un trabajo muy duro y requiere disciplina, constancia y precisión. Es necesario estar impulsado por una gran motivación y pasión y contar con el apoyo de una familia que no impulse una carrera lejos del trabajo manual porque se considera menos prestigioso.

¿Crees que está el sector preparado para recibirles?

El sector debe estar preparado para recibirlos porque hay una gran escasez de mano de obra debido al cambio generacional de los últimos años. En Italia, muchas casas de moda ofrecen cursos internos gratuitos en sus academias o becas. Se debería invertir mucho más en comunicación para hacer que el sector sea más visible y atractivo.

Siguiendo con la formación, en España existe un déficit en el que el sector está trabajando. ¿Qué consejo darías para tomar impulso en la formación y cubrir con las necesidades y deseos de aquellos que buscan dedicarse a este sector?

En Italia ocurre lo mismo. Creo que las becas y los incentivos pueden ayudar mucho a la hora de atraer a los jóvenes, pero también es necesario partir de un relato eficaz sobre lo increíblemente fascinante que es el mundo de la orfebrería. Por otro lado, creo que introducir cursos de marketing, gabinete de prensa y comunicación enfocados en la industria de la joyería en todas las academias es fundamental para conseguir así una base de conocimientos adecuada para expresar mejor el talento y darlo a conocer al mundo. Por último, una sinergia más estrecha entre escuela y empresa es necesaria para comprender cómo las escuelas pueden formar mejor a los profesionales órfebres del futuro.

¿De qué otra manera aportas tus conocimientos al sector joyero?

Para apoyar a los creativos de la joyería contemporánea, creé hace unos años un Premio de Comunicación en Joyería que otorgué con motivo de las Jewelry Weeks celebradas en Bruselas, Roma, Florencia y Barcelona. Un premio que consiste en, junto con el ganador, crear una herramienta profesional, un Press Kit útil, para que pueda darse a conocer ante los periodistas. Por otro lado, me invitan a formar parte de jurados internacionales de eventos del sector; a veces colaboro con revistas, como Vogue, e informo sobre exposiciones, concursos y eventos interesantes y también mantengo informados a mis seguidores a través de mis redes sociales y en el grupo de Facebook Jewellery News & Events.

En Italia, he impulsado mucho la difusión del modelo Jewelry Week, en el que creo desde que lo vi por primera vez en Munich; propuse el primer proyecto en Milán, colaboré con las Jewelry Weeks de Florencia y Bruselas, fui invitada como ponente a la de Nueva York y colaboré como consultora de comunicación en la primera edición de Roma Jewelry Week. También hay otros 3 proyectos en los que estoy trabajando pero que aún no puedo revelar. Sin duda, el objetivo principal sigue siendo colaborar con empresas y diseñadores de joyas para ofrecerles asesoramiento e iniciar o desarrollar estratégicamente su comunicación.

También eres fundadora del Milano Jewellery Tour, ¿cómo creas este proyecto y qué nos puedes contar sobre ello?

Milano Jewellery Tour es un proyecto de comunicación para la joyería que nació en 2019. Su objetivo es llevar a un pequeño grupo de personas a dar con empresas dedicadas al sector en Milán y tener la oportunidad de conocer personalmente a los directores o ver espacios que normalmente no son accesibles para el público. Era algo que sentía que faltaba en la oferta contemporánea, al público le gustó mucho el proyecto y, desde 2022, se ha convertido en una de las experiencias que se ofrecen exclusivamente a los huéspedes del prestigioso hotel 5 estrellas Mandarin Oriental Milan. Por ello, también me gustaría exportar el concepto a otras ciudades del mundo.

Milano Jewellery Tour también fue el socio oficial de la primera edición de Contemporania, celebrada en Barcelona. ¿Cómo ha sido esta primera edición? ¿Habrá una segunda?

Estoy realmente feliz y agradecida por haber colaborado de nuevo con el director Paulo Ribeiro y su staff durante la primera edición de Contemporania como socio. La primera edición fue un éxito, la ubicación fue increíble, conocí diseñadores muy talentosos, selección y exposiciones de alto nivel y, claro, mi deseo es continuar esta colaboración en Barcelona también la próxima edición.

¿Y en qué crees que debería seguir trabajando el sector joyero para conti- nuar evolucionando?

Creo que hay tres puntos fundamentales en los que trabajar: el primero es obviamente la comunicación tanto en los medios como en las escuelas. Podemos producir creaciones increíbles, pero si no las damos a conocer perdemos oportunidades de visibilidad y de negocio. La segunda es la atención a la sostenibilidad, las nuevas generaciones están dispuestas a pagar más por algo que conocen el origen y que no va en detrimento de los trabajadores y el medio ambiente. De hecho, según el informe Future Outlook de Hearst, el 66% de la población está dispuesta a pagar más por una joya sostenible y el 54% quiere saber su origen si es sostenible. En tercer lugar, no teman a las nuevas tecnologías que son mucho más que herramientas, son el nuevo mundo en el que viviremos, pueden ayudarnos mucho acelerando algunos procesos y resaltando aún más el carácter extraordinario del saber hacer humano.

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