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Cuando la pasión puede al mobbing: la historia de Marsans Maluquer

Nos ha ido muy bien durante estos 41 años, por eso no hay que rendirse nunca y Pedro tenía toda la razón en su artículo. Lo tengo guardado y se lo enseño a mis clientes, para que vean que el mundo continua

La joyería Marsans Maluquer guarda con cariño una de las cartas editoriales de Pedro Pérez publicada en Contraste, “Llegó la hora de jubilarse… ¿para qué?” La motivación de estas líneas y la pasión por el sector joyero han llevado a la joyería Marsans Maluquer a luchar contra viento y marea para seguir cumpliendo con los deseos de sus clientes e impulsar al sector. Así nos lo hacen saber Rosa y Joaquín tras comunicarnos que se trasladan de local. ¿El motivo? Una situación de mobbing que la pasión consiguió vencer.

Con 41 años de historia, Rosa Marta y Joaquim están al frente de una joyería que es ya histórica en su barrio y ahora también un símbolo de resistencia. Ubicada desde sus inicios en las Galerías Sarrià de Barcelona, los propietarios estuvieron demasiado tiempo sufriendo un calvario provocado por el acoso de un grupo inversor. 

En 2019, las Galerías Sarrià contaban con 26 tiendas, hasta que Joyería Marsans Maluquer fue la última en resistir. Un grupo inversor quiso acabar con cuatro décadas de negocios, pero la pasión de los propietarios fue más fuerte. Todo empezó cuando los inversores se reunieron con los propietarios de cada una de las tiendas en 2019 para comprarles su participación en la comunidad; “empezaron a comprar locales de la Galería, a los que estaban de alquiler les enviaban burofax anunciando que no renovarían el contrato y nosotros no quisimos vender porque la tienda funcionaba bien, ya llevábamos aquí muchos años y no teníamos ninguna intención de vender”, nos cuenta Rosa Marta. 

En unas galerías cada vez más huérfanas, empezó el constante acoso.  “Nos quedamos solos en junio del año pasado, y el 5 de julio empezó el calvario cuando los inversores decidieron cerrar la puerta de la entrada principal de la calle Major de Sarrià, reventaron el suelo, nos cortaron el cable de ventilación y del aire acondicionado y empapelaron la tienda de enfrente para que no se nos pudiera ver desde fuera. El acoso llegó hasta tal punto que parecía que la joyería estaba cerrada”, añade Rosa. 

El apoyo del barrio fue incondicional, pero la pasión por su trabajo también tuvo mucho que ver. La necesidad de mantener vivo su negocio, de continuar invirtiendo en el sector joyero y de darle un futuro hicieron que este matrimonio se levantara cada día y fuera a su tienda como si nada estuviera ocurriendo. “El apoyo de los clientes nos hacia seguir aquí, nos daban ánimos y nos íbamos a casa contentos. Tenemos clientes de hace años y volvieron a comprar para ayudarnos y darnos fuerzas”, continúa Rosa. 

En octubre de 2023 continuaba quedando un único local, la joyería, pero, por suerte, esta historia tiene un final feliz. “En Semana Santa nos mudamos después de llegar a un acuerdo en diciembre; acordamos una permuta local y ahora estamos en una nueva tienda ya montada para funcionar como joyería, cumpliendo con todas las medidas necesarias, aunque con algunas condiciones, como la de mantener nuestros muebles, que tienen un gran valor para nosotros”. 

Una historia que, con la reciente mudanza, es recordada para transmitir un mensaje a todo el sector joyero y relojero. Como nos cuenta Rosa “qué la gente no se jubile, que aguante aunque la joyería esté pasando por un momento difícil ya sea en cuanto a fabricantes u otros problemas. Además, en nuestro caso, estamos captando gente nueva que quizás son del barrio, pero nunca antes habían entrando en la tienda”. A su vez, desde Joyería Marsans Malaquer apuestan por el cambio y por la innovación y esta situación, que solo les ha hecho mas fuertes, les ha llevado también precisamente a eso, a continuar evolucionando. Por ejemplo “tenemos fe en los diamantes creados en laboratorio para atraer a la gente joven que no llega a unos presupuestos altos, pero que se interesan por la joyería. Con estos diamantes les será más fácil y, por ello, nosotros hemos empezando a trabajar con esta piedras y estamos muy contentos”.

Nos ha ido muy bien durante estos 41 años, por eso no hay que rendirse nunca y Pedro tenía toda la razón en su artículo. Lo tengo guardado y se lo enseño a mis clientes, para que vean que el mundo continúa”, concluye Rosa. 

Marsans Maluquer
diari el jardi

Joyería Marsans Maluquer está ahora en la Calle Salvador Mundi 2 08017 Barcelona.

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