Con más de 230 premios de cronometría, el Calibre 135-O es el más premiado de todos los calibres de cronómetro de observación en la historia de la relojería.
Nace una colaboración monumental en la relojería. Zenith pone a su disposición, por primera vez en su historia, su movimiento más premiado de la edad de oro de las competiciones de cronometría. La idea iniciada por Aurel Bacs y Alexandre Ghotbi de Phillips, con quienes Zenith ya había trabajado en piezas únicas y ediciones exclusivas, llevó a Phillips, en asociación con Bacs & Russo, a invitar al famoso relojero independiente Kari Voutilainen para que restaurase y decorase a mano un lote de movimientos Zenith Calibre 135-O, todos ellos ganadores de concursos de cronómetros de observatorio. El resultado es un cronómetro contemporáneo producido en una serie de 10 piezas y vendido exclusivamente por Phillips en asociación con Bacs & Russo.
La contribución de Zenith al mundo de la cronometría de precisión es nada menos que inspiradora. Desde su fundación en 1865 y hasta hoy, la Manufactura nunca se ha desviado de su búsqueda de la precisión. Un área en la que la mufactura destacó fue en las competiciones de cronómetros de observatorio, ya que acumuló más premios que cualquier otro fabricante de relojes, con más de 2330 de cronometría a su nombre. A mediados del siglo XX, un movimiento eclipsó a todos los demás durante la época dorada de las competiciones de cronómetros de observatorio y reinó de forma suprema: el Calibre 135-O.
El Calibre 135, desarrollado a partir de 1945 por Ephrem Jobin, se fabricó desde 1949 hasta 1962 en dos versiones distintas: una variante comercial y una segunda versión fabricada únicamente para participar en los concursos de cronometría de los observatorios de Neuchâtel, Ginebra, Kew Teddington y Besançon. Estos movimientos «O», que nunca se comercializaron ni se encajaron en relojes de pulsera o de bolsillo, se sometieron a pruebas exhaustivas consistentes en: cambios drásticos de temperaturas, golpes y funcionamiento en 6 posiciones diferentes, por lo que ofrecen siempre un rendimiento de cronometraje óptimo con variaciones mínimas en la marcha. Con más de 230 premios de cronometría, el Calibre 135-O es el más premiado de todos los calibres de cronómetro de observación en la historia de la relojería.
Los 10 movimientos elegidos para esta edición muy limitada pertenecen a los años «ganadores en serie» de 1950 a 1954, cuando el 135-O ganó el concurso 5 años seguidos, una hazaña inaudita e inigualable. El Laboratorio de Cronometría de Zenith los preparó y puso a punto para las competiciones durante todo el año. Los 10 movimientos fueron premiados dentro de la gama de 1.a categoría y todos habían sido regulados por los célebres cronometradores de Zenith Charles Fleck & René Gygax, que trabajaron en los movimientos premiados cinco años consecutivos y reforzaron la reputación de Zenith como líder indiscutible en cronometría de precisión.
Encargar a Kari Voutilainen la restauración y el acabado de estos movimientos históricos los elevó de piezas puras de competición a creaciones de Alta Relojería del más alto nivel. Alexandre Ghotbi afirmó: «Estos calibres se hicieron para las competiciones. No se hicieron para ser usados o para ser estéticamente agradables. Así que, si vamos a hacer un reloj de pulsera con este calibre legendario, ¿a quién debemos pedir que lo lleve al siguiente nivel? Inmediatamente dijimos: Kari Voutilainen. Es un maestro total«.
CALIBRE 135 OBSERVATOIRE EDICIÓN LIMITADA
Fiel a su época original, el Calibre 135 Observatoire se inspira en las pasadas versiones comerciales de relojes de pulsera del Calibre 135, pero, a diferencia de todo lo que se hizo en el pasado, la Edición Limitada Observatoire recibe inspiración de varias referencias de los años 50, ya que combina los detalles más emblemáticos con toques contemporáneos. La caja redonda de platino de 38 mm presenta unas asas afiladas que encajan perfectamente bajo el bisel, así como una corona dentada de gran tamaño con el moderno logotipo de la estrella de Zenith.
Bajo la caja de cristal de zafiro, la esfera negra ligeramente abombada de plata esterlina del atelier Comblémine de Kari Voutilainen presenta un motivo guilloché con otro de escamas de pez. Los índices triangulares y los marcadores de puntos pulidos aplicados de plata alemana rodiada y las agujas de oro macizo se yuxtaponen en una combinación de elegancia vintage y suntuosidad contemporánea. El contador de segundos de gran tamaño a las 6 horas lleva inscrito el número de serie del movimiento, lo que denota el carácter único de cada uno de estos relojes y refleja el minucioso proceso de regulación al que fueron sometidos por los venerados cronometradores Charles Fleck o René Gygax, para pasar después a las manos del maestro supremo Kari Voutilainen y su dedicado equipo de relojeros artesanos. La esfera está firmada «Neuchâtel» en la parte inferior, ya que Zenith, Kari Voutilainen y el histórico Observatorio donde el Calibre 135-O compitió y ganó durante los años dorados de las competiciones de cronometría tienen su sede en el cantón de Neuchâtel.
Por primera vez en la historia del Calibre 135 y, especialmente, en la versión «O», el movimiento de cronómetro de observatorio es visible a través de un fondo de zafiro, con una decoración y un acabado impecables llevados a cabo Kari Voutilainen. La estética del movimiento histórico, con un acabado hecho por el maestro relojero restaurador, es ahora más refinada, con bordes biselados y pulidos a mano en los puentes de color dorado, cabezas de tornillos biseladas y pulidas, graneado circular en la platina principal, cepillado acaracolado en las ruedas de la corona y el rochete, y mucho más.
Kari Voutilainen, que conservó cuidadosamente la regulación original y la puesta a punto de los movimientos de Fleck y Gygax, al tiempo que restauró y decoró los movimientos, afirmó lo siguiente: «Las personas que trabajaban en estos movimientos eran los mejores relojeros de la época. Tenían los conocimientos necesarios para hacer las cosas con precisión. Esa precisión no desaparece después de 70 años. Nuestro deber era no modificar su trabajo».
En perfecta consonancia con el contexto histórico de esta serie excepcional, el Calibre 135 Observatoire se entrega en una caja de madera elaborada con madera de nogal y cierres de latón. Esta se inspira en los contenedores que transportaban los calibres de competición de cronometría desde la Manufactura Zenith hasta el Observatorio de Neuchâtel, cuando competían por el primer premio de la época. En su interior se encuentra un estuche de cuero en forma de libro que contiene el reloj, así como el histórico estuche de transporte original de madera para el movimiento.