Las ventas online dan paso al cierre de operaciones en la tienda física
Tras haber realizado un periplo ferial después del verano, en ruta por VicenzaOro, MadridJoya, Turquía, Ginebra, etc…, podemos estar en condiciones de afirmar que el sector empieza una senda de recuperación dentro de una nueva era.
Sí. Una nueva era porque se volverán a vender joyas, pero gracias a los que han sabido adaptarse y aprovecharon el tiempo de pandemia para ponerse al día. Estamos en un panorama muy alentador. Las ventas online dejan paso a un cierre de operaciones en el punto de venta físico.
Cada vez es más necesario disponer de una tienda virtual, aunque solo sirva de promoción y presentación del producto, para culminar el cierre en el establecimiento. Solo la confianza hace que operaciones de joyería se lleven a buen término.
En este cambio de escenario hay que volver a la carga en la necesidad de disponer de una marca, pero tanto puede ser marca de producto como de establecimiento.
El diseño y la fabricación han evolucionado tanto que hasta cualquier pequeño taller o tienda puede ofrecer al cliente la posibilidad de que se vincule en el proceso de elegir y crear aquello que está buscando, es decir, acotar al máximo la personalización. Están pasando a la historia aquellos fabricantes que ofrecen productos sin haberlos testado antes.
Hoy el comprador final sabe muy bien lo que quiere y lo que está dispuesto a pagar. Y esto no es solo en joyería. Se puede aplicar a cualquier otro producto.
Cuando un interesado entra en un concesionario de coches, va muy documentado y suele sorprender al vendedor con la cantidad de información que lleva tanto de esa marca como de la competencia. Algo así empieza a suceder en la joyería.
Las herramientas de que disponemos deben saberse usar y manejar en cada caso si no queremos que se escape la venta. En la actitud de cada uno está el logro del éxito.
Nos encontramos ante numerosas y continuas pruebas para sobrevivir. Y digo sobrevivir… no existir, porque en nuestro sector hay muchos que lo entienden de otra manera.
Lo importante es tener algo que enseñar y mostrarlo a los cuatro vientos. Las ferias son otro nido de oportunidades de las que tenemos que saber extraer el jugo. La pandemia no les permitió apenas levantar la cabeza, pero muchos de sus organizadores aprovecharon ese impasse para analizar la oportunidad de viejas y nuevas políticas.
Ahora, más rejuvenecidas, han cazado al vuelo la avidez de los operadores por enseñar y ver en un contexto ya más racional para las oportunidades de negocio.
Como siempre digo, los logros no siempre se consiguen con golpes de suerte, sino con las pequeñas cosas que nos ocurren todos los días. En estas nuevas jornadas que se abren ante nosotros y nuestras ilusiones, hay que mantener la sonrisa. La esperanza es el sueño del hombre despierto.
Me vienen a la memoria los cinco principios de reiki: “No te enfades, no te preocupes, sé agradecido, trabaja honestamente y sé amable con los demás”. Levantémonos cada mañana recordando estos buenos consejos y apliquemos honestidad y diligencia a nuestra labor cotidiana. En esta nueva era que se presenta al sector, tenemos nuestro propio espacio a cultivar con tesón. Los frutos ya están llegando.