El pasado miércoles la Policía Nacional y la Guardia Civil arrestaron a tres atracadores que acababan de asaltar una joyería situada en la calle Vicente Brull de Valencia. La rápida actuación y coordinación de estos hizo posible la detención la misma mañana en la que ocurrían los hechos; dos hombres de nacionalidad uruguaya y un español propinaron una paliza a los propietarios del negocio, un matrimonio de avanzada edad, para apoderarse del botín, cuatro cajones llenos de joyas.
Aunque los asaltantes, que iban armados, huyeron del lugar antes de la llegada de los agentes de la Policía, la sala del 091 facilitó la matrícula del vehículo todoterreno en el que habían escapado y esto propició que una patrulla de la Guardia Civil los localizara en el peaje de Sagunt. Tras realizarles un seguimiento, agentes del Instituto Armado arrestaron a los sospechosos a la altura de Burriana, a 60 kilómetros de distancia del lugar en el que habían cometido el atraco.
Ataque violento
El violento asalto se produjo el miércoles en una joyería del barrio valenciano del Cabanyal, regentada por una pareja veterana de joyeros. Según se ha podido saber, dos de los detenidos irrumpieron en el establecimiento con el rostro oculto y portando un arma de fuego, mientras que el tercero se quedaba esperando en el vehículo utilizado por estos, para alertar en caso de presencia policial en las inmediaciones.
Los atracadores golpearon a sus víctimas para amedrentarlas y obtener las joyas de mayor valor que tuvieran en la caja fuerte. La mujer incluso tuvo que ser posteriormente trasladada por un SAMU al Hospital Clínico de València debido a las lesiones que presentaba, según indicaron las fuentes consultadas por este periódico.
Una vez logrado su propósito, los atracadores huyeron en un todoterreno de color negro a toda prisa. Por suerte, un testigo logró memorizar la matrícula del vehículo al verlos salir de forma apresurada de la joyería y facilitó la misma a los agentes. La Policía Nacional realizó gestiones sobre el lugar donde estaba dado de alta el coche, que resultó ser la localidad catalana de Castelldefels. Rápidamente, sospechando que hubieran podido huir por la salida norte de la ciudad para tomar la A-7, a través de la sala del 091 se facilitó las características del coche y el número de matrícula a la Guardia Civil.
Esta estrecha colaboración dio sus frutos inmediatos ya que una patrulla del Instituto Armado localizó el citado vehículo, con tres ocupantes, en el peaje de Sagunt. Para no iniciar una persecución que podía haber sido peligrosa para el resto de usuarios de la autovía, la Guardia Civil estableció un dispositivo de seguimiento con varias unidades para no perderlos de vista y garantizar su arresto. Y así fue finalmente, como a la altura de Burriana, a 60 kilómetros de distancia de la joyería asaltada esa misma mañana, los agentes de la Benemérita detenían a los tres presuntos atracadores, quienes portaban un arma de fuego corta, y recuperaban las cuatro cajas de joyas sustraídas.