El mítico Tag Heuer Carrera, pilar de la marca desde 1963, da un giro de 360º para celebrar sus 55 primaveras. Este cronógrafo de vanguardia, vinculado al universo de la competición automovilística, hace gala de su ADN deportivo con total modernidad. Con un nuevo movimiento de la manufactura, el calibre Heuer 02, en este modelo ruge un motor de última generación. Moderno, fiable y preciso.
La jubilación deportiva de este icono del asfalto nacido en 1963.
El Tag Heuer Carrera llega a la cincuentena sin complejos, con los pies en el suelo y el horizonte en la línea de mira. En el podio de los éxitos relojeros más importantes, este cronógrafo automovilístico ha mantenido siempre una posición adelantada. Sinónimo de vanguardia, desde la primera generación de los años 60, hasta la nueva línea Heuer 02, pasando por el ultramoderno Connected Modular. Un mito muy vivo, esta colección prosigue su camino con el nuevo Tag Heuer Carrera Heuer 02, presentado en 13 variantes contemporáneas, en acero, carbono, cerámica u oro con pulsera de metal, caucho, piel o cerámica, así como una versión con función GMT en 45 mm.
«Al diseñar el nuevo Tag Heuer Carrera, podíamos elegir entre proponer un reloj de inspiración vintage o una interpretación moderna. Hemos optado por lo segundo. En Tag Heuer, ponemos toda nuestra energía en dar vida a los relojes del futuro. Innovar, imaginar qué quieren los consumidores de mañana«, afirma Jean-Claude Biver, CEO de Tag Heuer.
En el circuito desde 1963.
No es una coincidencia de calendario que la nueva generación de Tag Heuer Carrera entre en escena hoy. Se cumplen 55 años que este cronógrafo ocupa una posición de líder en el universo del deporte automovilístico. A modo de recordatorio, la colección se llama así por la legendaria carrera por carretera «Carrera Panamericana», que se desarrollaba durante una semana en México en los años 50. Una prueba trepidante, resucitada en 1988 en forma de un rally anual de automóviles de colección anteriores a 1955, del que Tag Heuer es socio y cronometrador oficial.
Con el genoma de la competición incorporado, el primer cronógrafo Heuer Carrera, diseñado en 1963 para los pilotos, obtiene muy rápidamente un éxito internacional gracias al diseño revolucionario de su esfera. Por primera vez, el anillo que fija la esfera a la caja presenta la indispensable escala de los segundos, lo que se traduce en una indicación agrandada y una legibilidad reforzada. Sus especificaciones se basan en unas reglas de ergonomía y legibilidad perfectamente establecidas: la corona acanalada favorece la cuerda manual diaria, los pulsadores se manejan con facilidad, la esfera grande y minimalista presenta índices y subdivisiones claras, así como contadores ligeramente ahuecados.
En 1969, el Heuer Carrera se presentó en una versión automática equipada con el famoso calibre 11 con microrrotor; Heuer figura entonces entre los pocos fabricantes capaces de diseñar y producir un cronógrafo de cuerda automática tan innovador. En esta época, impulsada por el visionario Jack Heuer, la marca se convierte de nuevo en pionera al ser el primer patrocinador relojero de la Fórmula 1. Embajadores seleccionados y pilotos de leyenda lucen un cronógrafo Heuer Carrera en la muñeca.
«En la época del Heuer Carrera es cuando la marca alza realmente el vuelo y se convierte en el primer patrocinador relojero del universo automovilístico. Una incursión que supone un auténtico toque de genialidad. Una receta seguida por numerosas marcas, que sigue siendo válida medio siglo después«, añade Jean-Claude Biver.