Sin duda, se avecinan tiempos nuevos y yo no diría difíciles, sino diferentes. Muchos van a dejar la actividad, otros tendrán que cambiar el rumbo y los que queden/quedemos se tendrán que adaptar y tal vez salgan reforzados o mucho más eficientes.
Es el momento de la valentía, de la empatía, de los gestos de compromiso y sobre todo de pasar a la acción. Tenemos que ser capaces de flexibilizar y adaptarnos a las circunstancias en cada momento que se nos van presentando. Va a ser necesario reconvertirnos en emprendedores con coraje, iniciativa, visión de futuro y poder aprovechar la innovación y la digitalización para poder sacar rédito a los desafíos y escenarios nuevos, tal vez inesperados.
También nuestro sector va a necesitar medidas económicas que aseguren la liquidez de los negocios, para poder entrar en la recuperación económica.Hemos vivido una ola de solidaridad en estos tiempos y hay que trasladarla al mundo real y empresarial.
Nos enfrentamos a nuevo escenario, a un nuevo consumidor que sabemos va a priorizar el hogar y la salud, y en el que el canal online ganará muchas posiciones.
Nos tenemos que convertir en empresas capaces de transmitir confianza y saber conectar con los valores de nuestros clientes para poder salir más reforzados en este nuevo tiempo.
Un reto que se nos presenta en las promociones es saber más con menos, conseguir mejores resultados con acciones muy enfocadas selectivas y eficientes.
Antes de actuar es necesario hacer una planificación de la demanda y si se hace online, tener muy presente la ruptura de stocks. La red es muy exigente en esto.
Es la hora de revisar nuestros productos, tomar decisiones valientes y crear propuestas eficientes, renovadas, adaptadas a las exigencias del nuevo consumidor. Y a nuestros detallistas/tiendas, decirles que hay que resolver los cuellos de botella en los establecimientos y tratar de que el cliente no tenga que esperar; para ello debemos echar mano de las nuevas tecnologías. Estas deben ser las facilitadoras de cada caso.
Y el esfuerzo ha de ser compartido entre productor/proveedor y cliente/detallista para poder llegar al consumidor de una forma ordenada y coherente. Solo si vamos juntos saldremos fortalecidos de esta nueva era o escenario.
Este virus invisible nos ha podido dar una muestra de vulnerabilidad de los conceptos viejos de globalización y poder buscar localizaciones donde producir más barato y con mayor eficacia. El comercio se va a imponer en la cercanía, pero recordemos que ya no hay distinción entre comercio físico y online o virtual
Nos estamos dando cuenta que volvemos a la condición del ser humano y a ser solidarios y saber valorar la importancia de un abrazo y de la amistad. No todo se paga con dinero. Si trabajamos duro, unidos y lideramos con acierto, vamos a llegar muy lejos .
Tenemos que ser equipo multiplicador de la «pasión» y enfrentarnos a los retos que están delante.
Pero no menospreciemos a nadie. Desde Europa no podemos pensar en salir de esta situación despreciando a China, ya que este páis representa más del 42% del PIB mundial. Se impone la unión y la comprensión No nos autoengañemos. Se avecina una reflexión y transformación profunda. Los valores van a cambiar la seguridad por eficiencia y me atrevo a decir que seguridad por libertad.
Es el momento de preocuparnos por los clientes, entrar en su mundo y colaborar. Esto es una empatía que va a establecer lazos de fidelidad que se quedarán permanentes.
Estamos comprobando que el que está más preparado digitalmente se rearma mas rápido que el que tiene que hacerlo todavía.
Hemos vivido en nuestro sector muchas crisis, pero esta no se parece a ninguna de las pasadas.Además de la crisis económica que si puede ser semejante a otras, hoy padecemos una crisis sanitaria, emocional y de valores.
Nuestro reto es construir modelos de negocio rentables. Nos tenemos que convertir en líderes motivadores, que autoestimen, capaces de apasionar y animar. La actitud juega un papel esencial.