Septiembre siempre es un volver a empezar y, en este caso, en el joyero reinarán tendencias que han llegado para quedarse con otras que dan paso a una nueva vida
Las tendencias de la temporada FW22-23 ya han perfilado lo que empezaremos a lucir a partir del próximo otoño, anticipando esas ganas infinitas de lucir joyas, sin tener en cuenta los límites. De esta manera, la joyería continúa experimentando su terreno para dar paso a tendencias muy marcadas, en las que el formato maxi es mucho más que un tamaño y juega con sus formas y texturas; los códigos de estilo en materia mix&match se reinventan; y el rosa vuelve a predominar en todas sus gamas. En cuestión de estilo, el Preppy o school girl continúa siendo un look favorito que se alía con algunas de las tendencias joyeras, así como el estilo futurista que, aunque más complicada, ya se ha dejado ver esta temporada.
Septiembre siempre es un volver a empezar y, en este caso, en el joyero reinarán tendencias que han llegado para quedarse con otras que dan paso a una nueva vida. Los chokers, los eslabones y los earcuffs siguen siendo los favoritos, que conviven con pendientes irregulares, brazaletes sin límites o nuevas formas de lucir collares. Propuestas que dan un giro al nuevo joyero marcando también una nueva vida para el sector y, con ellas, las ganas de que las piezas luzcan más que nunca.
De las pasarelas al Street Style, la joyería sigue demostrando su poder de elevar cualquier estilismo y como viven su momento de auge, el mejor en los últimos tiempos, captando el interés incluso de las nuevas generaciones que piden diseños exclusivos y únicos. En definitiva, el nuevo invierno se presenta cargado de joyas y, por ello, analizamos las claves para la próxima temporada FW22-23 con todas las propuestas que no debemos dejar escapar.
La tendencia más importante de la temporada
La joya por excelencia de los años 90 anunció su regreso a principios de la temporada pasada aunque nadie se esperaba, probablemente, su éxito viralizado. Desde entonces, ha versionado sus estilos para convertirse en el mejor aliado y en joya indispensable de la próxima temporada FW 22-23.
Los nuevos collares
Vuelven pisando fuerte y, más que una tendencia, su manual de uso es ya un esencial de joyería que todo amante sabe poner en práctica a la perfección. Las pasarelas confirman una nueva forma de lucirlos, creando diferentes longitudes y formas para elevar un look de invierno sobrio.
El color por excelencia
Color clave que se repite cada temporada y el favorito de los millennials. Este otoño-invierno el rosa vuelve en todas sus gamas, desde el más suave, pasando por la versión chicle, un fucsia hasta otras gamas más fuertes. El rosa, además, rompe con sus límites y se cuela también en el armario masculino.
Los pendientes irregulares
Un regreso que nos ha sorprendido y cautivado a partes iguales. Una de las joyas que transmite creatividad por cada costado y que crea un efecto que, sin duda, siempre llama la atención. Las pasarelas anticipan este regreso y lo colocan en un primer plano, con joyas que se adaptan a diferentes estilos.
Y los maxi pendientes
Mientras los piercings y los earcuff contnúan viviendo su momento de gloria, los maxi pendientes no quieren abandonar. Su efecto resalta por encima de todo y esta nueva temporada juegan, como ya adelantamos, con nuevas formas, colores y texturas. Destacando el clásico aro, que ahora solo lo querrás en formato muy maxi.
Piezas geométricas
La geometría vuelve a ganar posiciones. Un reto en el mundo de la joyería que ofrece piezas inigualables, capaces de elevar cualquier estilismo. Este otoño-invierno se presentan con el objetivo de ser un esencial en cualquier momento del día, por ello que sus propuestas sean infinitas, marcadas por nuevas formas.
Dorados
Mientras la plata siempre será un esencial, los dorados ganan puestos y se alían para combinar ambos materiales en una misma joya. Es decir, ya no existen estereotipos y, al mismo tiempo, el dorado que evoca épocas pasadas ocupará gran parte de nuestro joyero la próxima temporada.
Cristales
El exceso, los años 2000 y las ganas de brillar tienen mucho que ver con esta tendencia que también se aleja de sus clásicas etiquetas para colarse en el día a día, en piezas sencillas que son como una segunda piel o en joyas sin género. En definitiva, este otoño-invierno entenderemos las joyas como un must que transmite personalidad.
Maxi brazaletes
Otra tendencia anunciada que confirma que ha llegado para quedarse. Las formas rígidas y en formato maxi son las claves que marcan su triunfo. De estética vintage o con aires renovados, sin pasar por alto una nueva incorporación: las pulseras que adornan toda la mano y que, para sorpresa de todos, se colocan en primer plano.
Maxi anillos
Quizás sea su formato, que ha conquistado todo tipo de joyeros, o su nuevo manual de uso, en el que el exceso es clave y los límites no existen. Sea como sea, los anillos recuperan su puesto y anticipan que han vuelto para quedarse. Nuevas formas, nuevos adornos y materiales con una única máxima: “más es más”.