Piezas que se reeditan para dejar a un lado sus líneas finas, clásicas y sencillas
Que las joyas con iniciales se han convertido en una forma de expresión y en símbolo de identidad, no es nada nuevo. Qué son un best-seller asegurado, tampoco. Pero lo cierto es que esta joya siempre ha estado presente de una forma u de otra y, casualmente, vuelve a reclamar su atención. No es que las joyas con iniciales sean tendencia, realmente nunca han dejado de serlo, pero como ocurre con otros iconos de este sector, como con las perlas, las joyas con iniciales se han reeditado con el fin de dejar a un lado sus líneas finas, clásicas y sencillas.
El boom de la logomanía tiene algo que ver, aunque también esa tendencia que ha convertido a la joyería en un imprescindible para transmitir nuestra personalidad, en un must que complementa cada look y que no puede faltar. A lo que se suma que también concebimos las joyas, sobre todo las que tienen símbolos tan concretos, como historias personales, declaraciones, recuerdos o momentos importantes; hablamos, por lo tanto, de joyas que son una celebración, de uno mismo y otras muchas cosas.
Además, este año, las piezas que son un fondo de armario se han llevado el primer puesto, por lo que no es de extrañar que las joyas con iniciales estén experimentando una nueva vida, reinventadas y reeditadas para satisfacer el deseo de todas las generaciones. Una joya que en realidad nunca se ha ido, pero que ahora reclama ser más vista que nunca. Así es que ya no hablamos únicamente de collares, si no que esta tendencia traspasa límites y se convierte en anillos, pulseras, pendientes y charms.
En formato mini o, por supuesto, en maxi, con formas trabajadas y originales, con una estética clara de atemporalidad, con un mix de materiales o con texturas para marcar la diferencia.